
Lafayette, Oregon (Domingo, 14-07-2019, Gaudium Press) El Diácono permanente José Montoya, quien sirve en la parroquia de San Pedro en Newberg y trabaja como administrador de la planta física de la Abadía Trapense de Nuestra Señora de Guadalupe cerca de Lafayette, Oregon, Estados Unidos, frustró un ataque de un invasor a la Abadía, tras haber sufrido un golpe por sorpresa por parte del agresor.
| Diácono permanente José Montoya. Foto: Parroquia de San Pedro en Newberg. |
El Diácono Montoya, de 52 años de edad, se encontraba fuera del templo de la abadía cuando un hombre musculoso de 31 años ingresó al templo, aparentemente para orar. A su salida, el invasor se acercó sigilosamente al Diácono, quien justo volteó a ver en el momento que el agresor le lanzó un fuerte puño que lo envió al suelo. El Diácono se puso de pie y encaró al invasor preguntándole sus motivos, y fue atacado nuevamente.
En medio de la pelea, el Diácono consiguió arrojar al suelo al agresor, pero también cayó y fue golpeado repetidamente. El invasor se dirigió corriendo hacia uno de los edificios de la abadía donde se reciben huéspedes, presumiblemente para continuar atacando a los presentes. A pesar de los golpes, el Diácono Montoya persiguió al hombre y consiguió derribarlo en medio del jardín, lo que permitió que los trabajadores lo apoyaran y controlaran al agresor. El hombre gritó en español que había recibido órdenes del maligno para golpearlo.
La policía arrestó al agresor, quien fue identificado como Milton Martinez Carmona, quien se encontraba en libertad condicional tras haber protagonizado una persecución a alta velocidad en 2017. Además es acusado de haber roto los cristales de la casa de sus padres recientemente y de haber ofendido a mujeres en un restaurante local.
La respuesta del Diácono fue calificada como una sorpresa por el propio ordenado, quien es conocido por su amable trato a los demás. "Mi reacción fue diferente a lo que yo esperaba como Diácono, como hombre de la Iglesia", comentó, afirmando que ha reflexionado mucho sobre los hechos. "En realidad, mi intención era protegerme y detener la amenaza". En cambio, para el Director de la Oficina para el Diaconado de la Diócesis de Portland, Diácono Bran Diehm, no existe duda de la bondad de su actuación. "El rápido pensamiento y la fuerte respuesta del Diácono José para poner fin de una forma segura a una situación peligrosa pudo proteger a otros que estaban en la Abadía".
Con información de Crux.
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