SÉ HUMILDE
La verdadera humidad consiste en conocernos profundamente. Así nos damos cuenta de nuestras habilidades y limitaciones.
Una persona humilde valora las cosas sencillas, reconoce que todo tiene su función y sentido y, sobre todo, es agradecida.
Si quieres poner en práctica la humildad en la familia...
- Reconoce que no lo tienes todo y que necesitas a los demás.
- Enséñale a tu hijo a reconocer sus posibilidades y aceptar sus limitaciones. Somos grandes y limitados a la vez.
- Parte de la humildad consiste en creer que no tenemos la verdad absoluta. Por eso es importante enseñar a expresar las propias opiniones y respetar las de los demás.
- Disculparse es una forma sencilla de reconocer que nos hemos equivocado. No somos perfectos.
- No debemos avergonzarnos por las cosas que no tenemos. Debemos sentirnos felices por lo que somos. Así pues, tampoco debemos aparentar lo que no somos ni presumir de lo que tenemos.
- Es necesario ser agradecido. Enséñale a dar gracias a Dios, a la vida o a los demás por lo qué es.
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