domingo, 15 de julio de 2018

UN REAL QUE SIGUE MUY COFRADE EN LA ISLA


La clientela de la caseta de Caridad atendiendo a una actuación, el Día de la Mujer.

Manuel del Solar
Como cada año, uno de los principales reclamos de la Feria del Carmen y de la Sal son las casetas de las hermandades, que se convierten en lugar de encuentro para los hermanos y para el público general que desea vivir las fiestas en sus ambientes más tradicionales. A pesar de esto, las dificultades a las que se han visto sometidos los caseteros durante los últimos años no han escapado a las cofradías, que han visto como el número de casetas se reducía. Este año han sido Borreguito y Ecce Homo las hermandades que finalmente han decidido no asistir y que se suman a la lista de abandonos de la Feria de otras ediciones.

Caseta No ni ná adornada con rejas, estructuras de madera, telas, macetas o celosías, en una imagen captada el pasado jueves. Caseta No ni ná adornada con rejas, estructuras de madera, telas, macetas o celosías, en una imagen captada el pasado jueves.
Caseta No ni ná adornada con rejas, estructuras de madera, telas, macetas o celosías, en una imagen captada el pasado jueves. 

Estética con sentido y sensibilidad
El lado positivo es que aún quedan hermandades que siguen apostando por esta fiesta y que han decidido sacar adelante sus casetas. Para esta edición se han mantenido nueve entidades, que se encargan de ofrecer los entretenimientos típicos a aquellos que los visitan.

Una de ellas es la hermandad del Prendimiento, su hermano mayor, Rafael López, asegura que "las labores de preparación de la caseta han sido duras, pero tenemos muchos hermanos que han trabajado muy bien para que estuviera lista para la gente". Este año lucirá un toque cofrade, muy relacionado con la hermandad y que se ha decantado por la presentación de un toque muy tradicional. López asegura que "tendremos una decoración muy normal que recuerda la Semana Santa isleña y que pretende dar la sensación de caseta cofrade". En cuanto a la valoración que hace sobre las ausencias asegura que "es una pena que cada vez seamos menos los que podemos formar parte de la feria, y estoy seguro de que se podrían cambiar algunas cosas para darle la vuelta a la situación, pero tengo que admitir que nosotros cada año vamos a más". Una sensación compartida entre algunos caseteros que, a pesar de las ausencias, admiten obtener cada año mejores resultados. Añade además que la reducción del precio del suelo les ha facilitado el trabajo por lo afrontan la cita con mucha ilusión.

Otra de las casetas que este año sigue es la de la hermandad de Oración en el Huerto, una de las más tradicionales y que más años lleva presente ofreciendo sus servicios en el recinto ferial. En esta ocasión los preparativos han sido más difíciles que nunca porque la celebración de la Magna en Cádiz -el fin de semana pasado- mantuvo ocupados a muchos miembros de la cofradía y provocó que las labores en La Magdalena se tuvieran que realizar con mayor rapidez de lo normal. Moisés Vivas, vocal de Formación y Cultos, reconoce que "este año los trabajos de montaje y decoración de la caseta han contado con muy pocos días, pero hemos tenido mucha gente trabajando en ello y todo ha estado listo para el comienzo de la fiesta". La decoración de la caseta este año es básica, "tratamos de decorarla como una típica caseta familiar para que la gente se sienta cómoda" afirma. Respecto a los servicios que ofrece la caseta durante la Feria, Vivas explica que "todo lo cocinamos nosotros y esperamos que la gente se sienta atraída. Como cada año tenemos muy buen ambiente y precios económicos, por lo que esperamos que todo siga tan bien como de costumbre".

Servitas tampoco ha querido perderse esta cita del verano isleño. A pesar de algunos pequeños problemas sufridos durante el montaje -la instalación de luz no funcionaba correctamente- los preparativos se realizaron con éxito. Esperanza Fernández, priora de la orden, explica que "ha sido difícil porque en muchos momentos no teníamos visibilidad para la realización de las tareas aunque hemos salido adelante". Este año la decoración de la caseta muestra un toque diferente a lo usual, "lo que hemos tratado de representar es una portada de Feria antigua que la gente relacione con nuestra hermandad". Respecto a los beneficios que esperan obtener expresan sus deseos de mantener la buena clientela que han venido teniendo los últimos años. Aunque Fernández asegura que "es complicado porque se podrían obtener más beneficios. Desde el Ayuntamiento afirman que se ha bajado el precio del suelo, pero ha sido una reducción mínima y es normal que otras hermandades no puedan estar". A pesar de esto Servitas cuenta con una de las casetas que más adeptos tiene y cuenta con mesas reservadas desde semanas antes de la cita: "En ese sentido somos muy afortunados porque tenemos un público muy fiel".

Tres Caídas manifiesta el mismo sentimiento que el resto. Su hermano mayor, Chico Fernández, explica que "es una pena que haya cada vez menos compañeros, aunque por nuestra parte hemos notado un despunte en los últimos años". Este año su caseta, que lleva desde 2005 en el recinto ferial, ha puesto sus mayores esfuerzos en la decoración, "nos han cambiado de sitio y la hemos decorado de la mejor manera posible sin tratar de perder el toque de Feria".

La hermandad de Columna, que el año pasado se llevó el primer premio de exornos, ha apostado fuertemente por la decoración y este año goza de un espacio más grande respecto a previas ediciones. José Antonio García asegura que "este año somos La peineta del Carmen y queremos sorprender a todos con nuestra decoración". En cuanto la preparación de la caseta afirma que "como cada año hemos tenido que trabajar muy rápido, pero últimamente estamos consiguiendo muy buenos resultados y cada vez la afrontamos con más ilusión". Respecto a su presencia en la Feria asegura que "estamos aquí porque esto representa un buen impulso económico, pero está claro que hay un problema con el resto de hermandades".

Una de las entidades cofrades que plantea dificultades es el Gran Poder. Su vicehermano mayor, Jesús Domínguez, explica que "el año pasado no conseguimos que la caseta fuera rentable, y estamos esperando a ver qué beneficios conseguimos sacar este año para decidir qué hacer en el futuro". Sus problemas, también los de hermandades que han dejado de asistir a la Feria, se deben al precio del suelo,. "Se llega a un punto en que la situación se vuelve ciertamente insostenible y es más difícil montar", lamenta. A pesar de ello, la caseta está en esta Feria ofreciendo sus servicios. La decoración es básica, aunque desde la cofradía afirman que se han utilizado nuevas telas para las paredes.

A las críticas se suma Marco Antonio Moreno, vicehermano mayor de la hermandad de la Caridad, que también se encuentra en la Feria. "Cada año se hace más difícil montar la caseta debido a la escasa ayuda por parte del Ayuntamiento", advierte. Una falta de colaboración que este año no les ha impedido formar parte de la fiesta. "Estamos en la Feria porque es una de la maneras que tenemos de financiarnos y porque además es un punto de encuentro para los hermanos", reconoce. A pesar de esto, la caseta suele obtener buenos resultados al final de esta semana de fiesta y en esta edición han decidido apostar por un decorado especial. Explica Moreno que "el decorado está enfocado a ejercer una gran relación con nuestra tierra, por lo que nos hemos centrado en el tema marinero".

Otra de la casetas de hermandades que este año ha decidido apostar por la decoración ha sido la del Perdón. Para esta ocasión ha apostado por recrear estampas del barrio de la Casería. Su hermano mayor, Iván Baliña, explica que "lo que hemos intentado ha sido plasmar los rincones más emblemáticos del barrio como la calle de la Cruz". Además, los trabajos para el montaje y la puesta a punto de la caseta han sido laboriosos. "Tenemos una zona abierta por lo que hemos trabajado mucho para acondicionarla, con mucho calor", cuenta. Con respecto a la participación en la Feria de la hermandad y a las bajas de este año, Baliña asegura que "nosotros la montamos porque llevamos muchos años haciéndolo y no queremos dejar a los hermanos sin que puedan disfrutar la fiesta con su hermandad". No es raro encontrar a algún hermano de las cofradías que no se han puesto descolocados por la falta de un espacio de referencia al que acudir.

Por último, la hermandad de Afligidos presenta una novedad. Este año han montado la caseta con Afanas, que no han podido contar con el catering que usaban habitualmente. El hermano mayor de Afligidos, Manolo Muñoz, desvela que "nos pidieron desde el catering si existía la posibilidad de montarla juntos y tras algunos encuentros decidimos que sí". Es la única hermandad a la que la caseta se la monta una empresa de catering. Sobre el estado de salud de la Feria, Muñoz señala a que "el recinto no está bien acondicionado y las dificultades económicas de muchas familias isleñas no facilitan el gasto en las casetas".

De esta manera afrontan la Feria del Carmen y la Sal las diferentes hermandades isleñas que aún apuestan por poner sus casetas y que en esta edición vuelven con la mayor ilusión posible.

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