martes, 25 de febrero de 2014

PARA MEDITAR.

 
 
¿Te has parado a pensar en las veces que sonreímos al cabo del día? Cuántas veces nos resistimos a sonreír ante las cosas y las personas que nos encontramos. 
Y sin embargo, una sonrisa por la mañana, al levantarnos, pensando en todo lo bueno que nos ha ocurrido, o en la ilusión por lo que nos sucederá,  nos ayuda a enfocar el día con otra perspectiva, con otro humor. 
La sonrisa no empobrece a quien la da y enriquece a quien la recibe, dura solo un instante y perdura en el recuerdo eternamente.  La sonrisa no habla, pero dice mucho de quien la da y es portadora de mucha información positiva. Sonreír libera endorfinas, aporta color, calor, ilusión... No te olvides nunca de sonreír. 
 

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