miércoles, 28 de mayo de 2014

EL CARDENAL ONAIYEKAN SUGIERE EL DIÁLOGO PARA EL FIN DEL SECUESTRO DE LAS ESCOLARES NIGERIANAS.




En una carta escrita desde Roma, el cardenal nigeriano John Onaiyekan explica que hasta ahora no se ha producido un verdadero diálogo. Para que se produzca hay que hablar y escuchar. Además, asegura que no se pueden atender a las inaceptables peticiones de los terroristas. No se puede comparar a colegiales inocentes con terroristas detenidos por «delitos violentos y atroces». Este diálogo se debería realizar sin todo el boato y la pompa de la mesa de diálogo creada hace algunas semanas
Noticia digital (27-V-2014)

El cardenal nigeriano John Onaiyekan ha escrito una carta, desde Roma, en la que sugiere nuevas medias para la liberación de las escolares secuestradas en Nigeria. El texto ha sido publicado por el diario nigeriano Daily Times. Para el cardenal Onaiyekan el principal camino es el del diálogo, pero el de un verdadero diálogo.
Onaiyekan comienza su carta recordando la figura de otro cardenal, Francis Arinze, quien definía el diálogo como la acción de hablar y escuchar: «Hablas y escucho, hablo y me escuchas». Y, según el cardenal Onaiyekan,  en el proceso que se ha abierto entre el Gobierno de Nigeria y el grupo terroristaBoko Haram «ha habido mucha ambigüedad y confusión en lo que entendemos por el diálogo, dando lugar a la inconsistencia en las medidas prácticas que se han adoptado». Según el cardenal, las partes están «hablando demasiado y escuchando poco».
En el diálogo que sugiere el cardenal nigeriano no se contempla las concesiones inadmisibles a los terroristas. «El gobierno tiene razón al rechazar la demanda de Boko Haram para intercambiar a las niñas por sus compañeros presos», escribe. No se puede comparar a colegiales inocentes con terroristas detenidos por «delitos violentos y atroces».
No se puede aceptar el chantaje de los terroristas, ni se puede realizar una intervención armada. «La única opción que queda es, por tanto, un espacio de diálogo y de dura negociación que traiga a las chicas de vuelta sin establecer un precedente peligroso e inaceptable», asegura el cardenal.
Si el diálogo es la solución, «podemos evocar la sabiduría de la definición de diálogo pronunciada por el cardenal Arinze. Boko Haram ha hablado y el gobierno ha escuchado. El gobierno ha hablado. Esperemos que Boko Haramestá escuchando».
Este diálogo se debería realizar sin todo el boato y la pompa de la mesa de diálogo creada hace algunas semanas; «éste no es el mejor camino a seguir». Sería más eficaz, según el cardenal Onaiyekan, que la negociación sea llevada por «un pequeño grupo de elegidos, hombres y mujeres sabios, incluyendo figuras religiosas sobre todo de la fe musulmana , que trabajen silenciosamente en segundo plano, [...] desprovistos de toda agenda política transversal».
José Calderero
@jcalderero

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