sábado, 10 de marzo de 2018

TRADICIÓN FUNDIDA A FUEGO EN SAN SEVERIANO



José María Reyna, en un momento de la fundición de la candelería.P.M.D
Uno de los trabajos más meticulosos, laboriosos, precisos y esperados de la Cuaresma es la fundición de la cera del palio. Levantar el bosque de velas que suele preceder a las Vírgenes que se refugian entre bambalinas reune en muchas hermandades algunas de esas tradiciones poco conocidas.

El Huerto, por ejemplo, es una de esas cofradías donde el momento de colocar la cera del palio es todo un baluarte de la tradición. El que desde hace muchos años es mayordomo, José María Reyna Espigares, lleva más de cuarenta años encargándose de la fundición de la candelería. Y en esta Cuaresma, la cofradía ha publicado en sus redes sociales un vídeo de más de diez minutos en el que se muestra con detalle esta labor tan artesanal y paciente. "Hemos querido este año poner en valor una labor casi artesanal que hacen todas las mayordomías, para que la gente conozca cómo se hace el trabajo de montaje de un paso de palio", explicaba ayer a este periódico el hermano mayor de la corporación, Ignacio Robles, que reconocía que la fundición de la candelería "es uno de los momentos más bonitos y esperados dentro de la Cuaresma". "Y este año lo hemos querido compartir con todo el mundo", añadía. 

Reyna utiliza un método un tanto particular para fundir la cera, ya que al no contar la capilla con visión desde un lateral (para comprobar que el cirio está bien colocado y derecho) "él se ha apañado un sistema por el que por medio de tablas de madera y niveles va haciendo las calles", explica Robles en referencia al tradicional trabajo que hace Reyna.

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