lunes, 2 de marzo de 2015

PARA MEDITAR.


La vida es como una casa en construcción. 

Se abren cimientos, se coloca la varilla, el cemento, la arena, se tiene paciencia para que el cemento tome fuerza y resistencia. 
Se colocan los muros, los techos, la pintura, y al final, se logra una casa donde se comporte el amor de Dios, de la familia, de los amigos y de los vecinos. 

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