Cada día que pasa tengo menos dudas existenciales aunque por pura lógica, por desconocimiento en los muchos campos que me tengo que mover, por la propia inseguridad, si os puedo decir que alguna que otra vez las dudas asaltan mi vida.
Hoy es un día de esos, de los que las dudas, fuertes y presuntuosas, se han instalado en mi y hace que mi mente no me deje pensar con la claridad que acostumbra, hoy estoy sometido a ciertas limitaciones así como a unas barreras que no me dejan avanzar en la medida que quisiera y eso, os podéis imaginar, me hace estar algo más distraído, ausente.
Hoy es martes y 13, día simbólicamente pernicioso para los supertisciosos, hoy es un buen día para mí porque soy de esas personas especiales que cuando es martes, 13 y se me cruza un gato negro es la máxima garantía de que voy a tener un gran día. ¡Soy así de raro! Pero lo más curioso del tema es que hoy martes es el preámbulo de un acontecimiento nacional que tiene el marchamo de ser un referente mundial. Mañana día 14 de Noviembre es día de huelga, no “juerga”, general y esta ha sido convocada por los dos sindicatos de más “prestigio” del panorama nacional, verdaderos adalides de la defensa de los trabajadores y de los más desfavorecidos. Son conocidos por su “entrega a los demás” y por su generosidad al donar parte de sus famélicos sueldazos a las familias que están en paro, millones, por culpa de la crisis que ha originado la llegada de Mariano Rajoy y su gobierno en España. ¡Con José Luis Rodríguez Zapatero si que se estaba bien! No faltaban subvenciones y además eran los “consejeros económicos” del “laureado” presidente conocidos por todos como ZP. Los sindicatos CC.OO. y U.G.T. Son el paradigma de los valores democráticos y no sé que esperan para otorgarles toda clase de premios y distinciones, remuneradas claro está, por su esfuerzo y dedicación a la paz, a la concordia y a todos esos valores a los que nos tienen acostumbrados.
Y aquí, ante este “acontecimiento planetario”, como diría Leire Pajín, es donde aparecen mis dudas, mis vacilaciones, mis desvelos e incertidumbres.
Según los “compañeros” Tocho y Méndez, como sus adláteres,han manifestado, por activa o por pasiva, que durante la jornada de huelga no se haga absolutamente nada, que haya una huelga de consumo, que se paralice todo el país en el término más absoluto y amplio de la expresión.
¡Estoy que no vivo con esta situación tan anómala! Si no puedo hacer nada de nada, ¿Qué es lo que puedo hacer? ¿Me puedo despertar o tengo que seguir durmiendo todo el día? ¿Me puedo levantar de la cama? Porque eso ya supone una acción. ¿Puedo ducharme, vestirme, desayunar en mi casa? ¿Puedo comer, beber o tengo que estar en total abstinencia? ¿Puedo miccionar u hacer otras necesidades o tengo que aguantarme hasta que finalice el día? Es que con los mensajes que nos han mandado, una y otra vez, que España debe quedar paralizada y los españoles sin hacer nada de nada, ¿Qué es no hacer nada para los sindicalistas? Esta última pregunta no hace falta que me la contesten porque todos sabemos que ellos son los únicos y verdaderos expertos en la materia de “no hacer nada”, pero no veinticuatro horas sino todos y cada uno de sus días.
Me imagino que las medidas no serán tan restrictivas porque hasta los etarras cuando hacen “huelga de hambre” comen hasta hartarse en sus celdas. ¡Que se lo digan a Otegui que cuando empieza una huelga de hambre está delgado y cuando termina ha ganado unos cuantos kilos de más!
Mañana, 14 de Noviembre, les diré mi agenda a los señores sindicalistas de ambos sindicatos: Me levantaré a la hora de siempre, cuando los gallos todavía están dormidos y los dirigentes sindicales roncando, me ducharé, arreglaré, me tomaré un café en mi casa, deprisa y corriendo, iré hasta la estación de tren y cogeré el mismo que me trasladará a la ciudad donde trabajo, después llegaré a mi oficina y me sentaré en mi mesa con el ordenador encendido dispuesto a trabajar, como hago todos los días del año desde hace ya mucho tiempo, y así estaré defendiendo un derecho constitucional, por mucho que intenten conculcarlo, como es el derecho al trabajo y así ejerciendo mis funciones estaré colaborando para que España salga adelante de la catastrófica crisis económica que nos han metido el anterior gobierno socialista presidido por Zapatero acompañado de Rubalcaba, Chaves..., así como por los principales sindicatos de este país: CC.OO y U.G.T con Tocho y Méndez a la cabeza.
Cuando la crisis ya nos azotaba con fuerzas, cuando los parados subían a velocidad vertiginosa, cuando la pobreza y el hambre ya se había instalado en muchas familias, cuando los recortes a los funcionarios se hacían sin ton ni son, los sindicatos que han convocado esta “pantomima” de huelga permanecían callados, cobarde y vergonzosamente callados, miraban para otro lado, no querían ver la realidad de la nefasta gestión del gobierno amigo porque esos buenos compañeros que estaban “desgobernando” España les daba cada cierto tiempo suculentas y millonarias subvenciones del dinero de todos, que para los socialistas no es de nadie, para sufragar cursos, programas y proyectos innecesarios, fuera de toda lógica y de toda comprensión.
Ahora todo eso se está acabando. Los millones han dejado de caer como maná del cielo y ahora empiezan los recortes. Los sindicatos están echando a personas de su plantilla por falta de dinero y aplicando la reforma laboral que tanto critican, que tan nefasta es. La desvergüenza llega hasta esos limites aunque a esta alturas, ¿Nos podemos sorprender de algo que venga de la mano de estos señores?
Ante esta situación no me digáis que es para no tener dudas.
Mañana 14-N, si no puedo hacer nada de nada ¿Qué es lo que debo hacer? ¡Qué de dudas tengo, Señor!
Jesús Rodríguez Arias
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