El Diácono Mario Ramírez Torrero fue ordenado sacerdote en la mañana de ayer en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas en una Eucaristía presidida por el Arzobispo Castrense de España, Monseñor Juan del Rio.
La misa fue concelebrada por los equipos de gobierno del Arzobispado, del Seminario Castrense, profesores de la Universidad san Dámaso, sacerdotes de la Diócesis de Cuenca, de donde procede el nuevo presbítero, y un nutrido grupo de capellanes militares.
En la homilía D. Juan del Rio destacó la perseverancia y la claridad de ideas del nuevo sacerdote. Virtudes que acompaña a su capacidad para relacionarse con los feligreses como ha sucedido durante su ejercicio como diácono en la parroquia de San Francisco de San Fernando (Cádiz). El Arzobispo también se dirigió a los familiares para felicitarles por el presbítero que desarrollará su ministerio entre militares y ajustándose a las necesidades y condiciones de cada momento. Es decir, cuando haya maniobras, deberá ir de maniobras o cuando haya navegación deberá navegar. Es un ministerio complicado, pero al mismo tiempo gratificante que se desarrolla durante 24 horas al día.
A la ordenación asistieron numerosos familiares y amigos del nuevo sacerdote desplazados desde su localidad de origen: Tarancón (Cuenca) y de San Fernando (Cádiz)
La tarde anterior se celebró la Profesión de fe y acto de fidelidad
“Dios llama a los que le responden”
En el Seminario Castrense Juan Pablo II tuvo lugar la profesión de fe solemne y acto de fidelidad, realizado por el nuevo presbítero y futuro capellán castrense Don Mario Ramírez Torrero, que va a ser ordenado el día 5 de mayo en la Catedral Castrense de España.
Dicho acto empezó por la oración como signo de alabaza a Dios, concretamente por las vísperas solemnes presididas por el Arzobispo Castrense de España, Don Juan del Rio Martin, que a continuación bendijo la casulla con la cual va a ser ordenado neo-presbítero como signo de la vida nueva y un inicio de servicio a Dios y a España. También en el mismo acto tuvo también lugar la bendición de un copón nuevo que fue donado a la catedral castrense por Doña María Teresa.
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