miércoles, 22 de mayo de 2013

DESDE VILLALUENGA: EN VILLALUENGA.

Hoy quiero escribir el primer pos "Desde Villaluenga", precisamente desde Villaluenga del Rosario.
 
Por imperiosas necesidades hemos tenido que cambiar nuestro viejo ordenador por otro nuevo y esto quiere decir que el modem inalámbrico, que el anterior no cogía, y así poder conectarme desde mi querido pueblo y poder tener el blog lo más actualizado posible.
 
Llegamos ayer sobre las seis y media de la tarde a nuestra casa de Villaluenga. Salimos de Jerez con 24 grados y cuando llegamos aquí apenas superamos los 11 grados. Del calor al frío en tan solo una hora.
 
Nos recibió nuestra casa con bastante frío en el ambiente. Hacía cerca de veinte días que no veníamos por diversos motivos y nos hemos venido cinco días pues he cogido unos días de vacaciones por recomendación médica, ya que necesito una desconexión total para empezar mi restablecimiento de mis últimas crisis digestivas.
 
 Organizar un poco la casa, encender la chimenea, empezar a programar el ordenador y, una vez hecho esto, actualizar con normalidad el blog. En esta actividad se me pasó toda la tarde mientras afuera llovía con cierta intensidad.
 
Hoy amaneció pronto para nosotros, sobre las ocho de la mañana, después de dormir plácidamente más de nueve horas en una profunda tranquilidad.
 
Nos levantamos con la idea de hacer una ruta de senderismo, queríamos irnos a Benaocaz y desde allí hacer el sendero del "Salto del Cabrero".
 
Una ruta de cierta dificultad donde las piedras podrían ser resbaladizas según la humedad ambiente y, también, por las últimas lluvias de la tarde anterior.
 
Subir, campo a través, por la montaña, caminar por un frondoso y tranquilo valle, encaminarnos por la ruta que nos lleva justamente al lugar concreto donde se divisan las fallas que se localiza "El Salto del Cabrero". Menos mal que nos encontramos con otro senderista, del lugar, que nos acompañó hasta el lugar concreto. Esta buena persona se llama Paco y vive en Benaocaz.
 
El camino de vuelta fue mucho mejor que el de ida porque ya conocíamos el camino aunque no estuvo exento de dificultad, máxime cuando el cansancio y el calor ya hacían de las suyas. Tres horas y cuarenta minutos tardamos en hacer todo el sendero.
 
Acabamos muy cansados físicamente aunque muy a gusto con nosotros mismos por el hecho de poderlo haber hecho en su integridad a pesar de la dificultad que tenía el trayecto.
 
Cuando llegamos a Villaluenga nos encaminamos al Casino donde saludamos a nuestros amigos Fernando y Juan de Dios. Una copa de oloroso, un coca cola, y dos raciones de queso y chorizo así como dos paquetes de patatas fritas hicieron que el almuerzo nos supiera a gloria bendita. Una conversación de conversaciones hizo que el tiempo pasara demasiado deprisa y sin darnos apenas cuenta.
 
Sobre las tres y media se fue Hetepheres y yo me quedé charlando con los buenos amigos que allí se encontraban. Quedaban unos minutos para irnos cuando llegaron Charo Oliva y Toni, con la cual estuve hablando de temas de interés que  nos conciernen a ambos a favor de nuestro querido y amado pueblo, para a eso de las cinco menos cuarto de la tarde irnos del Casino camino de casa. Antes nuestro querido Fernando nos había obsequiado con pan de campo.
 
La tarde la he pasado actualizando el blog, investigando el tema al cual llevo dedicado tanto tiempo y , ahora, escribir este primer post "Desde Villaluenga".
 
No sé que nos deparará lo que resta de tarde aunque os lo contaré mañana porque todo lo que aquí suceda es motivo de alegría para las almas que buscan la paz, la alegría, el sosiego.
 
Recibid todos un fuerte abrazo y que Dios os bendiga.
 
Jesús Rodríguez Arias
 
Nota: En los próximos días publicaré la galería fotográfica de este inolvidable día.

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