martes, 27 de enero de 2015

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER.

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "...¿Quienes son mi madre y mis hermanos?". (Evangelio del día). Jesús formula esta pregunta cuando le dicen que su madre y sus hermanos están fuera esperando. Y también nos la formula a nosotros hoy. Sería muy fácil responder con lo que dice el Evangelio y nos quedaríamos tan panchos. Pero esa respuesta implica, por un lado, muchísima docilidad y, por otro, no daría respuesta a lo que son nuestros familiares de sangre. Y la respuesta que Jesús plantea, "el que cumple la voluntad de Dios", no deja de ser verdad. Meditando la pregunta, me llega el sentimiento de que "mi madre y mis hermanos" son mis familiares y los "cercanos" que quiero y están en mi "onda", pero, aunque me quede corto, no percibo que sean más. Aún así, entiendo que la pregunta de Jesús no se refiere sólo a reconocer esta filiación espiritual con "todos los que cumple su voluntad", sino a que, una vez reconocida, ¿luego qué? Por ello, vivir el Evangelio no es quedarse parado, inmóvil, "mirando al cielo", sino que te pone "en marcha", te lanza. Por ello dejemos nuestra comodidad, dejemos de "mirarnos el ombligo" y de  "vivir de las rentas" y pidamos a Dios que nos conmueva y nos provea de nuevos "bríos evangélicos". Santa María de Caná, ruega por nosotros.

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