viernes, 23 de mayo de 2014

* EL SENTIDO DE MI VOTO.

Después de mucho tiempo me pongo frente al teclado con ganas de vencer el cansancio que se ha convertido en mi mejor compañero de viaje en mi lenta recuperación. 

La verdad os diré que me cuesta una enormidad el ponerme a escribir y el solo hecho de pensar que tengo que hacerlo me cansa mentalmente. 

Hoy, como quien no quiere la cosa, es el último día de la campaña electoral para elegir a los que nos representarán en el Parlamento Europeo. Estas últimas semanas hemos visto y escuchado de todo, lo que pasa es que ya nos creemos la mitad de la mitad.

En estos comicios el bipartidismo se ve aunque es de menos intensidad pues la oferta electoral se amplia con una mayoría de partidos minoritarios de los cuales algunos son muy interesantes en lo que ofertan y en los orígenes en los que se fundamentan. Creo que estas elecciones no son las del voto útil sino las del voto en conciencia.

La conciencia: Mal asunto para muchos políticos que juegan a la doblez del mensaje, esconden actuaciones hasta el momento que creen oportuno y que siempre van un paso más atrás de lo que demanda la sociedad.

Soy de los que me "tragué" el famoso cara a cara entre Arias Cañete y Valenciano y pude sacar dos conclusiones: El representante del Partido Popular es un europeista nato, un hombre que se conoce al dedillo el entramado burocrático y político de la Unión Europea aunque a mi no me ilusione porque de el perfil más de un tecnócrata que otra cosa y puestos a elegir yo siempre defenderé al anterior cabeza de lista popular el político valiente y de grandes convicciones como es Jaime Mayor Oreja que es el político que necesitamos en Europa y también en España.

Enfrente Elena Valenciano con un discurso mediocre en lo que se refiere a Europa y una defensa desproporcionada de unos temas que por importantes se tornan en banales en boca de los políticos del PSOE. ¿Qué pueden hablarnos ellos del paro, de la dignidad de la persona, de la pobreza...? No se pueden convertir en adalides de ninguna causa cuando son ellos mismos los que nos metieron de cabeza en esta crisis económica que tantas víctimas han sucumbido a la misma.

La campaña ha sido una malintencionada y pobre defensa de la  mujer. En pleno siglo XXI el Partido Socialista de Valenciano nos ha retrotraído a finales del XIX. ¡Es que con los socialistas siempre estamos retrocediendo!

Doña Elena utiliza una campaña de acoso y derribo hacia Arias Cañete por el innecesario comentario y se abraza y comparte un mitin con un señor que está condenado por maltrato a su mujer. ¡No logro comprender nada!

El PSOE de Doña Elena ha editado un vídeo a favor del aborto que es una auténtica inmoralidad, una bajeza propia de personas sin escrúpulos. Gracias a esas denigrantes proclamas, a esos vídeos, a esa chulesca interpretación de lo que debe ser la mujer está insultando a una inmensa cantidad de ellas que luchan a diario por sacar sus vidas y sus familias hacia adelante. 

Ya lo decía mi mujer, Hetepheres, el día del debate: "No me siento representada por Elena Valenciano porque con su actitud denigra a la mujer".

Ahora bien, ¿Qué podemos hacer las personas que tenemos unas convicciones, que guiamos nuestras vidas por una serie de valores que no son negociables, que tenemos un código de honor y que nuestros votos no están comprados por espurios intereses?

Yo lo tengo muy claro: ¡Voy a votar en valores!

Si yo soy un cristiano, un católico que intenta llevar la coherencia a su vida personal y pública no puedo votar a partidos que atenten contra la Vida, desde la concepción hasta la muerte natural, que fijen sus políticas en la destrucción de la Familia, que aniquilen todos los valores y virtudes que nos son inherentes, que se olviden de los más necesitados y que creen pobreza que destruye al ser humano.

Una persona creyente no puede votar a los que atentan a diario contra la fe, la Iglesia, nuestra moralidad.

Muchos me pueden decir, para esconder sus lógicos quebraderos de cabeza, que la Iglesia debe cambiar y yo creo que no, que los que deben cambiar son las personas que habitamos la faz de la tierra y que nos estamos olvidando de todo hasta de la propia conciencia.

Yo no voy a apoyar a ningún partido aunque tanto Hetepheres como yo votaremos en conciencia al partido que más se asemeje a nuestras convicciones éticas y morales. 

Lo demás se lo dejo a los demás.

Jesús Rodríguez Arias


1 comentario:

  1. Ha veces ha sucedido, cuando en mi localidad, se ha presentado opciones que tienen valores cristianos, o son muy pocos que lo conocen y le votan, pero quiénes no saben nada de tal partido no suelen votarlos. Los partidos que se hacen publicidad por la televisión, hay gente que se queda un tanto confundida, pero otros más atentos ya saben que hacer.

    En las pasadas elecciones, las opciones que yo me encontraba en las mesas, ya no había ni una sola opción de grupos que se interesaran por los valores cristianos, todos procedían del ateísmo. La situación es muy complicada.

    Si este año hubiese nuevos grupos que representasen los mismos valores que defiende la Santa Iglesia Católica, pues ahí pongo mi voto, porque aquel se pone de parte de Dios y no de los intereses egoístas y pecaminosas, pues el libertinaje no se debe aprobar.

    Los católicos debemos ser prudentes en momentos como eso, porque el demonio también se presenta en las elecciones: aborto, impurezas, ateísmo, fraudes y una larga lista de antivalores cristianos... del partido que sea.

    Y claro, es imposible que nuestros votos lleven a la condenación eterna.

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