Mi artículo de cada lunes en Información San Fernando va de verbenas y permitidme no diga más de lo que he escrito pues pienso que en estas 631 palabras se definen imágenes que he visto en los últimos días y que hoy me sería muy difícil reproducir por escrito sin molestar abiertamente a nadie.
Prefiero ser elegante en las formas porque en verdad el fondo tiene tela marinera...
Prefiero ser elegante en las formas porque en verdad el fondo tiene tela marinera...
Jesús Rodríguez Arias
SERÁ
POR VERBENAS...
Cada año proliferan más y la
verdad sea dicha que se puede montar una en cualquier fecha coincidiendo con
algún motivo que más o menos las incentiven. Las hacen desde asociaciones de
vecinos, instituciones y también las hermandades que se han apuntado a este
carro donde en dos o tres días consiguen unos ventajosos beneficios que ayudan
a paliar algunas arcas demasiado depauperadas por mil motivos que cada una en
verdad sabrán cuales son.
La Feria del Carmen y de la
Sal poco a poco va cayendo en picado desde hace ya bastantes años. Propuestas
muchas pero hace falta imaginación para hacer rebrotar la antigua Velada del
Carmen al prestigio de unas de las Ferias más importantes tras la del Caballo
de Jerez de la Frontera. Las Hermandades y Cofradías paulatinamente van dejando
de montar caseta en el real y aunque las condiciones cuentan y mucho también
está el condicionante humano pues hay que reconocer que ya hay menos personal
que se implique durante varios días en el montaje, turnos y desmontaje de sus
casetas. Muchos ceden la barra y cocina a un hostelero aunque los beneficios
son más limitados que si lo hacen los hermanos como antaño. Hay que reconocer
que de veinte años para acá todo ha ido cambiando mucho y no para mejor.
Las verbenas son otra cosa
pues no son tantos días, tantas horas, tanta dedicación ni tanta preparación.
Se consigue una serie de actuaciones que animen el cotarro y lo demás se
despacha en la barra. Mesitas en torno al lugar y pare usted de contar. Después
de descontar los gastos hay que reconocer que le salen las cuentas ya que si no
fuera así no las montarían ni se observaría el incremento en las mismas que se
está viendo de un tiempo a esta parte.
Las verbenas se celebran por
cualquier motivo, fecha concretas o de nueva invención que para el libro de
gustos no hay nada escrito. Es verano la estación preferida para realizarlas
por razones obvias pues el buen tiempo, el calorcito que hace de día invita a
pasar una noche al raso con un
montadito, una cerveza, escuchando al shwoman de turno y dejando un dinerillo
en la caja de la hermandad.
Las hay históricas y de nuevo
cuño, las hay multitudinarias y otras que no lo son tanto, las hay que se notan
que los hermanos se sienten parte implícita de la Hermandad y otras que están
en crisis y en el ambiente se percibe las malas relaciones, las rencillas,
entre unos y otros, las hay de centro y también de barrios, las hay que llevan
como nombre el de la hermandad, las hay que la realizan sobre la festividad de
un santo en cuestión así como he podido ver que se celebra hasta en la Octava del Corpus teniendo
esta sagrada Festividad como reclamo cosa por cierto que me causa un
considerable estupor pues no veo de
recibo que se aproveche y utilice una de las más importantes solemnidades que
tenemos los católicos para montar una “fiesta”.
Sé que esta opinión mía será
recibida con acritud en un determinado segmento cofrade pero os diré que con la
misma no intento cuestionar nada ni nadie sino abrir otro necesario campo al
pensamiento que haga ver otras posturas. El fin de un articulista de opinión es
crear la misma desde el respeto y la libertad.
Esto va de verbenas, de
multitud de ellas, que se celebran y celebrarán en estos próximos meses donde
se obtienen unos beneficios y también se crean costes añadidos que también
habría que poner sobre el tapete algún día de estos.
Podremos decir eso de que
estaba La Isla igual que una Feria porque fueras por donde fueras te
encontrabas una verbena...
Jesús Rodríguez Arias
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