
Dos formas de ver un proyecto común como es la Hermandad.
Debo reconocer que en las dos candidaturas tengo grandes y queridos amigos a los que quiero de verdad, debo también reconocer que en los tiempos que corren no es fácil encontrar personas con esa entrega y capacidad de servicio hacia la Iglesia que en definitiva es la Hermandad pues vivimos en una sociedad ciertamente hedonista, vacía, y que hace verdaderos esfuerzos para alejarse de Dios aunque eso sea totalmente imposible.
Soy hermano de la Sacramental de Misericordia desde hace justamente 30 años en cuyas filas he salido revestido con la túnica negra, fajín de esparto azul y escapulario llevando un cirio rojo sacramental aunque eso eran otros tiempos en los que la edad y sobre todo la salud me acompañaban.

Ayer me imagino, como pasa siempre en estas circunstancias, que sería un día de alegrías y gozos para algunos y de decepción y tristeza para otros aunque pienso que hoy es el día del Compromiso de Todos.
Compromiso para trabajar por Dios, nuestra Madre la Iglesia, nuestros hermanos, que no olvidemos son nuestro prójimo, por medio de este apostolado esencial como es el cofrade y dentro del mismo por nuestra bendita Hermandad Sacramental de Misericordia.
Compromiso para mirar todos a una porque todos somos Hermanos en Cristo y María, en este caso bajo las advocaciones de Misericordia y Piedad, y Todos somos necesarios.
Compromiso para poner cada uno su "granito de arena" en el gran proyecto de Dios en la humanidad.
Compromiso para trabajar por y para nuestra Hermandad, por sus fines, sus objetivos, para que siga siendo lo que es, fue y si Dios así lo quiere lo será.
Y Compromiso para aceptar los planes que el Señor tiene para cada una de nuestras vidas con generosidad porque al fin y a la postre estamos aquí para que se haga siempre según Su Voluntad.

Mi gratitud y cariñoso abrazo a mi querido hermano en la fe, D. Juan Carlos Collantes Faz y resto de las personas que lo acompañaban en su candidatura por ofreceros a trabajar de esta manera por vuestra Cofradía y por seguir haciéndolo porque por encima de nombres y proyectos está la Hermandad que es lo mismo que decir que la Santa Madre Iglesia.
Ayer eráis dos ramas de un mismo tronco y hoy sois, somos, todos simplemente el mismo árbol que no es otro que nuestra Hermandad Sacramental de Misericordia.
Recibid todos mis queridos hermanos un fraternal abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Jesús Rodríguez Arias
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