Domingo, 7 de julio. Doble celebración en la pequeña parroquia de Gaza. La celebración del Corpus Christi y una boda. Dos perlas luminosas de la comunidad cristiana en el drama de la Franja de Gaza.
Después de haber seguido el calendario ortodoxo para la celebración de la Pascua, la parroquia de la Sagrada Familia de Gaza ha celebrado la solemnidad del Corpus Christi el primer domingo de julio. Es una fiesta especialmente sentida, porque el párroco, padre Jorge Hernández, siempre ha dado un lugar particularmente importante a la adoración eucarística, tanto por su propia oración personal (una hora al día), como para los feligreses. Todos los domingos, de hecho, una hora antes de la misa, se expone el Santísimo Sacramento. El jueves por la tarde la adoración dura tres horas. Y los feligreses responden bien a esta propuesta.
Así que la misa del domingo estuvo precedida por la solemne procesión eucarística, preparada hasta los mínimos detalles por las infatigables hermanas del Verbo Encarnado, procesión que tuvo lugar en el patio de la parroquia. Impensable hacerla por las calles de la ciudad, con una mayoría musulmana total. Las tres paradas, para las tres bendiciones con el Santísimo, se enriquecieron con el diálogo eucarístico, una suerte de catequesis hecha a base de preguntas del párroco y respuestas de los fieles. La celebración del banquete eucarístico, sacramento donde el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Jesucristo, y la homilía del P. Jorge completaron la fiesta.
Por la tarde, la iglesia se llenó de nuevo. Esta vez eran los amigos y familiares de Ramzi y Lina, que celebraban su boda. Dos jóvenes que ponen todas sus fuerzas y esperanzas para el futuro en el matrimonio cristiano, adquieren un carácter de testimonio aún más fuerte en el difícil contexto de la Franja de Gaza, cárcel al aire libre por el bloqueo israelí. ¿Cuál será el futuro de esta familia, de sus hijos? El padre Hernández, parafraseando a S. Pablo, dijo que lo más importante, duradero y eficaz, es el propio amor. El amor entre marido y mujer es el signo del amor entre Cristo y la Iglesia. ¡Un gran misterio que incluso en la pequeña parroquia de Gaza brilla con una nueva pareja de recién casados!
Fotografías y artículo de nuestro enviado a Gaza, Andres Bergamini
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