martes, 27 de enero de 2015

PARA MEDITAR.


Mark Twain escribió esta sabia observación: 

"Esforcémonos en vivir de manera que cuando lleguemos a la muerte, hasta el director de la funeraria lo sienta". 

A los que más se echa de menos al morir son aquellos que trataron sinceramente de hacer mejor al mundo durante su estancia en él, más bien que aquellos que han tomado mucho de la vida y han dado poco. 
Aquellos que han tratado de enriquecer el mundo, en servicio de los demás, y no tanto a los que se enriquecieron a sí mismos aun con  desmedro de la misma comunidad. 
Así, en esta vida los que aman son amados por todos. Las personas desaparecen, pero su recuerdo grato e ingrato perdura mucho tiempo; y, sobre todo, perdurará para siempre en el Corazón de Dios, que aprobará o reprobará. 

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