Hace unas semanas se celebró el XVIII Congreso del Partido Comunista Chino. Como en ediciones anteriores, las autoridades chinas extremaron la seguridad en Pekín con medidas tan llamativas como la prohibición de que los taxis llevaran la ventana trasera abierta o la de portar pelotas de pin-pon -o cualquier otro objeto arrojadizo- por el centro de la ciudad. Se trataba de garantizar la seguridad a toda costa.
Para ello, las autoridades chinas actuaron con contundencia. Días antes de la celebración del congreso, algunos activistas fueron expulsados de Pekín. Que alguien pudiera boicotear la elección de los nuevos líderes comunistas extremaba la precaución en el Gran Palacio del Pueblo. A pesar de todo, fuera del recinto se produjeron algunas protestas controladas.
Unos días antes, el 5 de noviembre, el chino Zhai Xiaobing's escribió en la red social twitter que la próxima película de la saga de terror 'Destino Final' trataría sobre lo que estaba sucediendo en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín. El comentario fue el siguiente: "Un trascendental estreno tendrá lugar el 8 de noviembre". Dos días después, Zhai era arrestado y su ordenador incautado. Por ese comentario, Zhai está acusado de "difundir información terrorista". Un cargo para el que la pena máxima es de cuatro años de prisión.
Los seguidores de Zhai en la red social consideran absurda toda esta historia y más de 400 han firmado un petición en internet para que retiren los cargos y "tengan más sentido del humor".
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