sábado, 25 de abril de 2015

* HOY LOS RECUERDOS SE AGOLPAN EN MI MEMORIA.



Será porque hoy sábado está siendo un día eminentemente familiar que me he dispuesto a escribir de mis pensamientos y recuerdos que sobrevuelan mi memoria.

Reconozco que a partir de la operación que me practicaron hace poco más de un año que en mi memoria aparecen huecos en blanco, como si al disco duro se hubieran eliminados elementos nocivos, y que me aferro en lo que verdaderamente quiero y creo pues lo demás adquiere ese tamiz en el cual he echado todo lo que ha sido mi vida para quedarme con lo verdadero, lo auténtico, lo que en verdad ha merecido y merece la pena.

Hoy está siendo un sábado ciertamente inusual pues he dormido hasta las diez y media de la mañana. Me he despertado descansado, relajado y lleno de vida aunque creo no haber dormido más de la cuenta cuando me acosté cerca de las dos de la madrugada haciendo lo que más me gusta: ¡Escribir!

Entre conversación y conversación siempre sale el tema de como está España, su presente y el futuro, como si nosotros pudiésemos saber que le espera. Este año 2015 no sé si será el de la recuperación, el de la salida de la crisis, lo único que sé es que es el año de las elecciones porque desde marzo hasta noviembre se van a desarrollar varias.

¡Muchos aspirantes para tan poco pastel!

A todos sin excepción no se nos cae de la boca el criticar a los políticos y a los gobernantes convirtiéndose en unas de las características más propias de los españoles de todos los tiempos. Solamente hay que leer a nuestros clásicos o escuchar zarzuelas para ver y percibir como siempre el "españolito" de a pie ha tenido en su boca la poca consideración hacia los que han detentado el poder político.

Hoy todos nos señalamos unos a otros y nos dedicamos a recordar lo que se dijo que dijiste en su momento. En este periodo eminentemente electoral todos somos "sospechosos" de todo y sobre todo a los que no nos encuadran en ningún lado. 

Estamos viviendo un ciclo de la historia donde lo mediocre, lo vacuo, lo insignificante es lo que prima ante los valores del sacrificio, de la honorabilidad, de la excelencia, de la libertad, de la verdad. 

Ahora que están en boga las ideas de esos que se proclaman como defensores de los derechos de los que no tienen derechos y que solo le interesan como propaganda para conseguir los deseados votos, ahora que existen demasiados radicalismos propios de un cambio de ciclo en la sociedad y también de vivir los finales de una crisis que ha desarbolado al mundo entero, ahora que se cuestiona todo hasta lo que debería ser intocable y que garantiza los derechos y libertades de todos los españoles, ahora, precisamente ahora, me acuerdo de una conversación con dos buenos y queridos amigos en una velada en torno a una mesa allá por finales del mes de septiembre del pasado año en los que compartimos además de "mesa y mantel" una buena y profunda conversación en torno a lo que ha sido, es y será nuestra bendita España.

Conversar en la intimidad de una noche madrileña con dos personalidades de la categoría de José Manuel Otero Novas y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón es de ese tipo de vivencias que se disfrutan y se recuerdan siempre. Tanto uno como otro fueron poniendo los pilares en los que hoy en día se sostiene España atreviéndose, por su experiencia, a prever el futuro que hoy por hoy estamos viviendo.

No sé por qué precisamente en este familiar sábado 25 de abril de 2015 se me han venido a la cabeza estos recuerdos que rescato de mi memoria. Será porque creo que necesitamos más hombres y mujeres que sirvan a sus pueblos y ciudades como verdaderos servidores porque así lo hacen con  España o será porque creo que hacen falta más personas que pongan sus talentos para garantizar el progreso y el bienestar de todos.

O serán simples recuerdos de una plácida noche en Madrid donde estábamos alejados del mundanal ruido, en casa de unos queridos y entrañables amigos, donde compartimos tantas vivencias. ¡Y es que no todos los días se puede cenar, conversar y compartir sincera amistad con un Padre de la Patria que es lo mismo que decir de la Constitución Española de 1978 y un destacado miembro del Gobierno de Adolfo Suárez!

Aunque para Hetepheres y para mí solamente estuviéramos cenando con nuestros queridos amigos José Manuel Otero Novas y Miguel Herrero y Rodríguez De Miñón.

Soy de los que pienso que el tiempo pasa demasiado deprisa para todo lo que necesitamos y tenemos que aprender.

Jesús Rodríguez Arias

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