sábado, 4 de mayo de 2013

ASIA/PAKISTÁN. LA IGLESIA: "LA VIOLENCIA ES UN ATENTANDO A LA DEMOCRACIA: LAS ELECCIONES CONDICIONADAS POR EL MIEDO".




Karachi – “Se esta produciendo un verdadero atentado a la democracia en Pakistán. La enorme ola de violencia que se está produciendo está aterrorizando a la gente común. Mucha gente, por temor a los atentados y explosiones, no irá a votar. Las elecciones están influenciadas por este clima de tensión. Hay fuerzas que no quieren las elecciones”: esto es lo que declara a la Agencia Fides el p. Mario Rodrigues, director de la Comisión de Pastoral Juvenil de la Archidiócesis de Karachi, una de las ciudades más afectadas por la violencia que, en vista de las elecciones del 11 de mayo próximo, ha golpeado sedes y candidatos de varios partidos políticos, como la Awami League, MQM, el PPP y otros . El asesinato del fiscal Chaudhry Zulfiqar Ali, fiscal en la investigación sobre el asesinato de Benazhir Bhutto, ha agravado el clima de intimidación. “La gente no sale de casa, tienen miedo de ir a lugares públicos, por lo que con más razón se mantendrán alejados de los centros de votación, blanco preferido de los posibles atentados”, dice el sacerdote a Fides. Para evitar riesgos, “las escuelas y las instituciones cristianas permanecerán cerradas en Karachi ya desde el próximo jueves, ante las elecciones del sábado, 11”. Karachi ha sido siempre una ciudad muy violenta, pero “ahora es mucho más, se carece de las condiciones básicas de seguridad para los ciudadanos”, señala el padre Rodrigues. “¿Y que es lo que hacen las fuerzas policiales y de seguridad para prevenir y evitar estos ataques?. El actual gobierno tiene sus propias responsabilidades en este sentido”, continúa. También hay “fuerzas oscuras que aterrorizan y que tienen como objetivo el control del poder”. Por no hablar de “los movimientos terroristas islámicos, que han anunciado atentados”. De esta inestabilidad general, podrían surgir “escenarios más preocupantes” como nuevos “golpes de estado” militares, nada nuevos en la historia de Pakistán. La Iglesia Católica, como una pequeña minoría, continúa el padre Mario, “es espectadora de esta situación, continúa orando y predicando los valores de transparencia, paz, respeto por la vida humana y los derechos humanos, de democracia”. Una esperanza, señala el sacerdote dedicado a la pastoral juvenil, “sólo puede venir de los jóvenes, que quieren un cambio, pero también tienen miedo”.

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