martes, 20 de mayo de 2014

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER.

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Durante muchos días se apareció a los que lo habían acompañado de Galilea a Jerusalén y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo." (Lectura de Laudes). Dios nos pide, con una claridad indudable, ser sus testigos. Por lo tanto, estamos llamados a identificarnos con Cristo. Y, para testimoniar al Señor, Dios nos ayuda "apareciéndose"; tocando nuestro corazón; obrando, de verdad, en nuestra vida; procurando nuestra conversión; alentando nuestro amor por Él, por el Padre, por María. Fátima es un lugar favorable de testimonios, es un foco de conversión y un lugar de penitencia para "domesticar y dominar" nuestras comodidades y tentaciones. Fátima es un lugar favorable de "apariciones" de Cristo resucitado, lugar de oración, lugar para la adoración de Jesús Eucaristía, lugar de reconciliación con el Padre. Fátima se convierte en nuestra Galilea de hoy. La aparición —real, física y tangible— de María a los pastores es el testimonio —auténtico, transmisible y conmovedor— que nos ayuda a descubrir como ella se aparece en nuestro camino y, como Madre, nos lleva a su Hijo. Gracias, María, porque nos ánima a la conversión y nos pones ante Jesús. Gracias, Señor, por fomentar nuestra fe y hacernos testigos de tu vida y mensaje. Santa María de la Conversión, ruega por nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario