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«DIOS NOS AYUDE A SUPERAR EL MIEDO A DECIR LA VERDAD»
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha pedido mostrar «lo inhumano» del aborto, al tiempo que ha exigido una actividad legislativa «más acorde con la naturaleza de lo que es la dignidad de la persona humana». Así se desprende del escrito semanal del primado de España para este domingo 28 de septiembre adelantado por el Arzobispado de Toledo, después de que este martes se retirara el anteproyecto de Ley Orgánica de Protección del Concebido y los Derechos de la Embarazada.
(EP/InfoCatólica) «Sólo tenemos una vida y en ella se juega la felicidad, el sentido para esta vida o la falta de él; no podemos permanecer indiferentes, como si lo que le sucede a la sociedad española nada tuviera que ver con nuestra fe, nuestro seguimiento de Jesucristo o con nuestra comunidad parroquial o diocesana», ha argumentado.
Componendas electoralistas
Para Rodríguez, «valen poco aquí componendas electoralistas o calificaciones políticas de este o aquel signo a la hora de tomar partido por la cultura de la vida o de la muerte». Además recuerda que no hace muchos días ha habido en distintas ciudades de España actos promovidos por la sociedad civil a favor de la vida humana.
«¿Han sido solo los católicos quienes han participado en esas manifestaciones?», se pregunta el arzobispo de Toledo, para responder: «No necesariamente, aunque hayan sido católicos la mayoría de ellos», y lamentar que siga propagándose «el sofisma de que los partidarios del aborto son progresistas y de izquierdas y quienes se oponen al aborto de derechas y católicos».
En este sentido, apunta que «la muerte de seres inocentes» nunca está justificada «lo diga quien lo diga». «El ser humano es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades. He aquí un ámbito de la sociedad actual donde no vale abstenerse, hay que apostar y públicamente decir lo que se piensa sobre el aborto», añade.
Posibles soluciones
«Las posibles soluciones no pueden ser siempre las mismas: interrupción voluntaria del embarazo. Es decir, sin eufemismos, muerte de un ser humano. ¿No hay otras? Sin duda, pero tenemos que mostrarlas y actuar. Dios nos ayude y nos haga superar nuestro miedo a decir la verdad, porque ella nos hace libres».
En su escrito, Mons. Rodríguez hace alusión también a las palabras del Papa Franciscoen la que afirma: «entre los débiles, que la Iglesia quiere cuidar con predilección, están también los niños por nacer, que son los más indefensos e inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana quitándoles la vida y promoviendo legislaciones para que nadie pueda impedirlo. No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana».
Unas palabras que, a su juicio, «algunos no las tienen claras y olvidan que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo». «¿O volvemos a escuchar la cantinela de hace algunos años cuando se decía que el feto es ser humano pero no persona humana?», se pregunta, para concluir afirmando que este hecho «sería trágico, a la luz del número de abortos cada año en España».
en cierta ocasión, hace años, voté a un partido político, al que parecía menos malo. ¿Qué locura acabo de hacer? Voté porque lo había dicho un obispo, "tenéis que votar en conciencia", pero votar en conciencia a un partido menos malo, yo lo veo como un atentado contra la propia conciencia. ¿Qué me dijo mi conciencia? al confesionario, y me arrepentí de ese pecado. Porque un voto es una complicidad con el mal, aunque sea pequeño.
ResponderEliminarlas cosas se deben hacer sin engaños, dice el Señor en cuánto nuestro modo de hablar: “Digan sí cuando es sí y no cuando es no; porque cualquier otra cosa viene del Demonio” (Mateo 5, 37). Del mismo modo, que si votamos al menos malo, de igual manera estamos votando al mal, y estamos colaborando con el mal, y Cristo no le agrada la hipocresía ni la doblez.
Es como si dijera, "no tienes que hacer mucho daño a esa persona, sino que para que se tranquilice golpéale", la cosa no es así, porque el mal por muy pequeño que sea siempre sigue siendo mal.
Quien me ha enseñado si debo votar o no hacerlo, se lo debo únicamente a Dios, meditando su hermosa Palabra, y una persona queda más tranquila, sin haber colaborado con el mal, ni siquiera en lo leve, en lo mínimo.
La solución precisamente, es ir al Sagrario, "Señor, Dios mío, tengo este problema, han dicho esto y aquello, ¿qué debo hacer?" Escuchemos atentamente al Señor nuestro Dios, sólo Él puede darnos una respuesta más clara que cualquier consagrado que se haya equivocado. Pues San Pablo nos enseña, que no debemos participar de los pecados ajenos: «…no te hagas partícipe de los pecados ajenos. Consérvate puro. » (1Tm. 5, 22) en otro lugar dice Jesucristo: «Ay de vosotros que sois como tumba no señaladas, que la gente pisa sin saberlo» (Lc. 11, 44).
Los católicos debemos de renunciar a nuestra tibieza, debemos aprender a ser exclusivamente del Señor nuestro Dios, pues en Él tenemos toda la esperanza.
¿Vamos acaso a votar a un partido que al final nos hará la vida imposible? Muchos pobrecillos lo han hecho y ahora sufren las consecuencias de una traición. Unos han perdido el salario, otros han sido desahuciados, sin importar si estaba gravemente enfermos, ¡a la calle!, personas muy ancianas, también que votaron al "menos malo" también padece mucho. Y es muy triste esas situaciones. La pobreza aumenta, Cáritas está haciendo un esfuerzo terrible para ayudar a todos los que le llegan, y poco reciben.
No hemos de abstenernos en tener siempre la conciencia bien limpia ante los ojos de Dios.
Que la pureza y la Gracia que Dios nos da, no se eche a perder por un voto equivocado.
Hubo un tiempo, en que aquí en este pueblo donde vivo, había opciones de partidos con valores cristianos, sí que pude votar. Pero en las últimas elecciones, han desaparecido esos partidos, preocupados por hacer el bien, se le habían retirado la oportunidad de volver a presentarse, por el contrario, había otras muchas opciones, contra los mandamientos de Dios, contra la Iglesia, contra la dignidad de todo ser humano. A los votantes nos quitan la opción de elegir lo mejor. Porque no nos vale para nada los partidos destructivos, que atentan seriamente contra la moral cristiana. No podemos votar a leyes que proceden del mismo infierno. No es posible.
Por eso, mis queridos hermanos, yo al decir esto, no hago más que pensar, lo vas a perder todo, si sigue hablando así, pero si nos fijamos es que no insulto a nadie, que no desprecio a ningún ser humano. Sino a las obras del demonio, que tantos hombres quieren legalizar cuando están en el poder, así ha sucedido. Pero pobre, sin nada vine a este mundo, y lo único que me queda es Dios en mi vida y mi fe en la Iglesia Católica. No tengo resentimiento con nadie.
ResponderEliminarNosotros rezamos por los poderosos, pero si estas personas no son dóciles al Espíritu Santo, nuestras oraciones no le ayudarán a convertirse. La Virgen María, nuestra Madre, en algunas de las apariciones aprobadas por la Iglesia Católica, decía que debemos hacer sacrificios por la conversión de los pecadores.
Pero seguiremos trabajando para ser día a día, más fieles al Señor y amar mucho a la Iglesia Católica, nuestra Madre y Maestra.
Sigamos orando por la conversión de los gobernantes...