El periodista de Onda Azul Santiago Souvirón ha defendido este sábado la importancia que tiene la juventud en el mundo cofradiero malagueño. Así, ha dicho que «todavía hace falta que las cofradías abran de verdad las puertas para que los jóvenes puedan entrar y no sentirse que están de prestado». Souvirón ha pronunciado el XXI pregón de la Juventud Cofrade, acto que ha organizado la Hermandad de la Humildad y que se ha celebrado en la iglesia de San Julián. La presentación del pregonero ha corrido a cargo del cofrade Alejandro Cerezo, pregonero del año pasado
Un juego de luces ha iluminado al Cristo Resucitado y a la Reina de los Cielos. Delante del altar mayor de San Julián se ha situado una silla con la túnica que Souvirón lleva en el trono de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza, la medalla de la Cofradía de Estudiantes y un clavel blanco. Asimismo, a ambos lados del altar mayor, bajo la barandilla, se ha colocado un friso con flores representativas de las otras cofradías de las que el pregonero es hermano: Sepulcro, Dolores de San Juan y Santa Cruz.
Santiago Souvirón ha precisado que las cofradías deben escuchar las inquietudes y aportaciones de los jóvenes y no arrinconarlos en la sala de escobas y las herramientas. «No podemos permitirnos el lujo de aburrir a quienes están obligados a formarse y a coger el testigo», ha señalado. A continuación, ha indicado: «Y vosotros, jóvenes, entrad en las hermandades sin miedos, sin vicios y dispuestos a trabajar y a aprender. No os creáis con la verdad absoluta y respetad a quienes también fueron jóvenes».
El pregonero ha empezado su intervención diciendo que los jóvenes deben tomar conciencia de que Málaga tiene una deuda pendiente con la Patrona de la ciudad, Santa María de la Victoria, deuda que la juventud también tiene y debe saldar.
Tras los agradecimientos a Alejandro Cerezo, a los músicos de la Unión Musical Maestro Eloy García, a la Hermandad de la Humildad y a su Cofradía de los Estudiantes, el pregonero ha asegurado: «Hoy sólo vengo a hablaros desde el corazón, desde mis pensamientos, mis creencias y mi experiencia cristiana y cofrade». Tras desgranar sus vivencias de niño, cuando se adentró en la Semana Santa, ha destacado que está orgulloso y se siente un privilegiado por ser hermano de Estudiantes y por pertenecer a una familia generosa, implicada, cristiana y cofrade.
Santiago Souvirón ha hecho un canto a la Virgen a través de sus distintas advocaciones. «No hay verdad más grande que aquella que dice que madre no hay más que una por muchos nombres que le pongamos». Con voz emocionada ha dicho: «Madre de Gracia y Esperanza, qué decirte que no sepas. Amiga, madre, compañera y confidente. Guardiana de mis miedos, protectora de mi alma. Mi ángel de la guarda y mi dulce compañía. La que siempre me ampara».
En la parte final del pregón, Souvirón ha pedido a los jóvenes que se formen bien para ser mejores cofrades. «Sed generosos y nunca exigentes. No tengáis miedo a aportar soluciones y opiniones, pero hacedlo siempre desde la humildad, el respeto y la inocencia. No busquéis el protagonismo acomodado y bajad a lo profundo, a las calderas de las casas hermandad». Asimismo, ha reclamado a la juventud que no se quede en la superficie y que busque el verdadero sentido que deben tener las cofradías.
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