lunes, 15 de julio de 2019

* ES LA VIRGEN DEL CARMEN






Cada vez que se acerca el día de la Virgen del Carmen mi corazón late de otra manera...

Cada vez que se acerca el día de la Virgen del Carmen mi corazón se llena de recuerdos...

Recuerdos de mi  niñez y primera juventud en torno a un barrio humilde y marinero, recuerdos en torno a la Iglesia Conventual que cobija a la Patrona, recuerdos de mi madre María del Carmen, recuerdos que solo pensarlo me llena de emociones...

Hoy mi semanal tribuna es muy personal, ciertamente íntima...

Jesús Rodríguez Arias 


ES LA VIRGEN DEL CARMEN




Es Gema muy de la Virgen del Carmen como también lo es Joaquín y su mujer María del Carmen. Y es que la Patrona de nuestra Isla simplemente apasiona atrapando tu corazón por los siglos de los siglos.

Es Leo, mi querido amigo y hermano, muy de la Virgen del Carmen como lo fue su padre Leonardo, que hace años está junto a Ella, como lo es su madre Pepi.

Es Cheri muy del Carmen como su mujer Chari así como Agustín, Mamen, Vicente, Lucía… La llevan impregnada en el corazón y la sirven cada día de sus días…

Es Ismael un enamorado de la Virgen del Carmen, donde radica su Fe y Devoción más pura y sincera, donde pierde la mirada en la lejanía del Campo de Gibraltar donde trabaja y donde está radicada su querida Familia…

Es Pepín un enamorado de la Virgen del Carmen como lo es Quique, su familia…

Pienso que La Isla en vez de León o San Fernando tendría que llamarse del Carmen porque toda ella venera a esa morena Virgen de negros tirabuzones que se encuentra en la Iglesia Conventual que lleva su nombre.

Es Vicente, Miguelo, Juan José, Salvador, Antonio, Pepe,  y así podríamos seguir  nombrando a miles isleños que cobijan en su alma su amor a la Reina y Madre del Monte Carmelo que es Patrona y Alcaldesa Perpetua de esta Isla de esteros y sal así como Patrona de la Armada Española que es la que fundamenta los orígenes de esta Ciudad.
Es la Virgen del Carmen la que ha llevado a las puertas del mismo cielo a cientos de miles de buenos cañaíllas que cogiditos a su mano y su escapulario al cuello se han presentado ante Dios con tan inmejorable salvoconducto.

Y es la Virgen del Carmen la devoción de devociones de San Fernando, es la Madre que siempre tuvo en sus ojos y en sus besos mi abuelo Félix, mi madre María del Carmen, a quién siempre que podía se escapaba para rezarle mi bendita Tata, a quién siempre tuvo consigo mi tía Magdalena, a quién quería con la propia vida mi querido hermano en la eternidad Ignacio Bustamante o José Ramón Cué…

Si, es la Virgen del Carmen la Patrona de La Isla y de los que somos isleños y cañaíllas desde los más profundos orígenes. Es la Madre de los enfermos, de los que están perdidos y rehúsan ser hallados, de los que ya sienten que la muerte se acerca y la esperan con ese desasosiego innato de dejar aquí a los suyos pero a la vez con el deseo de encontrarse cara a cara con el mismo Dios.

Mi Fe se hizo mayor con la Virgen del Carmen y eso no se puede olvidar porque Ella está entroncada a mi vida como mi ayer, mi hoy, mi siempre…

Y aunque ahora este niño del Carmen, de las Callejuelas benditas, ya no viva cerquita suya sino que lo que lo hace en el pueblo más pequeño de toda la Provincia de Cádiz, también el más alto según el nivel del mar, aunque ya no respire a sapina, a sal, ni las salinas formen parte de su día a día siempre recordará San Fernando, siempre rezará a la Virgen del Carmen que en Villaluenga se llama Rosario porque las dos marineras advocaciones dan nombre a la Madre de Dios, a la Virgen María, quién dio vida al Redentor para salvar las nuestras.

Y lo que son las cosas de Dios, los regalos que nos ofrece a la vuelta de la esquina, que siendo de La Isla, carmelitano y callejolero, a unos pocos kilómetros de mi lugar de residencia se venera con inmensa devoción a la Virgen del Carmen que no navega en los mares de la gloria sino que reina en Sierra donde el cielo se une a la montaña y la gente es buena, donde la Iglesia de San José con su Novena se llena y cuando sale a la calle este bonito Pueblo se paraliza porque está en la calle la Reina y Madre del Carmen y de todo Grazalema.

Y es que esté donde esté la Virgencita siempre por mí vela y a horas de tu día solo decirte: ¡Felicidades María! ¡Felicidades Carmela!

Jesús Rodríguez Arias




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