sábado, 31 de octubre de 2015

* DESDE VILLALUEGA: AQUÍ SE RESPIRA ORACIÓN Y RECUERDO.



Noche del 31 de octubre, mes de Nuestra Madre del Rosario, al 1 de Noviembre, Día de Todos los Santos, no es una noche cualquiera porque aquí en mi bendito pueblo de Villaluenga del Rosario todo es distinto al resto de ese "mundanal" ruido que nos infesta e intoxica.

Aquí, en nuestro bendito pueblo, el "truco o trato" es un simple juego de chiquillos porque en verdad lo que se respira desde días atrás es ORACIÓN Y RECUERDO.

He visitado varias veces en estos días nuestro cementerio cobijado en los restos de la Iglesia del Salvador. No soy mucho de cementerios pero en mi bendito pueblo he encontrado una paz que se respira, que se puede tocar...

Familias que se dedican a limpiar y poner flores a sus difuntos, Familias del pueblo y los que vienen recorriendo kilómetros para estar en estos señalados días junto a sus seres queridos que yacen en esta inmensidad terranal que es Villaluenga del Rosario.

Mientras en otros lares donde han perdido casi todo aquí respiro quietud, tranquilidad y paz.

Con el devenir de los años soy de los que piensa que uno no elige donde nace sino donde quiere morir.

Y yo quiero VIVIR y MORIR en Villaluenga del Rosario. ¡Así de simple y sencillo! 

Sé que en este lugar cobijadito por el Caíllo que es lo mismo, que decir por el manto de mi bendita Virgen del Rosario, el día que yo me muera nunca me faltará una ORACIÓN, un RECUERDO.

En este lugar, que es ahora mi HOGAR, quiero que repose mi cuerpo por toda la eternidad.

Y en esta humilde poesía que a viva voz dije en el Pregón de las Fiestas de Villaluenga del Rosario está condensada lo que ahora se llama "mis últimas voluntades".

 Quemaron tu Iglesia Señor,
        destrozaron a base de sangre,
        pero no pudieron con el honor,
        de los payoyos de todas partes.

        Y desde entonces descansan,
        todos los payoyos eternos,
        para que en nichos albergaran,
        tantos y tantos recuerdos.

        El día que yo me muera,
        que me entierren en Villaluenga,
        donde el alma es eterna,
        y mi cuerpo esté con gente güena.

        Que el día que yo me muera,
        repose mirando al Caíllo,
        que la eternidad no es duradera,
        si estoy lejos de este sitio.

        El día que yo me muera.

Mi ORACIÓN Y RECUERDO a todos los santos que habitan en el Cielo. Mi ORACIÓN Y RECUERDO por todos mis difuntos, los difuntos de mi Familia, de todos vosotros y por supuesto de este bendito pueblo que me ha dado literalmente la vida.

En este cartel que tan magistralmente ha ilustrado con esta impresionante instantánea mi querido Tachy Barea y editado por SED VALIENTES Y WEB VILLALUENGA DEL ROSARIO se condensa los sentimientos más profundos de todo un pueblo.

Sí, hoy es un día de ORACIÓN Y RECUERDO.

Recibid todos un fraternal abrazo,

Jesús Rodríguez Arias


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