domingo, 27 de marzo de 2016

LA ISLA Y LAS HERMANDADES DEL MIÉRCOLES SANTO (XII.I); POR JOSÉ MARÍA VIEYTES BEIRA






… Viene del artículo anterior… El impresionante Paso de Misterio de esta Venerable y Antigua Hermandad mide 5 metros y medio de largo, 2 metros  y medio de anchura y 75 centímetros de alto, más la altura que alcanza cuando se eleva caminando en la procesión, que consigue impresionarnos no sólo por visionarlo en sí mismo, sino  por la forma de caminar que le imprime sus cargadores a este singular y emotivo Paso de Misterio.

Su estilo sigue la línea del barroco sevillano y fue tallado por el prestigioso artista, Manuel Guzmán Bejarano (q.e.p.d.), sobre la base de una sobria y buena madera de caoba combinada con la madera de limoncillo, utilizada para la recreación en relieve del Vía Crucis que lo circunda por su alrededor. Y sus esquinas muestran las figuras de los profetas: Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel. Paso que la hermandad pudo estrenarlo felizmente en el año 1982.

Y llegan las leyendas. Especialmente existe una de carácter plenamente doméstica. Diríamos más producto del boca a boca y de la calle que de los documentos. Leyenda que desde muy pequeño siempre he oído del decir de los mayores en el barrio del Cristo.
Se trataba de unos pescadores que cierto día encontraron un Cristo flotando en una de las playas bien de la Casería o de Caño Herrera, aunque por el lugar del paso de estos pescadores, más se acercaba este  descubrimiento a la zona de Caño Herrera que de la Casería. La cuestión es que recogieron de las aguas el mencionado Cristo y lo trasladaron  a tierra firme ¿a qué lugar? ¿Si sus orígenes se encontraban en la Iglesia del Castillo?

No obstante se decía, que colocaron a la encontrada  imagen en la que después fue la Plaza del Cristo y a partir de ahí comenzó su culto y sus donaciones de todos los que por allí pasaban, hasta que se logró con esos donativos, comenzar la construcción de la Capilla.

Hoy  la citada Plaza la preside  una réplica hecha en bronce del Cristo de la Vera-Cruz, que se apoya sobre un pedestal de piedra de granito rematada de mármol, obra del escultor sevillano Antonio García Guerrero, que realizó en el año 1977.

Otra leyenda que no sé si alcanza la categoría de tal o más bien la de una anécdota, se trata del relato que circulaba en torno a la autoría de los titulares. En cualquier caso en el libro de la Historia de las Hermandades y Cofradías isleñas del riguroso historiador y paisano nuestro, Fernando Mosig Pérez, página 263 y siguientes,  según los estatutos de 1892 de esta Venerable Hermandad,  dice qué, aparece por primera vez una imagen como titular con la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, la que más tarde en la reforma de los citados estatutos en el año 1918 pasó a denominarse del Mayor Dolor. Y su origen como el del San Juan se debe a un determinado escultor desconocido que viajaba hacia las Indias, y sintiéndose indispuesto  se agravó de tal manera, que se encomendó al Cristo de la Vera Cruz, tras lo cual se alivió del repentino mal y después de su notable mejoría, en agradecimiento realizó no  sólo la imagen de la  Virgen, sino también  la del San Juan.

Así pues y acabadas las leyendas hay otras curiosidades, dignas de referirse también, porque evidentemente forman parte de la historia de esta hermandad, que siempre se ha distinguido por su seriedad y la simplificación de todos sus actos desarrollados de manera discretas, pero  directas y eficaces.

La primera de ellas consiste en erigirse como la única hermandad que realiza una verdadera Estación de Penitencia en la Iglesia Mayor, es decir, donde entra la totalidad de su cortejo procesional incluido su Paso de Misterio y vuelve a salir una vez efectuados los rezos  penitenciales de dicha Estación. Y conviene aclarar también, que cuando una hermandad,  no  realiza un acto como éste, se llama Salida Procesional y no ‘Estación de Penitencia’.

Otra curiosidad que ostenta la hermandad y la lleva a gala es conseguir pasar por toda la Carrera Oficial sin que la procesión se detenga. Así como debido al escaso espacio existente en la Capilla del Cristo Viejo y dadas las circunstancias de las proximidades en los días de sus respectivas salidas procesionales de las dos hermandades con sedes en dicha Capilla.

Ocurría que La hermandad de la Vera Cruz, no tenía otra posibilidad que trasladar su Paso, el mismo Lunes Santo después de la salida de los Afligidos, para preparar su propia salida del Miércoles Santo. Y cuando los Afligidos regresaba ya se encontraba dicho Paso dentro de la Capilla, hecho que la reducía haciéndola más pequeña todavía.

Su Paso como última referencia se venía cargando por la cuadrilla de cargadores de Juan Carlos  Peña Cerezo, además de que en otras ocasiones lo hiciera la cuadrilla del Nazareno. Y al parecer en el presente año lo hará con la JCC. Según la negociaciones que se viene efectuando a la hora de escribir el presente artículo. Y sus túnicas son negras de larga cola (que actualmente llevan recogidas), capirotes, guantes, calcetines y zapatos negros. Y por fajín llevan: un ancho fajín de esparto de color amarillo. Sus hermanos van rezando durante todo su recorrido, los misterios del Rosario.

Otra curiosidad es que llevan en la procesión como custodios, una importante reliquia de un trozo del Lignum Crucis. Y su hermano mayor no lleva una pértiga dorada como es costumbre en el resto de las hermandades, sino que la lleva plateada o niquelada. En esta hermandad quienes las llevan doradas en su caso, son los miembros de la Junta de Gobierno. Con ello se pretende significar que el hermano mayor aún siendo el representante nato de la hermandad, está al servicio de ésta y del resto de sus hermanos.

El antiguo almacén de su propiedad en la calle Servando Gutiérrez (antigua calle Patrón)   tuvieron que venderlo para hacer frente a la rehabilitación de su Capilla. Actualmente tiene por casa de hermandad, la propia sacristía de la citada Capilla del Cristo y sus titulares se encuentran provisionalmente cobijados a la veneración pública en la nueva Iglesia del Santo Cristo hasta tanto se resuelva su situación económica en la que se vio envuelta con motivo de  la citada rehabilitación. Y en la parroquia del Santo Cristo, hay abierta una petición o suscripción para conseguir recuperar su Capilla, donde se puede participar colaborando con la entrega de nuestros donativos.

Una hermandad  tan antigua, tan seria como solemne y de tanto arraigo, que siempre ha marcado unas pautas en sus cultos y en sus  Estaciones de Penitencias; llenas de rigor, silencio, compostura, amor, espiritualidad y penitencia. No puede permanecer en el anonimato, sino todo lo contrario, le deseamos desde aquí, que siga la línea emprendida para su pronto y total restablecimiento, que la sitúe de nuevo no en su lugar, que nunca ha perdido como tal y antigua hermandad, sino en el de saneamiento y la recuperación de su economía y de su Capilla en la que tantos feligreses y al frente de ellos su Párroco a la cabeza, están comprometidos e involucrados prestando todas las ayudas posibles y sus máximas colaboraciones para hacer  realidad todo el esfuerzo y el sacrificio en pos de su rehabilitación definitiva, para contemplar pronto a sus Titulares en su Capilla.


José María Vieytes Beira. San Fernando. 22.03.16. Artículo publicado por el semanario local Información el 27.03.16. Y en el blog SED VALIENTES, por gentileza de Jesús Rodríguez Arias.

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