jueves, 3 de septiembre de 2015

* HETEPHERES ES...


Cómo si de una liturgia se tratase cada 1 de septiembre de ocho años para acá cierro los ojos y me veo de pie en el Altar Mayor de la Iglesia de San Juan Baustista de los Descalzos que está radicada en la jerezana calle Medina a que con los sones de Canon de Pachebel entrara de forma majestuosa la novia más bonita, más sonriente, más tranquila, más acogedora, más pendiente de todos los invitados porque todos fueron depositarios de su inmensa mirada en la mejor de las sonrisas.

Fueron escasos minutos ese tiempo de transición en el que los novios se convierten para siempre en marido y mujer. Misa larga y preparada al extremo donde todos fueron partícipes, donde todos quisieron agasajarnos con el calor de la buena amistad teniendo como principal testigo al mismo Dios que bendecía, sigue haciéndolo por cada día que pasa, nuestro Matrimonio.

¡Y ya han pasado ocho años lo que parece que fue ayer!

Después del tiempo transcurrido, de las vivencias compartidas, de conocernos tanto que parece que llevamos una vida juntos os puedo decir que no me cambio por nadie. Nuestro Amor es un Amor maduro y por tanto verdaderamente gozado. Me podéis preguntar si sigo igual de enamorado de Hetepheres que al principio y os diré sin temor a engañaros y sobre todo a engañarme que más todavía porque hemos entrado en esa clase de estar enamorados viviendo nuestro amor con pasión y todos los sentidos y ahora es mucho, mucho más pleno.

Lo bueno de llevar años es que nos conocemos a la perfección y ya sabemos por el pie que cojeamos porque siendo tan inmensamente iguales también somos necesariamente distintos. Un ejemplo: Mientras yo soy un romántico empedernido, Hetepheres es una persona pragmática y realista al extremo. Mientras yo me quedo mirando esa esponjosa nube que parece algodón en el inmenso cielo azul de Villaluenga del Rosario ella me dice que si me he fijado en tal o cual cabrita o perrito que está ni donde se ve pero que ella ya se ha percatado. Mientras yo miro demasiado para arriba ella mira de frente donde se todo se ve en su verdadera dimensión. En estas diferencias, necesarias y enriquecedoras, está el secreto mejor guardado y que todos conocéis a leguas de distancia: ¡Nuestro Amor!

Son ya ocho años los que caminamos juntos cogidos de la mano y son muchos los que han ido abandonando el sendero por el que nosotros transitábamos. Algunos se han marchado junto a Dios para caminar los verdes prados eternos, otros por obligaciones han tenido que poner sus mentes en otras metas a distancia kilométricas de nosotros aunque estemos unidos en sentimientos y por el corazón así como algunos han decidido apearse de nuestro sendero porque la vida cambia, son ciclos muy bien definidos donde Dios te da los compañeros que vas necesitando en la vida para hacerla en cada tramo más intensa, más plena, más de verdad.

¿Qué muchos se han ido para no volver porque han puesto sus miradas en otros horizontes? ¡Perfecto! ¿Qué otros no han querido seguir nuestro camino? ¡Mejor para ellos! Yo solamente doy gracias eternas a Dios por haberme, habernos, permitido el caminar aunque fuesen tan solo unos  metros en su compañía pues de todos se aprende, todos son ejemplo para nuestra propia vida y todos han sido y son verdaderamente necesarios en nuestro común peregrinar.

Cómo me gusta escribir me pasa que no suelo ser escueto. ¡Un fallo lo tiene cualquiera! Aunque si tuviera que condensar hasta el extremo como me siento junto a mi mujer no tendría que escribir demasiado pues se puede describir con una sola palabra: ¡¡FÉLIZ!!

...Y Amado, querido, apoyado, protegido, consolado.

Hetepheres es sin lugar a dudas la MUJER DE MI VIDA porque en ella he encontrado TODO y MÁS. Con ella me encuentro feliz, relajado, tranquilo, en Paz y en los tiempos que corren es tan difícil el poderse sentir en PAZ...

Hetepheres me ha proporcionado una seguridad en mi mismo de la que siempre he adolecido porque me ama sin fisuras, me quiere con locura y me admira aunque os confieso que no sé el por qué.

Hetepheres es ese empujón necesario cuando no veo la situación demasiado clara o cuando el compromiso puede llegar a ser apabullante. Es ese consejo claro, desnudo, analítico que cuando le haces caso sale impresionantemente bien.

Hetepheres es la sonrisa con ojos llenos de amor cuando me ha visto postrado en la cama con tantos dolores y padecimientos.

Hetepheres es Amor en estado puro y por tener un corazón tan grande y tan entregado a todo y todos siente como nadie las deslealtades, las traiciones, la falsedad y la hipocresía y si estás van dirigidas en contra mía las sufre incluso más que yo.

Hetepheres es Amiga de sus Amigos y los poquitos que podemos tener de verdad los cuida con desmesura porque sabe mejor que nadie que son un inmenso y privilegiado tesoro. Un Amigo, no importa en el momento que haya llegado a tu vida, es un auténtico privilegio, un gran regalo de Dios que se une a nuestras vidas para compartir todo en todo momento. No existen amigos de buenos ratos y cuando vienen los malos si te he visto no me acuerdo. Existen los AMIGOS y punto.

Hetepheres es conversación con Dios desde la cercanía, el respeto y la espontaneidad.

Hetepheres es continua búsqueda, continuo investigar, continuo aprendizaje, continua lectura, continuo compromiso...

Hetepheres es vida, es real, es como es y te puede gustar o no pero ella no tiene doblez ni  medias tintas porque si algo lleva a gala es la sinceridad y también el decir las cosas bastante claras. En los ojos de mi mujer se pueden leer y algunos seguro que no querrán por ningún medio el verse retratados en su mirada.

Hetepheres en entrega: Conmigo, con su madre, con todos los que la necesiten.

Hetepheres es una gran apasionada de cuanto perrito, gato, pájaro, ratón, caballo o cualquier animalito que pulula por ahí y que ella desde la distancia o desde la cercanía tanto disfruta con su presencia.

Hetepheres es sensibilidad a corazón desnudo: Apasionada de la pintura, de las artes, de la belleza, de esa ermita románica perdida en el norte de nuestra España,  de  callecitas marineras de la trimilenaria Cádiz, del sevillano y augusto Barrio de Santa Cruz, de las empinadas calles de nuestro pueblo, del evocador cementerio cobijado bajo las paredes de la derruida por los franceses Iglesia del Salvador en nuestro bendito pueblo de Villaluenga del Rosario o verdadera enamorada del inmenso Caíllo...

Hetepheres es delicadeza, sensibilidad, disfrutar de las esencias de un viaje por mar, por la urbe o por los caminos que ponga Dios delante nuestra. Almorzar en una venta o o cenar en un buen restaurante y hacerlo en la soledad de nosotros mismos o acompañados de queridos y buenos amigos a los que queremos como verdaderos hermanos y que ellos ya saben quienes son.

Por eso y por tantas cosas más puedo decir, gritar si mi cascada garganta me lo permitiese, que Hetepheres es la MUJER DE MI VIDA y de la que doy eternas gracias a Dios de haberla puesto en mi camino en el momento justo que tenía destinado para mí porque, os lo digo con total sinceridad, no sé como hubiera sido mi vida sin ella, es que pienso que la vida sin ella tiene menos sentido pues gozo cada instante que estamos juntos y la echo en falta cuando no estoy con ella porque somos esa clase de matrimonios que cuando uno va solo todo el mundo se extraña pues tienen una sola imagen que conforman dos personas. ¡Y eso en verdad es nuestro Matrimonio!

Y  como todos los 1 de septiembre hemos almorzado juntos en nuestro particular rincón que no es otro que “El Timón de Roche” de nuestro buen, querido amigo y hermano en tantas cosas Paco Ruiz Brenes.

No hay nada como charlar de y con nuestras cosas mientras admiramos el mar que allí está incluso más cerca mientras nos tomamos ese gazpacho de melón con bogavantes que tanto nos gusta y que se ha llegado a convertir en una tradición mientras sostenemos nuestras miradas y nuestras risas vuelan más allá donde se pierde el horizonte en eterno mar.

Gracias Hetepheres por ser simplemente como eres.

¡TE QUIERO CON TODA MI ALMA Y ESTOY MUY ORGULLOSO DE TI!

Hemos cumplido los primeros ocho años de casados y así para toda la eternidad.

¡Brindemos por los dos que creo que nos lo merecemos!

Te amo mi vida,


Jesús Rodríguez Arias


No hay comentarios:

Publicar un comentario