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El obispo de Málaga, Jesús Catalá, ha afirmado ayer sobre la reforma educativa del Gobierno que la asignatura de Religión, «desde hace más de veinticinco años», debía «tener un peso equivalente a cualquier otra materia fundamental» y «los diversos Gobiernos de distintos colores no han hecho ni caso». A preguntas de los periodistas, el obispo ha señalado en rueda de prensa que no ha leído la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), por lo que no está «en condiciones de emitir un juicio», aunque respecto a la asignatura de Religión ha apuntado que «lo único que se pedía era que se cumplieran los acuerdos».
(Efe/InfoCatólica) El prelado ha lamentado que esta asignatura «la han tenido siempre relegada por horarios, por valoración y por muchas cosas a menos de una maría, y ni siquiera contaba su puntuación».
«Si eso vuelve, es porque no se ha respetado por parte de ningún Gobierno. A veces no se dicen las cosas como han sido. No es un privilegio que pide la Iglesia, porque la Iglesia Católica en España no tiene privilegios», ha subrayado Catalá.
También ha resaltado que «es un derecho constitucional de los padres, que tienen derecho, porque lo dice la Constitución, a que el Gobierno y el Estado les proporcione la educación que ellos piden, no la que ofrezca o manipule el Gobierno de turno».
Por ello, se trata de «un derecho de los padres que no ha sido cumplido durante tres décadas, y los padres piden que ese derecho se respete, no es lo que pide la Iglesia ni los obispos».
«Las tortillas cambian cuando se explican las cosas», ha agregado el obispo, que ha recordado que el artículo 27 de la Constitución recoge este derecho «que no se ha respetado», y «si ahora hay un Gobierno que quiere respetar el derecho de los padres, por favor, que no metan a la Iglesia en este tema».
Por otra parte, respecto a la asignación de parte de lo recaudado con el IRPF, ha asegurado que «el Gobierno de turno o la Administración estatal no le da a la Iglesia Católica ni un céntimo de euro de sus presupuestos» desde 2007, «cuando se cambió al 0,7 por ciento, que en Italia es el 0,8 por ciento y en Alemania, el 10 por ciento».
«Lo de la 'X' del IRPF lo damos los contribuyentes, que me incluyo, no es de los presupuestos, ni del erario público ni del fondo estatal, sino de quien dice libremente que quiere dar ese porcentaje a la Iglesia Católica», ha añadido Catalá.
Ha explicado que «lo que ocurre es que, como se adelanta algún millón los primeros meses hasta que (el Estado) recauda todo el dinero, los obispos han pedido que no lo pongan en los presupuestos, pero lo siguen poniendo, con lo cual confunden a la gente».
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