Una noche, como tantas que escribo hasta la madrugada en mi Atalaya de Villaluenga del Rosario, recibo un mensaje de mi querida y buena amiga Ana María Gutiérrez en la que me da cuenta que piensan en ella para Anunciar la Navidad en Jerez del Frontera cuya organización estaba a cargo de la Salesiana Hermandad de la Redención.
Nos pusimos a charlar y me contó que ya lo había hecho en Cádiz así como en otros sitios pero que este encargo era muy especial para ella pues era en Jerez de la Frontera, donde había nacido, en la Familia salesiana, a la que pertenece, y en su hermandad...
Le dije que era una plaza muy difícil porque no es solamente el fondo de la cuestión que en ese entonces pensaba escribir sino que se unían los lógicos sentimientos que hacen todo sea más intenso, más especial.
Ana María que es jerezana de cuna y que tiene sangre payoya empezó a escribir y a vivir muchos meses antes lo que es la Navidad.
Sería en el mes de octubre, más concretamente en la noche del 6, cuando recibí una llamada de Ana María la cual me decía lo ilusionada que estaba ante el Anuncio de la Navidad, de su Navidad, de la que quiere expandir para que se viva según el fundamento que la fundamenta y que no es otro que la Venida del Niño Dios al mundo. Me habló de todo lo que llevaba a cabo esta populosa hermandad, que si los diversos talleres, encuentros formativos, actos, misas... y luego me dijo que le encantaría que fuese yo el que presentara el acto en cuestión y a ella el sábado 8 de diciembre. Se produjo un silencio...
Y le contesté, lo que en verdad siento, que era un honor, un privilegio el aceptar su ofrecimiento y el de la hermandad porque no todos los días se participa de una forma tan directa en un proyecto tan bonito como es Anunciar al mundo que el Niño Jesús está al venir y con Él todo el Amor que lleva en su corazoncito.
Me dijo que quería que pusieran en el cartel a modo de presentación y le dije que solamente Caballero Hospitalario pues estoy muy orgulloso de pertenecer a esta Benemérita Institución que tiene como única misión la Caridad Cristiana y la defensa de la Fe y de la Santa Madre Iglesia a la que pertenecemos como miembros de pleno derecho. Más en el día en el que celebramos el día de nuestra Patrona, la Inmaculada Concepción.
Ella se emocionó y yo le dije una cosa que llevo grabada en el alma: Si una persona que quiero me pide algo estoy a su entera disposición y si también llega sangre payoya por eso lo dejo todo.
Y gracias a esta encomienda de Ana María he podido conocer una Hermandad con mayúsculas, una Hermandad que es una Familia en torno a la Fe y a sus hermanos, una Hermandad que se nota que todos se encuentran a gusto, que todos son necesarios, que todos mantienen inquebrantable ese inmenso carisma salesiano.
Y pude conocer a un hombre afable y bueno como es su hermano mayor, D. Agustín Llama, y pude conocer a un joven inquieto que intenta llevar todo para adelante con pasión y alegría como es Rafa López Ruiz, y pude conocer hermanos con nombres, apellidos, caras y corazones dados a la buena voluntad.
Y cuando conoces ese rico manantial de Fe Cofrade, ya todo resulta demasiado fácil aunque también el listón se eleva porque no puedes defraudar a tantas buenas personas, a tan nobles cristianos y cofrades, a tan querida amiga que se ilusiona y vive haciendo grande la pequeñez.
Y llegó el día, llegó el 8 de diciembre, y todo se desarrolló según mandan los cánones no establecidos de lo que es la comunicación y os debo decir que Ana María Gutiérrez Rodríguez rasgó el corazón de todos con un profundo mensaje en prosa y verso que emocionó y enalteció por igual ante la llegada del Niño Dios que es en verdad la Navidad.
Gracias, de corazón mi querida Ana María por hacerme compartir un momento tan bonito de tu vida, de hacerme compartir tantas emociones previas, de presentarme a Hermandad como es la Redención Salesiana que ya siento muy mía.
Gracias querido Agustín, hermano mayor, por abrirme las puertas de la Hermandad, por hacernos sentir a mi mujer y a mí en Casa.
Gracias querido amigo Rafa por ser como eres, por tener ese corazón desbocado, por vivir con la pasión que solamente tienen los tocados por el mismo Dios.
Gracias Padre Don Mario Pardos por su buena disposición, su cercanía, su amabilidad.
Gracias a Charo Collantes y Miguel Rodríguez Onsalo, nuestros tíos, que vinieron expresamente pues la primera fue una gran colaboradora de un salesiano ejemplar como es José María Uceda Aguilar, ya fallecido e inmensamente reconocido en Jerez de la Frontera, que era tío carnal de Charo, su hermano Miguel y de Conchita, madre de Hetepheres y que este año no celebró su día con nosotros sino que lo hizo junto a Jesús en el mismo Cielo.
Gracias a Hetepheres por apoyarme, por estar siempre a mi lado y por aguantar esta pasión por escribir, por meterla en tantos follones, por casarse conmigo.
Y Gracias a Dios, principio y final de mi vida, porque gracias a Él he podido poner una pizca, un granito de arena, para que mi buena amiga Ana María Gutiérrez Rodríguez Anunciara la Navidad como ayer lo hizo y que nos cautivara a todos con palabras salidas de su inmenso corazón.
Ayer se Anunció la Navidad en Jerez y hoy vivimos en la Esperanza de contemplar nuevamente al Niño.




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