lunes, 16 de septiembre de 2019

* POR MISERICORDIA






Hoy mi tribuna de todos los lunes en Información San Fernando va dedicada por completo a mi querida Hermandad de la  Misericordia y expreso desde la Libertad en la que vivo lo que pienso, opino, así como muestro mi apoyo a quienes  para mí representan la esencia de lo que ha sido desde esta Cofradía del Jueves Santo isleño  de la que soy hermano desde 1986.

Sé que este artículo ha causado alegría por una parte y enfado por otra y también sé que eso entra dentro de la más absoluta normalidad en las que nos movemos los articulistas de opinión pero a estas alturas no cambio de bando, ni de orilla, y tampoco de forma de pensar pues sé a los que quiero y en quienes confío.

Así de sencillo o complicado según el cristal con el que se mire...

Jesús Rodríguez Arias



POR MISERICORDIA



Los veranos de antaño, cofradieramente hablando, eran mucho más tranquilos que los de ahora y salvando los trabajos relacionados con las casetas  en la Feria del Carmen y de la Sal amén de las procesiones de alabanzas fijadas en el estival calendario de cada año se podía decir que en los antiguos almacenes y casas de hermandad se notaba eso que llaman calma chicha. Ahora todo parece haber cambiado pues hasta la designación del Pregonero de la Semana Santa amén de los correspondientes nombramientos cuaresmales se hacen en el tedio veraniego.

Pues en este verano, que ya va terminando, se nos informó por las redes sociales por parte de la Hermandad de la Misericordia que adelantaba el cabildo general de elecciones al 20 de septiembre en vez de celebrarlo en su fecha en la primavera del año próximo. Se nombran garantes de la vida ordinaria de la misma a la junta de mesa con el párroco, Padre Luis Palomino, al frente hasta la fecha de las votaciones.

El verano se ha ido caldeando más de la cuenta y no sólo por las tórridas temperaturas que hemos tenido que soportar durante el mes de agosto pues en julio hay que reconocer que ha hecho fresquete.

Soy hermano de Misericordia desde el año 1986 y aunque la hermandad de mi vida siempre ha sido y será Afligidos puedo decir con emoción y orgullo que he salido en sus filas con mi hábito nazareno, que me tuve que hacer ex profeso por mi altura, y el último año me revestí con mi túnica tuve el privilegio de ser el último nazareno-penitente antes del siempre majestuoso paso palio de la Virgen de la Piedad. Muchos nuevos hermanos, muchos de los que han llegado de otras cofradías, cuando hablan conmigo se sorprenden de que sea hermano y además de cierta antigüedad aunque en esto último el mérito es solo cumplir años y ya voy rozando la cincuentena.

Por eso os confieso me que alegré sobremanera del adelanto del cabildo para las elecciones de esta querida cofradía pastoreña porque pienso es lo mejor que le puede suceder sin ninguna duda. Diré que soy de los que opina que Misericordia perdió el rumbo hace ya mucho tiempo y en los últimos años se ha ido confirmando esta triste realidad. Dicen que los experimentos en casa y con gaseosa y aquí se han hecho demasiados “experimentos” que ha dejado tocada y  espero que no “hundida” a esta corporación nazarena.

Quienes bien me conocéis sabéis que no suelo hablar con medias tintas y por tanto pienso que si queremos recuperar las raíces de lo que siempre fue esta Hermandad hay que apostar decididamente por apoyar a la candidatura que representa la esencia de la misma pues en ella te encuentras con hermanos reconocidos y conocidos por pertenecer desde siempre a la Misericordia.

La candidatura encabezada por D. Jesús Benjumeda Jaén contiene los ingredientes perfectos para volver a ser lo que fuimos: ¡Una gran Hermandad en todos los sentidos! Los hombres y mujeres que la conforman lo hacen únicamente por la Hermandad donde han nacido, crecido, se han casado, han despedido a sus seres queridos, han vivido la fe y crecido en ella. Son cristianos-cofrades de fiar y totalmente fiables en estos convulsos tiempos donde todo parece estar permitido y donde el arrianismo herético quiere instaurarse para destrozarlo todo y sobre todo a la Madre Iglesia.

Ni que decir tiene que la otra candidatura tiene mis respetos como no podía ser de otra forma aunque no cuenten ni con mi apoyo, ni con mi confianza, ni con mi voto, pues lo cortés no quita lo valiente.

Estamos ante la última oportunidad que tiene  Misericordia de ser la Hermandad que fue, está en la manos de sus hermanos el que así sea. El próximo viernes 20 de septiembre tenemos el derecho y el deber de votar en conciencia y con coherencia personal quiénes son las mejores personas para regir nuestra hermandad y hacerlo desde la libertad, confianza y sin miedo. ¡Sin miedo a cambiar!

Por mi parte queda todo dicho.

Jesús Rodríguez Arias



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