Se va notando que ya poco a poco se
va acabando el curso de todo que no tiene nada que ver con el año natural pues
una cosa es lo que es calendario y otra lo que empieza al acabar el verano y
termina justo antes de que este último comience.
Y se nota porque poco a poco los
artículos por mí firmados se van espaciando y solo atiendo a los que tengo
comprometidos dejando también descansar la “inspiración”.
Hace ya tiempo que no escribía nada
“desde Villaluenga” y no por qué no tenga nada que decir sino por todo lo
contrario. Es tanto lo que me inspiran al corazón que me pasaría escribiendo
horas y horas para intentar dibujar por medio de las palabras ese escaso minuto
que dura la explosión de colores de un amanecer por el puerto de las viñas, el
saludo desde cariño a Cristóbal, Lázaro,Juan Rosa mientras pasea a su
inseparable “Diana” o perder la misma noción del tiempo mientras Antonio
Benítez rasga el lienzo en su particular “buhardilla del arte”...
No, precisamente con Villaluenga del
Rosario no solo no se va sino que se acrecienta la inspiración.
Aunque una cosa no sustituye a la
otra en estos momentos he “aparcado” las palabras para dejar paso a la imagen
pues estamos en plena difusión del cartel del Corpus que está gustando mucho a
este bendito pueblo y que es una imagen preciosa de Maya Pérez de Alba con
diseño gráfico de Daniel González Novella y la magnífica impresión, como toque
final, de Jose M. Espigado y DIPREN.
Pero hoy no voy a hablaros de
Villaluenga aunque ya lo haya hecho sino de mi querido amigo Paco Hidalgo
Redondo y con él Ana, su inseparable mujer, así como sus hijos Lucía y
Francisco.
La verdad sea dicha que tanto
Hetepheres como yo somos mucho de spa y de los efectos medicinales que tiene
tanto para el cuerpo como para la mente. Por eso cuando una vez llegamos a
Grazalema, pueblo precioso al que queremos, valoramos y disfrutamos no solo
entre sus calles y casas, no solo perdiéndonos en lo inmenso de la naturaleza
que lo rodea, no solo de la magnífica gastronomía hecha en sus fogones, no solo
de perder la misma mirada sentadito allá arriba en la Ermita que se mantiene en
pie poniendo aguerrida resistencia a los avatares de una climatología tan
adversa y también a los años.
Disfrutamos y gozamos eso y también
las relaciones personales que a fuerza de ir por este precioso pueblo de la
Sierra de Cádiz ya se van fraguando y no es raro dar un paseo por su empinada y
recoletas calles y saludar a esos vecinos para los que ya vas siendo conocido.
Siempre que íbamos a Grazalema nos
decíamos que habría que visitar el spa aunque nunca lo hacíamos pues se nos
olvidaba lo esencial: ¡El bañador!
Fue gracias a María Jesús Alberto
Menacho, directora del hotel “La Posada” en Villaluenga del Rosario, que lleva
en el alma a toda la Grazalema, nos comentó de las virtudes de un lugar único
donde puedes relajarte y desconectar en plena Sierra.
Era por Navidad y la verdad sea
dicha por esas fechas tenía el cuello hecho una piedra de la contractura que
tenía que me impedía el mover ligeramente la cabeza. Un dolor muy profundo que
solo podéis entender los que sufren estas molestias musculares.
Estábamos disfrutando unos días de
vacaciones y cada vez que me levantaba o acostaba la cabeza me daba vueltas por el pinzamiento
de cervicales. Esto en verdad suena a mayor y es que a cada día que pasa mayor
nos vamos haciendo.
Estaba sentado en “La Posada” y
María Jesús me miró y me dijo que se notaba a la legua que estaba dolorido y me
espetó: ¡¡Llama a Paco, dile que vas de parte mía, no te arrepentirás!!
Dicho y hecho y el último miércoles
del año sobre mediodía hacíamos la entrada en el spa de Grazalema, ese que
siempre que lo veíamos nos decíamos. ¡Tenemos que venir!
Soy de los que me gusta hablar
cuando me están dando un masaje y por fuerte que pueda ser y lo dolorido que
vaya no es objeción para conversar pues soy de los que pienso que entablar
conversación es el primer paso para sentirte a gusto y empezar a mejorar.
Paco es un gran profesional pero
sobre todo es una buena persona y trabajadora que ha ido consiguiendo lo que
tiene paso a paso. Las instalaciones del Spa son inmejorables y la verdad es
que llegas a abstraerte de que están en un precioso pueblo en medio de la
montaña.
Es Paco un hombre extrovertido,
sencillo y humilde, un emprendedor nato que se involucra en todas las
tradiciones de Grazalema y fiel devoto de Santa Ángela de la Cruz que en
Sevilla llama “Madre Angelita”.
Paco es esa mano, fuerte, amiga que
te sostiene y te ayuda en cualquier momento.
Pero Paco no podría hacer todo solo
si no tuviera una estupenda Familia junto a él como es su mujer Ana y sus hijos
Lucía que son los verdaderos pilares de esta robusta casa.
Grazalemeño de pro lo mismo lo ves
en la Asociación del Toro de Cuerda, que pintando aquel paisaje único, que
ayudando en lo que pueda en la Hermandad de Padre Jesús o en su bendita Santa
Ángela de la Cruz o paseando por la calle La Bola en Ronda o Larios de Málaga.
Lo mismo lo puedes ver en
Villaluenga del Rosario de la que dice que es una joyita tomando un café con la
Jesús o charlando con los mayores de los duros tiempos con los que han ido
caminando por los senderos de la vida.
Aunque lo más seguro es que te lo
encuentres al frente del Spa, atendiendo a la enésima persona que viene para
hacer un necesario circuito o a sus fieles pacientes que necesitan descargar
los músculos, las emociones y vivencias con este hombre grandullón de cuerpo y
sobre todo de corazón.
La última que me charlamos me dijo:
¡Jesús, ya es hora que vayas terminando cosas pues necesitas descansar!
¡En ello estoy mi querido Paco! ¡En
ir terminando “cosas”!
Si vais a Grazalema pasad por el Spa
porque disfrutaréis una buena experiencia que descuadra por completo y al final
te hace sentir tranquilo, relajado y feliz.
Jesús Rodríguez Arias
Spa Wellness Grazalema
C/ Laguneta, 2
11610 Grazalema, Cádiz, España.
956132016
spagrazalema.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario