* DESDE VILLALUENGA: A PEDRO GARCÍA.

"Casa de la Panadería". Plaza Mayor de Madrid

¡Ya ves amigo Pedro hoy este post te lo escribo y dedico a ti desde tu eterno Madrid!

 

Es Pedro un buen hombre del que te puedes fiar siempre porque no te va a engañar. Destacaría de él que es un trabajador incansable y amante de su profesión aunque, por circunstancias, haya desempeñado otras funciones en la vida él siempre será un magnifico cocinero.

 

Casado con Toni Montiel  y con dos hijos: Pedro y Adrián ha regentado uno de los restaurante con más fama en Villaluenga del Rosario así como en el resto de la Provincia, de Andalucía e incluso de España. Les estoy hablando de mesón "La Cancela". Siendo archifamosas sus patas de cordero asadas. Tengo un buen amigo, el historiador Rafael Sánchez Saus, que siempre que nombra Villaluenga se acuerda de las patas de cordero de "La Cancela".

 

Pedro es ese de tipo de personas con las que te gusta estar, hablar, compartir pues siempre se aprende. De él he podido conocer el pasado de mi querido pueblo, el presente y podemos pasar horas imaginando el futuro porque eso es lo que podemos hacer con el tiempo que está por venir: ¡Imaginárnoslo!

 

Hombre familiar adora a su mujer con la se complementa a la perfección y a sus hijos. Pedro hijo está tomando el relevo en "La Cancela" ayudado por sus padres y Adrián es un joven de su edad enfrascado en sus estudios, en sus amistades y en sus sueños porque si a esa edad no se tienen sueños os puedo decir que no se tendrán en la vida.

 

Mi amigo Pedro está contentísimo con el curso que está realizando de apicultura. Sé que es un alumno aplicado, buen compañero, que va a sacar mucho provecho de este aprendizaje pues después puede poner todo en práctica ya sea de forma culinaria u otras que seguro que tiene en mente.

 

Te digo, querido amigo, desde ya que estoy deseando probar la miel que tus abejas, las que cuidas con desmesura, produzcan porque, como bien sabes, la miel es buena para el estómago y en lo segundo es donde yo en estos momentos adolezco.

 

Hombre de campo que disfruta con la naturaleza, que la goza hasta cota inimaginables aunque en su primera juventud haya vivido por la tierra donde yo ahora me encuentro: ¡Madrid!

 

Sabes el fin y objetivo de este viaje a la Capital de España, sabes de los padecimientos e incluso dolores que me atenazan en algunos momentos puntuales debido a las pruebas que me estoy realizando, sabes que este viaje no es de ocio ni de placer aunque por eso he querido dedicarte este post que sale con más fuerza de mi corazón aunque mis fuerzas vayan apagándose según van pasando los días y las pruebas médicas.

 

Hoy, esta mañana, nos hemos dado una vuelta por nuestro eterno Madrid, el Madrid de los Austrias, hemos ido hasta la Plaza Mayor, que es la foto que preside este post, y hemos caminado por sus calles en medio de un ambiente gris y con escasa lluvia. En el momento que te escribo este post está el sol fuera.

 

No he querido escribirlo, aunque si lo publique a esta hora, de noche porque después de la prueba a la que me debo someter seguro que no me quedan ni fuerzas, ni ganas, ni ánimo para ponerme de nuevo ante el ordenador, para escribir e interpretar lo que desde mi corazón quiere expresar. No, mi querido Pedro, no sería justo ni por ti ni por la amistad y el cariño que te profeso a ti y a tu querida Familia.

 

Escribo este post con destino a Villaluenga, a mi querido amigo Pedro García, desde el viejo, romántico y eterno Madrid que hoy nos une pues él amando con locura a nuestro pequeño pueblo también parte de su corazón lo tiene atrapado por esta tierra del centro de nuestra España.

 

Porque Pedro ama sin paliativos a Villaluenga del Rosario y lo demuestra y ha demostrado siempre. Ha sido miembro de la Corporación Municipal quedándose muy cerca de ser elegido alcalde y el ser concejal en un pueblo tan chico tiene algunas ventajas e inconvenientes aunque el prefirió defender el modelo que tenía para Villaluenga que mirar su propio interés o comodidad. Por eso os digo que Pedro García es un amante y buen hijo de su pueblo.

 

Mi querido amigo:

 

A la hora que publique este post ya me habrán puesto la sonda nasogástrica que tengo que tener durante 24 horas y por muy bien que me encuentre seguro que no tengo muchas ganas de nada por eso te digo, aquí y ahora, que vales mucho la pena, que eres un buen hijo, buen marido, gran padre, mejor amigo, que estoy orgulloso de contar con tu sincera amistad y que sé que la misma es para siempre.

 

Te pido lo que les pido a todos a los que le dedico un post: ¡No cambies nunca!

 

Recibe todo nuestro cariño que está unido a la admiración y respeto que te profesamos, que le profesamos a toda tu querida Familia.

 

Un fuerte abrazo y que Dios siempre te bendiga.

 

Jesús Rodríguez Arias

Nota: Mi querido Pedro: He hecho bien al escribirte este post, salido desde el corazón, esta tarde porque ahora en la situación y el estado en el que me encuentro no hubiera podido ni escribir la mitad de lo que he escrito y que es siempre mucho menos de lo que tu te mereces.