lunes, 17 de diciembre de 2018

* YOYO DE CELIS




Hoy mi tribuna de todos los lunes en Información San Fernando la he querido dedicar a un gran amigo que hace tan 11 días dejó de prestar servicio en el Ayuntamiento de San Fernando  por jubilación. Yoyo De Celis.

Funcionario de Carrera con muchos decenios a sus espaldas con una impecable hoja de servicio pues es lo que ha hecho toda su vida: Servir con mayúsculas.

En estos tiempos tan complicados, tan viciados, es un aliciente el encontrar a una persona como este querido amigo que impregna de humanismo todo cuanto le rodea.

Con mi admiración,

Jesús Rodríguez Arias 


YOYO DE CELIS


Don Manuel Carlos De Celis Ponzoa se ha jubilado el pasado 6 de diciembre, el día constitucional por antonomasia, después de ejercer toda una vida como Funcionario de carrera en nuestro Excmo. e Iltmo. Ayuntamiento de San Fernando y lo ha hecho saliendo por la puerta grande pues como trabajador ha sido inmejorable aunque en el terreno eminentemente personal es mejor cien mil veces más.

Yoyo, como todos lo conocemos, ha prestado servicios en varias dependencias municipales a lo largo y ancho de su trayectoria profesional pero los últimos años ha estado al frente del Cementerio Municipal, el famoso 141,  donde aparte de una labor impecable se ha notado su marcado humanismo pues es un lugar donde se ve y se comparte mucho dolor, mucha preocupación, muchos nervios y sentimientos a flor de piel. Se puede decir que en él encontrábamos esa sonrisa siempre servicial, ese apoyo constante, esa cercanía inmensamente necesaria, ese implicarse más allá de lo profesional.

Yoyo es un señor, un caballero, que siempre tiene ojos niños, la sonrisa por bandera, la palabra amable, el chiste oportuno, la conversación afable, y una predisposición para ayudar a los demás sin parangón. En Manuel Carlos De Celis Ponzoa todos los que componemos el Ayuntamiento de San Fernando hemos encontrado al mejor profesional pero sobre a un buen amigo que está contigo a las duras, que es cuando se nota más, y a las maduras.

Y ese carácter suyo, ese señorío, esa forma de ser, la ha llevado a su vida y a su día a día siendo uno de esos isleños que conforman por derecho propio el paisaje de nuestra querida y bendita Isla de León.

He tenido el inmenso honor de tenerlo como compañero en labores municipales desde hace veinte años que es cuando ingresé como funcionario municipal. De él he aprendido grandes valores como es ese espíritu de servir a todos sin excepción, con una sagrada objetividad, como es entregarte más de lo que realmente son tus funciones, aplicando ese tipo de humanismo que ahora en estos tiempos tan convulsos en todos los órdenes parece que no es que esté olvidado sino que ha pasado de moda que es mucho peor.

Y gracias a compartir lo profesional puedo decir sin temor a engaño que nos profesamos una honda y buena amistad pues los dos siendo diferentes somos muy iguales. Los dos amamos este terruño llamado España, nos emocionamos viendo ondear la rojigualda mientras la marcha real suena rompiendo con majestuosidad el mismo silencio. Los dos amamos las tradiciones que nos son propias como la Tauromaquia, los dos somos preclaros defensores de que se mantengan la religiosidad popular como signo inequívoco de las devociones que singularizan a nuestros pueblos y un largo etcétera que tendría que escribir muchos artículos más para explicar los puntos que tenemos en común y el sentido patrio que tenemos los dos de enfocar nuestra propia existencia.

Amante de su Familia, Yoyo ha sido un buen hijo, es un buen marido, un buen padre y mejor abuelo porque este querido amigo sabe que su mejor patrimonio, su mejor legado, su mayor riqueza, es su Familia con la que disfruta, goza, se preocupa y vive cada día de sus días.

Yoyo es ese hombre que se levanta muy temprano pues piensa que si duermes demasiado son horas que se quitan a la misma vida, ese hombre que le encandila su Playa de Camposoto así como cada rincón de esta nuestra Isla, que es una apasionado del fútbol botón, que es muy prolijo en mantener mil conversaciones, cientos de anécdotas a base de vivencias y recuerdos, que te puede explicar todas las bondades del aceite puro de oliva, que le encanta viajar, que sabe que vivir es compartir porque haciéndolo la Felicidad es más amplia, más plena, más auténtica, es de verdad.

Desde el pasado jueves 6 de diciembre nuestro querido amigo Don Manuel Carlos De Celis Ponzoa ha dejado de prestar servicio en el Ayuntamiento de San Fernando tras toda una vida de fructífera labor profesional así como de humanizar cada sitio donde ha estado porque hay que reconocer que en la persona de Yoyo todos hemos encontrado a un extraordinario funcionario, un gran compañero y mejor amigo.

Con este artículo, mi querido amigo, me merezco un cosqui y espero recibirlo cuando nos visites en Villaluenga del Rosario. Gracias por ser como eres.

Jesús Rodríguez Arias


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