jueves, 25 de febrero de 2016

* DESDE VILLALUENGA: BONITA PREVISIÓN.




Llevo unos días en los que los mensajes y llamadas que recibo me dicen siempre lo mismo con lógica alegría y expectación: ¡¡Oye Jesús, hay previsiones que nieve en la Sierra este fin de semana!!

Y aunque ojalá sea así pues pienso que para nuestro pueblo y entorno el que nieve supone un fuerte ingreso extraordinario caído del cielo aunque los pastores y ganaderos lo pasan verdaderamente mal.

Todos sueñan con el “oro blanco” uno para su disfrute, otros para recibir un buen número de visitantes que nivele la economía del lugar y otros los sacrificios que tendrán que hacer para llegar a su ganado en pleno campo con la peligrosidad que la nieve y hielo conlleva.

Todos piensan en las previsiones porque al fin y a la postre todos tenemos nuestros sueños y el pasar un día de nieve donde todo ve se vislumbra con tonalidades blancas azules y negras que dejan paisajes de verdadero ensueño por esta parte del mundo es uno de ellos.

Mi previsión se ha cumplido y no es que haya nevado sino que desde hace unas horas ya me encuentro en este bendito pueblo de Villaluenga del Rosario que para mí además de Hogar en remanso de paz, espiritualidad, alegría y buena gente.

He adelantado un día para disfrutar más con los que me siento realmente feliz tan complicado o sencillo como se quiera entender.

He adelantado un día para ver ver amanecer como solo se hace en Villaluenga, para disfrutar de la intimidad de esta pequeña joya enclavada entre montañas, respirar el silencio, sentir la paz, tocar con los sentidos ese saludo, esa conversación, el cariño que noto a cada paso.

Sí, me negaría a mi mismo si dijera lo contrario.

Por eso cuando hoy mi querido y buen amigo como es Tachy Barea, colaborador de SED VALIENTES y autor de la impresionante fotografía que ilustra nuestro cartel de Semana Santa que tanto está gustando por todos los lados, me regala esta preciosa imagen con un atardecer único de los que se suele contemplar en Villaluenga he querido plasmar mis sentimientos de inmensa alegría, de intensa esperanza, de emocionadas vivencias en este humilde y personal artículo.

Mis previsiones se han cumplido: ¡¡Ya estoy en Villaluenga del Rosario!! Si nieva o no será parte del gran regalo que un día me ofreció Dios cuando me trajo y caí perdidamente enamorado de este bendito pueblo que tanto me ha dado y sigue haciéndolo al que estaré agradecido más allá de la eternidad que como todos sabemos está donde se pierde la vista sobre el Caíllo.

Quiero terminar cantando una canción de cuna, una nana, a Villaluenga que es una preciosa niña abrigada entre montañas.

Os dejo con la “Nana a Villaluenga del Rosario” que tuve el inmenso honor de declamar en el pregón de la Feria y Fiestas de este pasado año 2015.

Y Villaluenga del Rosario es el eterno Caíllo...

         Villaluenga es un pueblo acunado entre montañas,
         y el Caíllo cada  noche le canta una nana,
         “duérmete mi cielo, estrella de la mañana,
         duérmete mi niña de carita aterciopelada,
         duérmete estrellita de luz limpia y clara,
         duérmete que velo tus sueños lucerito del alba.

         Duérmete princesa mía que reinas mi morada,
         duérmete que hasta las nubes te tapan,
         para que el frío y la nieve no enfríen tu mirada,
         duérmete cariño mío mi eterna enamorada.

         Duérmete que la noche pronto pasa,
         duérmete tesoro mío luna de mi alma,
         duérmete tranquila que brazos te abrazan,
         que el Caíllo a Villaluenga la acuna y guarda.


Jesús Rodríguez Arias

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