martes, 19 de junio de 2018

LAS EDADES DE CÁDIZ; POR JOSÉ JOAQUÍN LEÓN



En la Catedral de Cádiz se inauguró ayer la mejor exposición religiosa organizada en la ciudad en el siglo XXI. Sin duda, Traslatio Sedis debería marcar un antes y un después en los criterios artísticos de la ciudad. Permanecerá abierta hasta diciembre y, si se promociona bien, se convertirá en un atractivo para el turismo cultural en verano y otoño. Esta exposición evoca a Las Edades del Hombre, que han sido un incentivo cultural para Castilla y León en las tres últimas décadas. La Fundación de las Edades del Hombre ha colaborado con la empresa Artisplendore, que ha montado esta exposición. Gracias al gran impulso que le ha dado el obispo, Rafael Zornoza, también hay que decirlo.

El obispo Zornoza presidió la inauguración, acompañado por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, que es el metropolitano de la diócesis, como se recordó. También asistió el obispo emérito, Antonio Ceballos, que hizo un esfuerzo para venir a Cádiz, lo que siempre alegra a sus feligreses. Quedó claro que es un acontecimiento para la Iglesia, y para la ciudad, si nos atenemos a las representaciones civiles, religiosas y militares. También estuvieron los máximos dirigentes andaluces de La Caixa, Rafael Herrador, y Fundación Cajasol, Antonio Pulido. Y se vio a concejales, entre ellos Teófila Martínez. No así al alcalde, José María González, que faltó a la inauguración de la exposición más importante del año en Cádiz. Es verdad que no había nada de Carnaval en esto. 

Hay 91 piezas artísticas, muy bien seleccionadas, a mi juicio, como le dije al comisario, David Gutiérrez. La obra que se toma como icono es el cuadro de la Conquista de Cádiz por Alfonso X el Sabio, obra de Matías Moreno, en 1866, que ha cedido el Museo del Prado. Pero el mejor cuadro expuesto allí es uno de Cádiz: la Inmaculada de Murillo, del Oratorio de San Felipe Neri, que puede verse de cerca. La imaginería expuesta es extraordinaria, con obras catedralicias, como el Ecce Homo de La Roldana, y otras de varia procedencia, como el primitivo Cristo de Vera Cruz de papelón, la Dolorosa de San Antonio, imágenes excepcionales de santos, figuras de clausuras de Chiclana y Medina; La Galeona reconstruida por Vassallo, y decenas de obras más. Sin olvidar, por supuesto, la enorme Custodia de Cádiz, montada completa con el Cogollo.

Una exposición que es bocatto di cardinale, que es como Las Edades de Cádiz, por la que merece la pena pagar una entrada, algo a lo que no se está acostumbrado aquí. Pero a lo que podemos ver en Traslatio Sedis tampoco se está acostumbrado aquí.

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