lunes, 5 de octubre de 2015

* LA CRUZ Y EL MADRID





Como cada lunes comparto con todos vosotros mi dominical colaboración en los medios de comunicación en los que colaboro.

Esta semana toca un tema ocurrente y pienso que lleno de contenido.

Espero que lo disfrutéis y también que os haga pensar.

Un fraternal abrazo,

Jesús Rodríguez Arias





LA CRUZ Y EL MADRID



En el pasado curso cofrade dedicaba un artículo a “Chicharito” y en él exponía que soy madridista de generación en generación. Hacía mención al recuerdo de cuando mi padre, en la imagen difusa que tengo de él pues murió joven cuando yo era muy niño, llegaba a casa del Trofeo Carranza de ver jugar al Real Madrid de su alma que aunque esta última no tiene color para mi familia siempre ha sido blanca.

Pasó el tiempo y todos hemos mantenido esa querencia para con el equipo merengue aunque he reconocer que no soy un fanático sino un simple aficionado que en demasiadas ocasiones ni siquiera veo ningún partido pero que estoy al tanto de los resultados.

Comprenderéis que siendo del Madrid de toda la vida quiero que el Barcelona pierda hasta en las canicas aunque visto los derroteros políticos que está tomando el club blaugrana cada día me importa menos lo que le pase, respeto y admiro a sus aficionados de toda España aunque debo reconocer mi desprecio a los dirigentes que están llevando a un señero club español hacia unos horizontes nada halagüeños porque todo no son títulos y copas.

El año pasado la directiva presidida por Florentino Pérez determinó suprimir la cruz del histórico escudo del Real Madrid para no  “ofender” a sus socios árabes. Años y años de historia y tradición, en este caso cristiana como la Europa que nos cobija, tirada al baúl de los recuerdos por el vil metal.

Cuando se llevó a cabo este despropósito y las razones tan espurias que ofrecieron inmediatamente me declaré “agnóstico” del Real Madrid pues mi corazón podrá ser blanco pero mi alma, amigo mío, es de Dios y con eso no se juega.

El club madridista pensó que los “petrodólares” era un motivo más que suficiente para eliminar la cruz porque al fin y al cabo ellos ya tenían a su “Cristiano”. El resultado todos los sabemos: La temporada pasada el Real Madrid sin cruz en el escudo pasó en blanco por todas las competiciones. ¿Castigo? No. ¡Justicia!

En la pasada Asamblea General de socios en respuesta a una pregunta Florentino Pérez anunció que el escudo, desde ya, recuperaría la cruz que había sido eliminada para  no “ofender” a los árabes. ¿Antes ofendía y ahora no?

Esto que ha pasado en el Real Madrid que se conoce en todos los lares de este pequeño gran mundo por ser esta institución reconocida y prestigiada internacionalmente pasa a diario sin que apenas nos demos cuenta. Esta temporada seré más blanco aunque la confianza perdida habrá que recuperarla.

¿Cuántas cruces han desaparecido de los colegios, hospitales e incluso tanatorios? Los mismos belenes que se montaban en antaño por Navidad ahora van decreciendo porque no se quiere “ofender” a las minorías religiosas. Parecido el discurso, ¿Verdad?

Si en la fachada de un Ayuntamiento existe un azulejo con un Corazón de Jesús u otro motivo religioso  es factible que a la menor obra de mantenimiento o restauración desaparezca de la vista de todos y así una tras otra.

Creen que quitando la cruz, los símbolos religiosos, cuestionando celebraciones que despiertan tanta devoción como puede ser la Semana Santa, el Rocío o cualquier acto de piedad popular e incluso intentando eliminar las clases de religión de nuestras escuelas pueden quitarnos la fe. ¡Qué ilusos son! Parece que no han aprendido que cuanto más perseguidos estamos los cristianos más brota en nosotros la llama viva y vivificante de anunciar la Palabra de Dios, de dar la cara por quien se la partieron por nosotros.

Podrán quitarnos crucifijos  como también la vida pero no la libertad, ni la fe, ni el Amor que hace levantarnos de nuestra particular calle de la Amargura para seguir caminando tras Jesús abrazando nuestra cruz.

Recibid un fraternal abrazo,

Jesús Rodríguez Arias


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