domingo, 8 de mayo de 2016

LECTURAS Y EVANGELIO VII DOMINGO DE PASCUA: ASCENSIÓN DEL SEÑOR.

dominicos.org

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 1, 1-11

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.
Una vez que comían juntos les recomendó:
–No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mí Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.
Ellos lo rodearon preguntándole:
–Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar la soberanía de Israel?
Jesús contestó:
–No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines del mundo.
Dicho esto, lo vieron levantarse hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndole irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
–Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo, volverá como le habéis visto marcharse.

Sal 46, 2-3. 6-7. 8-9 R. Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas.

Pueblos todos batid palmas, 
aclamad a Dios con gritos de júbilo; 
porque el Señor es sublime y terrible, 
emperador de toda la tierra. R.

Dios asciende entre aclamaciones, 
el Señor, al son de trompetas; 
tocad para Dios, tocad, 
tocad para nuestro Rey, tocad. R.

Porque Dios es el rey del mundo; 
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones, 
Dios se sienta en su trono sagrado. R.

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1, 17-23


Hermanos:
Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro.
Y todo lo puso bajo sus pies y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos.

Final del santo Evangelio según San Lucas 24, 46-53

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
–Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.
Y vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto.
Después los sacó hacia Betania, y levantando las manos, los bendijo.
Y mientras los bendecía, se separó de ellos (subiendo hacia el cielo).
Ellos se volvieron a Jerusalén con gran alegría y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.


Lectio Divina #OP800

Lectio Divina #OP800La Orden de Predicadores ofrece, a lo largo del 2016, una propuesta de Lectio Divinapara el Evangelio de cada día, preparada por distintos miembros de la Familia Dominicana de todo el mundo. Te invitamos a este encuentro con la Palabra de Dios, disponible gratuitamente en la página internacional del Jubileo:


Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.


Nos detenemos hoy en esta segunda dimensión del acontecimiento de la Pascua. Misterio indivisible, que para la utilidad de los bautizados, es presentado litúrgicamente en tres momentos, de modo que pueda ahondarse más, en lo que nos señalaba la oración colecta del primer domingo de cuaresma: avanzar en la inteligencia del Misterio de Cristo y vivirlo en su plenitud.
Dos cosas son importantes para la apreciación de la realidad: la mirada global y luego detallar los contenidos de la globalidad. Pues si esto conviene hacerlo en orden al conocimiento natural de las cosas, considero que es tanto más necesaria su aplicación al Misterio de Cristo, para que la vida de cada bautizado se vea impregnada de la vida que deriva de este Acontecimiento.
La Ascensión se corresponde con la inmediata glorificación del Crucificado. Su Resurrección deviene en glorificación. Y este Acontecimiento se adentra en la realidad de la Humanidad sumida en grandes contradicciones para posibilitar que, mediante la acogida del Resucitado, pueda levantar la mirada y descubrir una realidad diferente. Su misma existencia impulsada por la obra de la Redención a manifestar esta fuerza que todo lo transforma.
Se trata de hacer visible, por la vida de cada bautizado, que El sigue actuando en su Comunidad y que esta se encuentra abierta para acoger a todos en la plena comunión de vida con Jesucristo.
 

Fr. Antonio Bueno Espinar O.P. 
Real Convento de Santo domingo (Almería) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario