lunes, 30 de abril de 2018

* LA ISLA SABE A CORPUS




Será este próximo jueves, será en el Castillo de San Romualdo, será a las ocho y media de la tarde cuando la Solemnidad del Corpus según San Fernando se presente al mundo por medio de una inmejorable obra pictórica salida de la inspiración, del arte y de la genialidad de mi querido hermano Juan Pérez Bey con las palabras escritas en blanco papel a modo de presentación que serán dichas a viva voz ante el mundo por mi siempre querida, siempre admirada, Lucía Gutiérrez Cotarelo.

Será el primer acto organizado por la Comisión Pro Corpus Christi de San Fernando este año 2018, será un acto solemne, íntimo, lleno de emocionantes vivencias porque este jueves 3 de mayo se puede decir sin riesgo a equivocarse que "La Isla sabe a Corpus".

Será en tan solo cuatro días porque este artículo dedicado expresamente ha sido publicado hoy en mi semanal tribuna de Información San Fernando.

Jesús Rodríguez Arias 

LA ISLA SABE A CORPUS



Será el próximo jueves cuando verá la luz un nuevo cartel anunciador de la Solemnidad del Corpus Christi en nuestra Ciudad, con esta serán ocho los editados desde aquél primero y también experimental salido de la inspiración de mi querido Manuel Sánchez Raposo y que tuve el inmenso privilegio de presentar. Cuando veo esa fotografía de 2011 reconozco que pienso eso de que éramos tan jóvenes…

Desde aquél entonces la Comisión Pro-Corpus Christi sigue trabajando para engrandecer este día, para dotar de más solemnidad si cabe a la Procesión de las Procesiones, de ofrecer un variado abanico que sirva como elemento motivador para vivir este domingo que antes era uno de esos jueves que más lucía el sol. Comisión que ha visto pasar por ella tres arciprestes, varios sacerdotes, muchos laicos, tres alcaldes y munícipes, de distinto pensamiento político, pero ahí sigue trabajando para sacar hasta debajo de las piedras ese recurso, ese contacto, esa gestión, que lleve a buen puerto lo que tienen proyectado.

Y este año la recreación artística de la Solemnidad del Corpus según La Isla sale de las manos de un cañaílla, de un buen cofrade, de un extraordinario pintor y artesano como es mi querido amigo y hermano Juan Pérez Bey que a buen seguro nos volverá a sorprender por su buen gusto y genialidad.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras pero depende del contenido de estas y de la persona que las pronuncie. Este año coge el testigo una mujer coherente en su forma de hacer y de pensar, coherente en su forma de vivir la Fe, coherente en el inmenso Amor que le profesa a Jesús Eucaristía, coherente en la forma de ver la vida, coherente en su servicio a los más desfavorecidos, a la Santa Madre Iglesia. Además de una mujer de valía y que exhala coherencia es una señora, una dama de esas de las antes que siempre sabe estar, siempre sabe su lugar, siempre se hace respetar. Os estoy hablando de Lucía Gutiérrez Cotarelo nacida es Asturias y radicada desde hace décadas en esta bendita Isla de León donde ya se puede decir que es tan isleña como el Puente Zuazo.

Cuando me enteré de la persona que pondría voz al cartel del Corpus de este año me alegré sobremanera ya que Lucía, siendo neófita en estas lides, puede decir mucho más que los que están sobradamente acostumbrados a hablar en público, desde un atril, con un público expectante a cada palabra dicha. Sí, Lucía Gutiérrez puede ofrecernos esa gota de rocío fresco que tanto necesitamos y que tanto adolece en estos tiempos el ámbito de la oratoria donde o se es demasiado inexpresivo o se tiende a sobreactuar. Lucía puede adentrarnos en los que es la Solemnidad del Corpus Christi en San Fernando no solo desde el conocimiento sino desde la vivencia personal.

Gran acierto la de la Comisión en estas designaciones, en estos nombramientos, pues con ellos se abre el telón a una serie de actos preparatorios, una serie de iniciativas que incentiven la participación y engalanamiento de las casas y calles por donde discurra el cortejo solemne donde la Custodia con Cristo Vivo está acompañado de la Santísima Virgen del Carmen y San José que ostentan el Patronazgo de esta Bicentenaria Ciudad.

Debo reconocer, por razones obvias, que este acto de presentación del cartel del Corpus en San Fernando me toca muy de cerca pues sé de la importancia del mismo, pues sé de la ilusión y de la emoción que en este ponen tanto la persona que lo crea como la que con palabras y también silencios lo presenta al mundo.

Este año me gustaría el poder estar porque tanto uno como otra son personas muy queridas por mí, de las que siempre han estado en muchos momentos de mi vida, de nuestra vida. Acompañar a Juan en la presentación de su obra y estar junto a Lucía en ese momento inicial, que siempre es el que más cuesta, cuando haga uso de la palabra es una obligación no solo moral sino también sentimental que debo realizar y además con mucho gusto. Eso al menos es lo que me propongo en manos de Dios está lo que disponga para su mayor gloria.

La verdad es que me alegrará el poder compartir ese acto pues este año tengo intención de vivir íntegramente el día del Corpus en Villaluenga del Rosario donde a lo mejor no existe tanto protocolo, tanta solemnidad, pero se vive lo que es la Fe de forma intensamente devocional de lo que es sentir la pureza de lo auténtico.

Jesús Rodríguez Arias

ROCÍO JURADO: QUÉ NO DARÍA YO.

PARA MEDITAR

Analiza tu comportamiento cuando pierdes en el juego o en la práctica del deporte, o cuando pierde el equipo al que apoyas; puede que experimentes una cierta dosis de humillación, de frustraciòn o incluso de indignación. Procura que no sea nunca mayor que tu esperanza, tu entereza y tu fortaleza. Utiliza tu derrota para aprender a levantarte de nuevo y reemprender la marcha, para construir y no para destruir. 

CUANDO ALGUIEN DICE QUE CREEN EN DIOS, ¿QUÉ SIGNIFICA EXACTAMENTE?

Religión en Libertad


Cuando alguien dice que cree en Dios, ¿qué significa exactamente? Interesante y sorprendente estudio
El centro de investigaciones Pew Research Center ha publicado un macro estudio sobre la religiosidad de los estadounidenses. “Cuando los americanos dicen que creen en Dios, ¿qué es lo que verdaderamente significa” es el nombre de un estudio que arroja muchas claves que van más allá de conocer la adscripción religiosa de cada persona. Entra en lo que realmente creen, ya sea católico, evangélico, judío o autodefinido como no creyente.
La encuesta, cuya muestra fue de 4.729 personas, reflejó además como la denominación cristiana de cada uno, el género o incluso el partido político con el que simpatizan se relaciona con la forma en cómo se ve lo divino.

Quién es Dios para los estadounidenses
A día de hoy, el 80% de los estadounidenses responde que sí a la pregunta de si creen en Dios mientras que un 20% contesta que no. Pero para explorar las creencias tanto de unos como de otros, se realiza una segunda pregunta.

A aquellos que respondieron  sí, se les preguntó que aclararan si creen en “Dios cómo se describe en la Biblia” o “no creen en Dios cómo se describe en la Biblia, pero creen que hay otro poder superior o fuerza espiritual en el universo”.

En este punto empieza la división. Poco más de la mitad (56%) de los que dijeron creer en Dios afirma creer en el Dios que describe la Biblia, mientras que el 23% creía en este poder espiritual superior.


En el gráfico se muestran las respuestas a la pregunta de si "cree en Dios o no" y posteriormente si cree que en el Dios que se describe en la Biblia o en un poder superior o fuerza espiritual

Lo que creen los que aseguran que no creen
Pero también existen datos muy interesantes entre los que declaran no creer en Dios. A estos se les hizo igualmente una segunda pregunta pidiéndoles que aclararan si no creen en el Dios de la Biblia pero creen en un poder superior o fuerza espiritual o, por el contrario, no creen que haya ningún otro poder o fuerza espiritual en el universo.

Aproximadamente, la mitad de ellos admitió la existencia de una fuerza espiritual o poder superior. Por lo tanto, sólo un 10% de los estadounidenses considera que no hay ningún dios ni fuerza espiritual.
La encuesta quiso profundizar más en las creencias de los encuestados y las diferencias son también llamativas entre los que creen en el Dios de la Biblia. El 80% de los cristianos estadounidenses afirman creer en Él, porcentaje que se desploma entre los judíos, donde sólo un tercio de ellos cree en el Dios del Libro. La mayoría de los seguidores del judaísmo en Estados Unidos (un 56%) cree en realidad en una especie de ser superior o espiritual.
Los católicos, a la cola entre los grupos cristianos
Los católicos son de los principales grupos cristianos los que menos creen en el Dios de la Biblia. El 69% de los católicos opina esto mientras que el porcentaje supera el 90% entre evangélicos o iglesias protestantes negras. Sin embargo, se queda en el 72% en el caso de las principales iglesias protestantes del país.


La diferencia de sexo también es analizada en esta encuesta sobre la creencia en Dios. Es conocido que las mujeres asisten más a los oficios religiosos y dan más importancia al papel de la religión en sus vidas.  En esta encuesta queda de manifiesto al ver que el 61% de las mujeres estadounidenses confesaron creer en un Dios bíblico, 11 puntos más que los hombres.
Las mujeres y su relación con Dios
Los investigadores del Pew Research Center resaltan que entre los grupos demográficos, “más mujeres que hombres ven a Dios actuando en todo o en la mayoría de lo que ocurre en sus vidas”.

El estudio muestra igualmente que las mujeres son más propensas en ver a Dios como amoroso y omnisciente. El 82% de las mujeres cree que Dios “ama todas las personas, a pesar de sus fallos”, porcentaje que se reduce al 72% en el caso de los hombres.
Por otro lado, tres de cada cuatro mujeres de EEUU dicen que Dios “conoce todo lo que sucede en el mundo”, en comparación con el 65% de los hombres.


También hay diferencias según la adscripción política
La percepción sobre Dios también varía dependiendo del partido político con el que se simpatiza. Según recoge Christianity Today, los estadounidenses que se inclinan por el Partido Republicano tienden a ser más religiosos que los que se inclinan por los demócratas, un patrón que también se refleja en cómo piensan en Dios. En la encuesta, aquellos en el lado del Partido Republicano tenían más probabilidades de creer en un Dios bíblico: el 70 por ciento de los republicanos contra el 45 por ciento de los demócratas. Entre los que creyeron, más republicanos vieron a Dios como amoroso, omnisapiente y todopoderoso que los demócratas (67% versus 49%).

Los republicanos también vieron fácilmente a Dios como un juez. Tres cuartas partes de los republicanos, en comparación con el 51 por ciento de los demócratas y el 61 por ciento de los estadounidenses en general, acordaron que "Dios juzgará a todas las personas en función de sus obras".
El sociólogo Paul Froese valora esta encuesta asegurando que “hay muchas maneras de medir las creencias acerca de Dios. Lo que es tan interesante es que la mayoría de la gente dice que cree en "Dios", pero no sabemos qué significa esa palabra para ellos. Por lo tanto, mirar lo que los estadounidenses piensan acerca de Dios puede ser muy revelador .

ASESINADO UN SACERDOTE EN FILIPINAS




Manila (Agencia Fides) – Asesinado un sacerdote este domingo 29 de abril por la mañana en el norte de Filipinas. El padre Mark Ventura, párroco de la Misión de San Isidro Labrador, recibió dos disparos de arma de fuego, uno en la cabeza y el otro en el pecho.
Según la policía, el sacerdote estaba en una reunión con miembros del coro parroquial y se disponía a presidir un bautizo cuando el asesino apareció por la puerta de atrás del recinto y disparó contra el sacerdote en dos ocasiones. El atacante, oculto con un casco y una chaqueta, escapó en una motocicleta conducida por un cómplice.

El homicidio tuvo lugar en el pueblo Piña Weste cerca de la ciudad de Gattaran en Cagayan. Gattaran se encuentra a unos 95 kilómetros al norte de Tuguegarao, la capital de Cagayan, que está a unos 789 kilómetros (490 millas) de Manila. Uno de los responsables de la Policía Nacional Filipina, Mario Espino, ordenó la creación de un grupo especial de investigación para esclarecer las circunstancias del asesinado del sacerdote. Desde la policía de Cagayan han informado de que Ventura era muy activo en su reivindicación de unas elecciones justas, de derechos para los trabajadores filipinos en el extranjero y del bienestar de los niños. 

“Estamos en estado de shock y sin poder asimilar todavía la noticia del brutal asesinato del padre Ventura, sacerdote católico de la archidiócesis de Tuguegarao”, aseguró el presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas (CBCP), monseñor Romulo Valles, arzobispo de Davao, en una declaración. “Ofrecemos nuestras oraciones por el padre Ventura, por su familia y por los fieles laicos de Tuguegarao. También oramos por monseñor Sergio Utleg, arzobispo de Tuguegarao, sus sacerdotes y religiosos de la archidiócesis, que este año en unión con toda la Iglesia en las Filipinas, están celebrando el Año del Clero y de los Consagrados. ¡Condenamos este acto malvado! Llamamos a las autoridades a actuar rápidamente para encontrar a los autores de este crimen y llevarlos ante la justicia”, dijo el obispo Valles. “Instamos a las autoridades a capturar y llevar ante la justicia a los asesinos del padre Ventura tan pronto como sea posible y a no considerar su muerte como otro asesinato bajo investigación”, solicitó el presidente del partido liberal Kiko Pangilinan.

“Esperemos que la muerte del padre Ventura no refleje el carácter de nuestra nación a la luz de las recientes acciones del gobierno contra sor Patricia Fox, una trabajadora humanitaria que trabajó durante 27 años en Filipinas y que fue expulsada del país sin ningún motivo”, añadió Pangilinan.
“El descarado ataque contra el padre Ventura, conocido por su lucha contra la minería y el apoyo a los pueblos indígenas, no tiene cabida en ni nuestra sociedad ni debería tenerlo bajo esta administración, que se enorgullece de privilegiar la ley y el orden y han reducido la tasa de criminalidad”, concluyó Pangilinan. El padre Ventura había asumido la dirección de la Misión de San Isidro Labrador a comienzos del pasado abril. Durante siete años había sido sacerdote en la archidiócesis de Tuguegarao. Es el segundo sacerdote asesinado en cuatro meses. El padre Marcelito Páez, de 72 años, fue asesinado en Jaén, Nueva Écija, en las Filipinas del Norte, por hombres armados no identificados en diciembre de 2017. 
(SD) (Agencia Fides 30/4/2018)

PAPA: ESTAR ATENTOS A LAS CURIOSIDADES EN EL MUNDO VIRTUAL

VaticanNews

2018-04-30 Messa Santa Marta
En su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, el último lunes de abril, el Santo Padre recordó que los niños son curiosos y en el mundo virtual encuentran tantas cosas malas. De ahí que haya propuesto ayudar a los jóvenes a no caer prisioneros de esta curiosidad, a la vez que exhortó a pedir la certeza al Espíritu Santo
Ciudad del Vaticano

Saber discernir entre las curiosidades buenas y las malas, y abrir el corazón al Espíritu Santo que da la certidumbre. Son las dos exhortaciones que el Papa Francisco dirigió esta mañana inspirándose en el Evangelio propuesto por la liturgia del día, tomado de Juan (14, 21-26). En efecto, el evangelista presenta un diálogo entre Jesús y sus discípulos que el Pontífice definió como “el diálogo entre la curiosidad y la certeza”.

La curiosidad buena de "la edad del porqué"
El Obispo de Roma explicó la diferencia entre las curiosidades buenas y malas, teniendo en cuenta que “nuestra vida – dijo – está llena de curiosidad”. Y como ejemplo de curiosidades buenas aludió a los niños que se encuentran en la llamada “edad del porqué”. Es decir, cuando preguntan, porque creciendo se dan cuenta de las cosas que no comprenden y buscan una explicación. Esta es una curiosidad buena –  añadió el Papa –  porque sirve para desarrollarse y “tener más autonomía”, además de que también es una “curiosidad contemplativa”, porque “los niños ven, contemplan, no comprenden y preguntan”.

Atención al chismorreo y al mundo virtual
“El chismorreo”, en cambio –  explicó Francisco –  es una curiosidad no buena, “patrimonio de hombres y mujeres”, si bien hay quien sostiene que los hombres son “más chismosos que las mujeres”. La curiosidad mala consiste en querer “oler la vida de los demás” –  dijo el Papa –  o en “tratar de ir a los lugares que al final ensucian a otras personas”, o en el hacer comprender cosas de las que no se tiene el derecho de saber. Y este tipo de curiosidad mala –  añadió –  “nos acompaña durante toda la vida: es una tentación que tendremos siempre”:

“No asustarse, sino prestar atención: ‘Esto no lo pregunto, esto no lo miro, esto no lo quiero’. Y tantas curiosidades, por ejemplo, en el mundo virtual, con los teléfonos celulares y otras cosas… Los niños van allí y tienen la curiosidad de ver; y allí encuentran tantas cosas malas. No hay disciplina en esa curiosidad. Debemos ayudar a los jóvenes a vivir en este mundo, y para que las ganas de saber no sean ganas de ser curiosos, y terminen prisioneros de esta curiosidad.

La curiosidad de los Apóstoles
En cambio, las curiosidades de los Apóstoles en el Evangelio son buenas, puesto que ellos quieren saber lo que sucederá, y Jesús responde dando certezas, “jamás engaña”, prometiéndoles el Espíritu Santo que – afirma - “les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho”.

“El Espíritu Santo nos dará la certeza en la vida. No es que el Espíritu Santo viene con un paquete de certezas y tú las tomas. No. En la medida en que nosotros vamos por la vida y preguntamos al Espíritu Santo, abrimos el corazón y él nos da la certeza para aquel momento, la respuesta para aquel momento. El Espíritu Santo es el compañero, el compañero de vida del cristiano”.

El Espíritu Santo da la certeza
En efecto, el Espíritu Santo “recuerda las palabras del Señor iluminándolas” y este diálogo con los Apóstoles, que “es  un diálogo entre curiosidades humanas y certeza”, termina precisamente con esta referencia al Espíritu Santo, “compañero de la memoria”, que “conduce donde se encuentra la felicidad fija, esa que no se mueve”. De modo que Francisco exhortó a ir donde se encuentra la verdadera felicidad con el Espíritu Santo, que nos ayuda a no equivocarnos:

“Pidamos al señor dos cosas hoy: primero que nos purifiquemos al aceptar las curiosidades – hay curiosidades buenas y no tan buenas – y saber discernir: no, esto no debo verlo, esto no debo verlo, esto no debo preguntarlo…. Y la segunda gracia: abrir el corazón al Espíritu Santo, porque él es la certeza, nos da la certeza, como compañero de camino, de las cosas que Jesús nos ha enseñado, y nos recuerda todo”.


EL LENGUAJE DEL SILENCIO





En nuestra infancia aprendimos que para comunicar son imprescindibles las palabras. Más tarde descubrimos que los silencios también comunican. En descargo de los docentes hay que decir que, en el mundo occidental, desde la antigua Grecia, la palabra ha sido siempre la base de la comunicación y un factor clave de la cultura. En cambio, el mundo oriental ha considerado el silencio vinculado a la contemplación no solo como factor cultural, sino también como una fuente de sabiduría y espiritualidad.
¿Por qué no solemos buscar el silencio? Porque estamos condicionados por la agitación, la prisa y el ruido. Y si alguna vez encontramos silencios no sabemos qué hacer con ellos. Vernos reflejados en el espejo del silencio nos asusta y desconcierta.
Existe algo aún más preocupante que vivir en un ambiente de ruido ensordecedor: acostumbrarse pasivamente a ese ruido e incluso necesitarlo como sonido de fondo en todo lo que hacemos.
¿Cómo suelen reaccionar los jóvenes del botellón cuando por primera vez ascienden a una montaña? La soledad y el silencio los descoloca y abruma.
«El silencio no es una ausencia; es manifestación de una presencia, la presencia más intensa que existe», afirma el cardenal Robert Sarah. En esta vida lo verdaderamente importante ocurre en silencio. La sangre corre por nuestras venas sin hacer ruido, y solo en el silencio somos capaces de escuchar los latidos del corazón».
Hay momentos en los que las palabras distraen y estorban. Miguel Delibes, tras el fallecimiento de su mujer, escribió: «En las sobremesas, solíamos sentarnos frente a frente y charlábamos. Pero las más de las veces, callábamos. Nos bastaba mirarnos y sabernos. Nada importaban los silencios y el tedio de las primeras horas de la tarde. Estábamos juntos y era suficiente. Cuando ella se fue, todavía lo vi más claro: aquellas sobremesas sin palabras, aquellas miradas sin proyecto, sin esperar grandes cosas de la vida, eran sencillamente la felicidad».
Pablo Neruda compuso el poema Silencio, del que selecciono un fragmento: «Yo que crecí dentro de un árbol / tendría mucho que decir, / pero aprendí tanto silencio / que tengo mucho que callar / y eso se conoce creciendo / sin otro goce que crecer, /sin más pasión que la substancia, / sin más acción que la inocencia».
Gerardo Castillo Ceballos
Profesor de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra

LA DIÓCESIS DE GETAFE QUIERE ABRIR SU QUINTA CAPILLA DE ADORACIÓN PERPETUA




La Ermita de San Cristóbal, en Leganés, acogerá la quinta capilla de adoración perpetua de la diócesis de Getafe y la número 54 de toda España. Está previsto que el Santísimo se quede expuesto permanentemente en la custodia dentro de poco más de un mes.
Hasta ahora, los turnos se suceden de lunes a viernes entre las 08:00 y las 22:00 horas. «Fue el anterior obispo de Getafe, monseñor Andujar, el que nos animó a hacer la adoración perpetua», explica Pilar Fernández, responsable de la organización.
Para lograrlo, y que así «el Señor esté acompañado las 24 horas del día y los 365 días del año», hacen falta todavía algunos adoradores más. «Actualmente hay cerca de 185 personas y necesitamos, como poco, otras 100 o 150 más». Por ello, el promotor mundial de las capillas de adoración perpetua, el sacerdote Justo Lofeudo, recorrerá desde este sábado la diócesis getafense «para informar de esta iniciativa e invitar a los fieles a que se comprometan con los turnos de adoración».
«Poner en el centro de la vida eclesial a Jesucristo Eucaristía es una urgencia y una condición para que pueda darse la nueva evangelización», explican desde la diócesis. «De rodillas ante el Señor, en acción de gracias por tantos dones, en oración por tantas necesidades, surgirá ese nuevo ardor evangelizador», añaden.
J. C. de A.

¿QUIÉN ES LA PERSONA TRIUNFADORA?



Estos triunfadores van mostrando un poco el rostro de Cristo


Por: María Teresa González Maciel | Fuente: Catholic.net 




 “Concebir el bien no es suficiente, debemos hacerlo victorioso entre los hombres” Joseph Ernest Renan

Muchas veces creemos que el único triunfador en la vida es la persona que tiene éxito, fama, dinero, posesiones, estudios, un puesto importante en la empresa, familia, etc.…el que ha logrado un status alto en la sociedad, que se le reconoce en los medios de comunicación, y no cabe duda de que estas personas han conseguido triunfar con disciplina, esfuerzo, trabajo.  
Se vale hacer una pregunta ¿estos triunfadores a los ojos del mundo, logran también ser auténticos triunfadores?
Hay millones de triunfadores que no tienen dinero que no tienen fama,posesiones, un puesto importante ni mayores estudios y que a los ojos del mundo aparecen como perdedores, son así calificados por no dar resultados visibles en las áreas que el hombre considera como valiosas. Es interesante y vale la pena ahondar un poco en la vida de estas personas anónimas que viven como auténticos triunfadores a los ojos de Dios.
Estas personas que recibieron la herencia de sus abuelos, de sus padres, ese tesoro, ese legado, esa estafeta de vivir y transmitir lo que a los ojos de Cristo es un triunfador.Estos hombres que viven los valores, y al vivirlos los han convertido en virtudes. Al practicar por ejemplo la honestidad, la justicia, la prudencia, la fortaleza, lealtad, paciencia, comprensión, solidaridad, responsabilidad, perseverancia.


El auténtico triunfador no tiene que ver con los triunfos humanos. De ser así diríamos que Jesús fue un perdedor para los de su época, incluso mucha gente no acaba de entender la vida de Jesús. Del Hijo de Dios del Creador del universo, en quien están sustentadas todas las cosas y que no tenía dónde reclinar su cabeza.  De Dios que es camino verdad, vida libertad, y se le considera que ha perdido la razón, del Dios que todo lo puede y se entrega libremente a la muerte por amor. Del Dios que se queda como alimento para todos los que tengan hambre en la fragilidad de un pan.
No es fácil entender que hay que morir para vivir, que al morir al egoísmo se vive  la generosidad, que al morir al individualismo, se vive la solidaridad, que al morir a la  ambición por acumular más, se vive  la justicia, que al morir al deseo de hacer lo que te venga en gana, se vive el respeto, que al morir al orgullo se vive la humildad.
La persona triunfadora es una persona madura, es el líder auténtico por excelencia aquel que con su conducta, más que con su discurso, invita a otros a seguir sus huellas, aquel que es capaz de transformar su entorno, familia, trabajo, sociedad.
Cuando este triunfador pasa a nuestro lado va dejando un aroma, un perfume, un sabor de gratitud en los corazones que son comprendidos, consolados, perdonados,  ayudados en sus necesidades, confortados en sus penas, incluidos a pesar de su condiciones adversas.
 
Estos triunfadores van mostrando un poco el rostro de Cristo, porque han conseguido venerar al Cristo oculto en cada hermano.  
 

EVANGELIO DEL DÍA Y MEDITACIÓN

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Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 14,5-18

En aquellos días, se produjeron en Iconio conatos de parte de los gentiles y de los judíos, a sabiendas de las autoridades, para maltratar y apedrear a Pablo y a Bernabé; ellos se dieron cuenta de la situación y se escaparon a Licaonia, a las ciudades de Listra y Derbe y alrededores, donde predicaron el Evangelio. Había en Listra un hombre lisiado y cojo de nacimiento, que nunca había podido andar.
Escuchaba las palabras de Pablo, y Pablo, viendo que tenía una fe capaz de curarlo, le gritó, mirándolo: «Levántate, ponte derecho.»
El hombre dio un salto y echó a andar.
Al ver lo que Pablo había hecho, el gentío exclamó en la lengua de Licaonia: «Dioses en figura de hombres han bajado a visitarnos.»
A Bernabé lo llamaban Zeus y a Pablo, Hermes, porque se encargaba de hablar. El sacerdote del templo de Zeus que estaba a la entrada de la ciudad trajo a las puertas toros y guirnaldas y, con la gente, quería ofrecerles un sacrificio.
Al darse cuenta los apóstoles Bernabé y Pablo, se rasgaron el manto e irrumpieron por medio del gentío, gritando: «Hombres, ¿qué hacéis? Nosotros somos mortales igual que vosotros; os predicamos el Evangelio, para que dejéis los dioses falsos y os convirtáis al Dios vivo que hizo el cielo, la tierra y el mar y todo lo que contienen. En el pasado, dejó que cada pueblo siguiera su camino; aunque siempre se dio a conocer por sus beneficios, mandándoos desde el cielo la lluvia y las cosechas a sus tiempos, dándoos comida y alegría en abundancia.»
Con estas palabras disuadieron al gentío, aunque a duras penas, de que les ofrecieran sacrificio.

Salmo

Sal 113B,1-2.3-4.15-16 R/. No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria

No a nosotros, Señor, no a nosotros,
sino a tu nombre da la gloria,
por tu bondad, por tu lealtad.
¿Por qué han de decir las naciones:
«Dónde está su Dios»? R/.

Nuestro Dios está en el cielo,
lo que quiere lo hace.
Sus ídolos, en cambio, son plata y oro,
hechura de manos humanas. R/.

Benditos seáis del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
El cielo pertenece al Señor,
la tierra se la ha dado a los hombres. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 21-26

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él.»
Le dijo Judas, no el Iscariote: «Señor, ¿qué ha sucedido para que te reveles a nosotros y no al mundo?»
Respondió Jesús y le dijo: «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.»

Reflexión del Evangelio de hoy

La fuerza del Resucitado les acompaña

Estamos ya inmersos de pleno en el recorrido del primer viaje misionero de Pablo,  y en él  aparece con fuerza “aquello” que Jesús había anunciado a sus discípulos en el discurso de despedida. Jn16
Tanto el enfrentamiento, persecución, oposición frontal…, como saber expresar y anunciar la Buena Noticia que es Cristo Resucitado, estarán presente en su vida. ¿Cómo Pablo y los demás Apóstoles  saben situarse en cada ocasión?  Unas veces huyen a otras ciudades, otras veces son protegidos por los hermanos, las más de las veces resisten en la persecución, los ultrajes, los sufrimientos de todo tipo…, y todo ello teniendo claro que la Verdad debe ser anunciada a “tiempo y a des-tiempo” como más tarde señalará Pablo a Timoteo.
Podríamos afirmar  como sugiere algún biblista, que estamos ante un libro que podría llevar el subtítulo: “La fuerza del Espíritu en la expansión del Evangelio”. Y encontramos que su contenido es el actuar de ese “Espíritu-Consolador que hará que recuerden lo que Jesús les enseñó y les explicará todo”. La promesa de este consuelo la hemos escuchado en Jn 14  y en los Hch pareciera que tocamos esa realidad, esa vivencia. El Espíritu Santo que dirigió a Jesús a lo largo de toda su vida, ahora es el que dirige a Pablo y Bernabé  en la tarea de llevar el Evangelio  al mundo gentil.  La fuerza de este Espíritu les sostiene, les guía, les fortalece. Solo necesitan: ser dóciles. Y a nosotros cristianos católicos, ¿no se nos hace la misma promesa-exigencia hoy? ¿Se habrá quedado el Espíritu sin voz o estamos nosotros sordos y faltos de confianza en las posibilidades que tenemos?
Materialmente tenemos tanto, que quizás haya  adormecido nuestra creatividad y sencillez  en el anuncio y el riesgo de decir y vivir el Evangelio. Sin embargo sabemos que solo en ese hecho está la salvación. “ El que tiene, el que acepta, el que pone en práctica mis mandamientos, ese me ama de verdad, y el que así ama, será amado por mi Padre, y Yo me manifestaré a él”. Jn 14, 21
El termómetro para saber la calidad  de nuestra pertenencia y fidelidad en el seguimiento es fácil de entender y definir, no se necesita ni muchos doctorados ni grandes y detalladas tesis; simplemente mirar quién y quiénes están en el centro de nuestras preocupaciones y ocupaciones diarias. Si la respuesta es que “mi-yo” no es el que sobre sale y está pacificado… continuemos caminando con alegría, sabedores que con la fuerza del Espíritu podemos realizar la misión principal que nuestro mundo aunque no siempre la espere, la necesita. Ser  testimonio de Cristo Resucitado con la palabra y la vida. Así lo hacen, Pablo, Bernabé y los demás discípulos de ayer y de hoy.
Pablo y Bernabé dejan actuar al don especial recibido, perciben y entienden que la fe predicada ha penetrado en  el corazón de este  paralitico que escucha y le dispone a acoger la grandeza del milagro de la sanación. Pablo le ordena levantarse, ni tan siquiera pronuncia el nombre de Jesús. El texto señala que “él se levantó y comenzó a caminar “. Para nosotros es obvio que es por el poder de Dios por el cual este signo se realiza; pero pensemos un momento en tantos ateos, agnósticos e indiferentes  que conocemos, ¿qué reacciones tienen cuando oyen hablar de Jesús? No son iguales, pero también están cargadas de idolatrías. ¡A cuántos dioses adoran, y a cuántos adoramos también nosotros!
Estos testigos que nos presenta el libro de los Hechos, tuvieron la habilidad pedagógica de acomodar sus palabras a la situación de sus oyentes, no hablaron de la misma manera a los judíos que a los paganos, ni tan siquiera  el contenido o Kerigma que exponían cada vez era el mismo. Lo primero es “despertar” la atención de sus oyentes, conocer lo que les interesa; Hch 14,15-17, saben adaptase y esperar, hasta que los oyentes puedan acoger el mensaje liberador que es Cristo Resucitado.
¡Hoy estamos tan faltos de encontrar esa habilidad de los Apóstoles para realizar nuestra vocación misionera! Roguemos a ese Espíritu Consolador que acompañe nuestros discernimientos, para que encontremos  nuevas miradas sobre nuestra realidad  y lleguemos a “poner en práctica sus palabras” Jn 14,21.24.


Hna. Virgilia León Garrido O.P.
Congregación Romana de Santo Domingo

domingo, 29 de abril de 2018

ANTONIO FLORES Y LOLITA: SIETE VIDAS...

ÉXITO DEL FORO DE LA FAMILIA: MURCIA FRENA LAS CHARLAS LGTB QUE IMPARTE SIN CONSENTIMIENTO PATERNO

Religión en Libertad


Éxito del Foro de la Familia: Murcia frena las charlas LGTB que imparte sin consentimiento paterno

Éxito del Foro de la Familia en Murcia, en una de las batallas que se irán reproduciendo por toda España. La Consejería de Educación del gobierno murciano haya paralizado las charlas que el colectivo LGTB “No te prives” ha estado impartiendo en los colegios de la región.

El Foro de la Familia (www.forofamilia.org) se movilizó en este caso y finalmente la Consejería ha tenido que dar la razón a esta institución debido a que el grupo LGTB estaba impartiendo charlas sobre ideología de género sin el consentimiento expreso de las familias.

Sin consentimiento paterno, no hay charlas
Según recoge La Opinión de Murcia, fuentes de la Consejería de Educación han informado que han recibido quejas de padres así como de colegios donde se han impartido estas charlas. El objetivo pasa por ahora por “buscar el  consenso de la comunidad educativa. Las charlas las solicitan los centros en base a su autonomía. La clave está en pedir permiso a los padres”.

Por su parte, el Foro de la Familia ha celebrado en un comunicado la decisión de Educación de “suspender de manera inmediata las charlas de educación afectivo sexual a menores en los centros de la Región, para cumplir con lo que recoge nuestra carta magna sobre el Derecho a la Educación”.

El Foro añade además que acepta “las disculpas de la consejera, que ha reconocido que no se requirió el consentimiento expreso a los padres en ningún momento, vulnerando sus derechos constitucionales”.

Para evitarlo en el futuro situaciones como la vivida, la asociación ha indicado que la consejera “nos ha asegurado que utilizará el documento presentado por esta institución para requerir el consentimiento expreso de los padres para recibir formación de este tipo, y será obligatorio que los padres conozcan con detalle el contenido de las charlas o actividades en las que participarán sus hijos”.


La respuesta del lobby LGTB
Educación señala que estás charlas estarán paralizadas de momento y que la semana que viene la dirección general de Juventud se reunirá con los colectivos LGTBI para reubicar las fechas de las sesiones informativas sobre afectividad y sexualidad en los colegios.

Una de las grandes batallas precisamente es el del consentimiento informado de los padres, para evitar así que se pueda adoctrinar a los niños. Y es precisamente lo que ha ocurrido en el caso de Murcia.

El presidente de No Te Prives, Jesús Costa, aseveró que, a su entender, “lo que se pretende desde este Foro de la Familia es seguir manteniendo un único modelo de familia, el tradicional y una sola manera heterosexual de entender las relaciones humanas” y alegó que la actitud del Foro “coarta la libertad de expresión, justo lo contrario a lo que pretendemos desde los colectivos LGTBI”.

Cómo actuar ante los intentos de imposición
Frente a estos intentos de lobbies y grupos LGTB y otros grupos ideológicos de llegar a los niños saltándose a los padres, cada vez más colegios, familias y asociaciones recomiendan a los padres imprimir y entregar en el colegio un impreso firmado de "Consentimiento Informado", como explica AQUÍ la Federación España Educa en Libertad.

Para muchas asociaciones profamilia, la resistencia de los padres y herramientas como este "Consentimiento Informado" son la clave para frenar los abusos de los lobbies LGTB y de género.

Imprima y lea la Guía y el Impreso para proteger a sus hijos aquí:

En ReL estuvimos en una charla de ideología de género para padres de un colegio del sur de Madrid, junto con el padre Julián Lozano, y esto es lo que vimos: 

CAMINOS DE CONTEMPLACIÓN



Adentrarse por caminos de contemplación significa dejar obrar al Espíritu Santo para que Él refleje en nosotros la faz de Cristo en todas las situaciones de nuestra vida.
VIDA ESPIRITUAL
Opus Dei - Caminos de contemplación
Una de las actitudes que los Evangelios resaltan más de Jesús mientras cumple su misión es la frecuencia con la que acude a la oración. El ritmo de su ministerio está, en cierto sentido, marcado por los momentos en que se dirige al Padre. Jesús se recoge en oración antes de su Bautismo (cfr. Lc 3,21), la noche previa a la elección de los Doce (cfr. Lc 6,12), en el monte antes de la Transfiguración (cfr. Lc 9,28), en el Huerto de los Olivos mientras se prepara para enfrentar la Pasión (cfr. Lc 22,41-44). El Señor dedicaba mucho tiempo a la oración: al anochecer, o la noche entera, o muy de madrugada, o en medio de jornadas de intensa predicación; en realidad oraba constantemente, y recomendó repetidamente a los discípulos «la necesidad de orar siempre y no desfallecer» (Lc 18,1).
¿Por qué ese ejemplo y esa insistencia del Señor? ¿Por qué es necesaria la oración? En realidad, esta responde a los deseos más íntimos del hombre, que ha sido creado para entrar en diálogo con Dios y contemplarle. Pero la oración es, sobre todo, un don de Dios, un regalo que Él nos ofrece: «el Dios vivo y verdadero llama incansablemente a cada persona al encuentro misterioso de la oración. Esta iniciativa de amor del Dios fiel es siempre lo primero en la oración, el caminar del hombre es siempre una respuesta»[1].
Para imitar a Cristo y participar de su Vida, es imprescindible ser almas de oración. A través de la contemplación del Misterio de Dios, revelado en Jesucristo, nuestra vida se va transformando en la suya. Se hace realidad aquello que san Pablo comentaba a los corintios: «Todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, vamos siendo transformados en su misma imagen, cada vez más gloriosos, conforme obra en nosotros el Espíritu del Señor» (1 Cor 3,18). Al igual que san Pablo, todos los cristianos estamos llamados también a reflejar en el rostro la faz de Cristo: en esto consiste ser apóstoles, en ser mensajeros del amor de Dios, que se experimenta en primera persona durante los ratos de oración. Se entiende, por tanto, la actualidad de la invitación a «adentrarse más en la oración contemplativa en medio del mundo, y ayudar a los demás a ir por caminos de contemplación[2]»[3].
Acoger el don de Dios
El apóstol crece al ritmo de la oración, la renovación personal en el impulso evangelizador parte de la contemplación. El Papa recuerda que: «La mejor motivación para decidirse a comunicar el Evangelio es con­templarlo con amor, es detenerse en sus páginas y leerlo con el corazón. Si lo abordamos de esa manera, su belleza nos asombra, vuelve a cau­tivarnos una y otra vez»[4]. Por eso, es fundamental desarrollar «un espíritu contemplativo, que nos permita redescu­brir cada día que somos depositarios de un bien que humaniza, que ayuda a llevar una vida nueva. No hay nada mejor para transmitir a los demás»[5].
SER MENSAJERO DEL AMOR DE DIOS IMPLICA UN ENCUENTRO PREVIO CON ÉL, QUE SE EXTIENDE EN LOS RATOS DE ORACIÓN PERSONAL
Los Evangelios nos presentan a distintos personajes a los que, el encuentro con Cristo, cambia su vida y les convierte en portadores del mensaje salvador del Señor. Uno de ellos es la mujer samaritana que, como relata san Juan, va simplemente a buscar agua al pozo junto al que Jesús está sentado, descansando. Y es Él quien comienza el diálogo: «Dame de beber» (Jn 4,10). A primera vista, la samaritana no se muestra muy dispuesta a continuar la conversación: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» (Jn 4,9). Pero el Señor le hace ver que, en realidad, Él es ese agua que ella busca: «Si conocieras el don de Dios… (Jn 4,10), el que beba del agua que yo le daré no tendrá sed nunca más, sino que el agua que yo le daré se hará en él fuente de agua que salta hasta la vida eterna…» (Jn4,14). Después, una vez traspasado el corazón de la samaritana, le revela con claridad y sencillez que conoce su pasado (cfr. Jn 4,17-18), pero con tal amor que ella no se siente desanimada ni rechazada. Todo lo contrario: Jesús le hace participar de un universo nuevo, le hace entrar en un mundo que vive con esperanza, pues ha llegado el momento de la reconciliación, el momento en que se abren las puertas de la oración para todos los hombres: «Créeme, mujer, llega la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. (...) Llega la hora, y es ésta, en la que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad» (Jn4,21.23).
En el diálogo con Jesús, la samaritana descubre la verdad de Dios y la de su propia vida. Acoge el don de Dios y se convierte radicalmente. Por eso, la Iglesia ha visto en este pasaje evangélico una de las imágenes más sugerentes sobre la oración: «Jesús tiene sed, su petición llega desde las profundidades de Dios que nos desea. La oración, sepámoslo o no, es el encuentro de la sed de Dios y de sed del hombre. Dios tiene sed de que el hombre tenga sed de Él»[6]. La oración es una manifestación de la iniciativa de Dios, que sale en búsqueda del hombre, y espera su respuesta para transformarlo en su amigo. En ocasiones, parece que es uno quien toma la iniciativa de dedicar a Dios un tiempo de oración, pero, en realidad, esto es ya una respuesta a su llamada. La oración se vive como un llamamiento recíproco: Dios me busca y me espera, y yo necesito de Dios y le busco.
Tiempo para Dios
El hombre tiene sed de Dios, aunque con frecuencia no lo sepa reconocer, e incluso rechace acudir a las fuentes de agua viva, que son los momentos dedicados a la oración. La historia de la samaritana, en este sentido, se repite en muchas almas: Jesús que pide un poco de atención, que intenta suscitar un diálogo dentro del corazón, en un momento que quizá parece inoportuno. ¡Da la impresión de que esos minutos diarios son demasiados, que no hay espacio en una agenda tan apretada! Pero, cuando uno se deja meter por el Señor en ese diálogo contemplativo, entonces se descubre que la oración no es algo que yo hago por Dios sino, sobre todo, un don que Dios me concede y que yo simplemente acojo.
AL ABORDAR EL EVANGELIO CON AMOR, SU BELLEZA NOS ASOMBRA Y NOS VUELVE A CAUTIVAR UNA Y OTRA VEZ (PAPA FRANCISCO)
Dedicar tiempo al Señor no es simplemente una tarea entre otras, una carga más en un horario muchas veces exigente. Es acoger un regalo infinitamente valioso, una perla preciosa o un tesoro escondido en la normalidad de la vida ordinaria, que necesitamos cuidar con delicadeza.
La elección del momento de la oración depende de una voluntad que quiere dejarse conquistar por el Amor: no se hace oración cuando se tiene tiempo, sino que se toma el tiempo para hacer la oración. Cuando uno supedita la oración a los huecos que aparezcan en su horario, posiblemente no conseguirá hacerla con regularidad. La elección del momento es reveladora de los secretos del corazón: manifiesta el lugar que ocupa el amor a Dios en la jerarquía de nuestros intereses diarios[7].
Orar es siempre posible: el tiempo del cristiano es el de Cristo resucitado, que está con nosotros todos los días (cfr. Mt 28,20). La tentación más frecuente para apartarnos de la oración es una cierta falta de fe, que se manifiesta en unas preferencias de hecho: «Se presentan como prioritarios mil trabajos y cuidados que se consideran más urgentes; una vez más, es el momento de la verdad del corazón y de clarificar preferencias»[8]. El Señor es lo primero. Por este motivo, es muy conveniente determinar el horario adecuado para la oración, quizá aconsejándose en la dirección espiritual, para adaptar ese plan a las circunstancias personales.
San Josemaría hizo muchos ratos de oración en el coche, durante los viajes que realizaba por motivos apostólicos; en el tranvía, o caminando por las calles de Madrid, cuando no tenía otra posibilidad. Quienes tienen que santificarse en medio de la vida ordinaria pueden encontrarse en situaciones parecidas: un padre o una madre de familia, algunas veces quizás no tendrán otra opción que orar al Señor mientras atienden a los hijos pequeños: será muy grato a Dios. En todo caso, recordar que el Señor nos espera, y tiene preparadas las gracias que necesitamos para ofrecérnoslas en la oración, puede ayudar en la elección del tiempo y lugar más propicios.
El combate de la oración
Considerar que la oración es un arte, implica reconocer que siempre se puede crecer en ella, dejando actuar cada vez más a la gracia de Dios en nuestras almas. En este sentido, la oración también es combate[9]. Es lucha, en primer lugar, contra nosotros mismos. Las distracciones invaden la mente cuando intentamos crear el silencio interior. Estas nos descubren aquello a lo que el corazón está apegado y pueden convertirse en una luz para pedirle ayuda a Dios[10].
LA ORACIÓN NO ES MÁS QUE EL ENCUENTRO DE LA SED DE DIOS CON LA SED DEL HOMBRE
Nuestro tiempo está marcado por la multiplicación de las posibilidades tecnológicas que facilitan la comunicación en muchos sentidos, pero que también aumentan las ocasiones de distracción. Se puede decir que nos encontramos ante un nuevo reto para el crecimiento de la vida contemplativa: aprender a vivir el silencio interior rodeado de mucho ruido exterior. En tantos ámbitos se percibe la primacía de la gestión sobre la reflexión o el estudio; nos hemos habituado a trabajar en multi-tasking, prestando atención simultánea a muchas tareas, lo que fácilmente puede llevar a vivir en el inmediatismo de la acción-reacción. Sin embargo, ante este panorama, se han revalorizado algunas actitudes como la atención o la concentración, que se presentan como un modo de proteger la capacidad de detenerse y profundizar en lo que realmente vale la pena.
El silencio interior se presenta como una condición necesaria para la vida contemplativa. Nos libera del apegamiento a lo inmediato, a lo fácil, a lo que distrae pero no llena, de modo que nos podamos centrar en nuestro verdadero bien: Jesucristo, que nos sale al encuentro en la oración.
El recogimiento interior implica un movimiento que va de la dispersión en muchas actividades, hacia la interioridad. Ahí es más sencillo encontrar a Dios, y reconocer su presencia en lo que Él hace cotidianamente en nuestras vidas –detalles del día a día, luces recibidas, actitudes de otras personas–,y así poder manifestarle nuestra adoración, arrepentimiento, petición, etc. Por eso, el recogimiento interior es fundamental para un alma contemplativa en medio del mundo: «La verdadera oración, la que absorbe a todo el individuo, no la favorece tanto la soledad del desierto, como el recogimiento interior»[11].
A la búsqueda de luces nuevas
La oración, al ser también búsqueda del hombre, implica el deseo de no conformarse con un modo rutinario de dirigirse al Señor. Si todas las relaciones duraderas implican el afán continuo de renovar el amor, la relación con Dios que se fragua especialmente en los momentos dedicados exclusivamente a Él, también debería caracterizarse por este deseo.
«En tu vida, si te lo propones, todo puede ser objeto de ofrecimiento al Señor, ocasión de coloquio con tu Padre del Cielo, que siempre guarda y concede luces nuevas»[12]. Ciertamente, esas luces el Señor las concede contando con la búsqueda apasionada de sus hijos, con la disposición de escuchar con sencillez la palabra que nos dirige, dejando de lado la idea de que ya no hay nada nuevo por descubrir. En esto, es un ejemplo la actitud de la samaritana junto al pozo: aunque su vida de fe estaba enfriada, guardaba dentro de su corazón el deseo de la llegada del Mesías.
Esta aspiración se traducirá en volver a llevar los sucesos diarios al diálogo con el Señor, pero sin pretender conseguir una solución inmediata y a nuestra medida. Es más importante pensar qué quiere el Señor: tantas veces, lo único que espera es que nos pongamos con sencillez enfrente de Él, y que hagamos una memoria agradecida de todo aquello que el Espíritu Santo está obrando silenciosamente en nosotros. O, quizá, implicará también volver a tomar los Evangelios y contemplar con calma la escena y participar en ella «como un personaje más»[13], para dejarse interpelar por Cristo. Alimentar la oración es también partir en nuestro diálogo con el Señor de los textos que la Iglesia pone en nuestros labios en la liturgia que hemos celebrado ese día. Las fuentes de la oración son inagotables: si sabemos acudir a ellas con ilusión nueva, el Espíritu Santo hará el resto.
Cuando no se encuentran las palabras
Con todo, en algunas ocasiones, ocurrirá que, a pesar del esfuerzo, uno no consigue entablar un diálogo con Dios. Cómo consuela, entonces, recordar aquella indicación del Señor: «al orar no empleéis muchas palabras como los gentiles, que piensan que por su locuacidad van a ser escuchados» (Mt6,7). Es el momento de volver a confiar en la acción del Espíritu Santo en el alma, que «acude en ayuda de nuestra flaqueza: porque no sabemos lo que debemos pedir como conviene; pero el mismo Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables» (Rm 8,26).
LA ORACIÓN ES SIGNIFICATIVA: INCIDE E ILUMINA NUESTRA VIDA, ABRIENDO NUESTRO ENTORNO A UNA PERSPECTIVA SOBRENATURAL
Al hilo de las palabras de san Pablo a los Romanos, Benedicto XVI describía cuál es la actitud de abandono que impregna a la oración: «Queremos orar, pero Dios está lejos, no tenemos las palabras, el lenguaje, para hablar con Dios, ni siquiera el pensamiento. Solo podemos abrirnos, poner nuestro tiempo a disposición de Dios, esperar que él nos ayude a entrar en el verdadero diálogo. El Apóstol dice: precisamente esta falta de palabras, esta ausencia de palabras, incluso este deseo de entrar en contacto con Dios, es oración que el Espíritu Santo no sólo comprende, sino que lleva, interpreta ante Dios. Precisamente esta debilidad nuestra se transforma, a través del Espíritu Santo, en verdadera oración, en verdadero contacto con Dios»[14] .
No hay motivos, por tanto, para desanimarse si se siente la dificultad de mantener un diálogo con el Señor. Cuando el corazón parece que está a disgusto con las realidades espirituales, el tiempo de meditación se hace largo, el pensamiento divaga en otras cosas, o la voluntad se resiste y el corazón está seco, quizá nos sirvan las siguientes consideraciones:
«La oración –recuérdalo– no consiste en hacer discursos bonitos, frases grandilocuentes o que consuelen...
Oración es a veces una mirada a una imagen del Señor o de su Madre; otras, una petición, con palabras; otras, el ofrecimiento de las buenas obras, de los resultados de la fidelidad...
Como el soldado que está de guardia, así hemos de estar nosotros a la puerta de Dios Nuestro Señor: y eso es oración. O como se echa el perrillo, a los pies de su amo.
—No te importe decírselo: Señor, aquí me tienes como un perro fiel; o mejor, como un borriquillo, que no dará coces a quien le quiere»[15].
La fuente que cambia el mundo
La vida de oración nos abre las puertas al trato con Dios, relativiza los problemas a los que a veces damos una importancia desmesurada, nos recuerda que estamos siempre en manos de nuestro Padre del Cielo. Sin embargo, esta no nos aísla del mundo, ni es una escapatoria para los problemas diarios. La verdadera oración es significativa: incide en nuestra vida, la ilumina, y nos abre a nuestro entorno con una perspectiva sobrenatural: «Una oración intensa, pues, que sin embargo no aparta del compromiso en la historia: abriendo el corazón al amor de Dios, lo abre también al amor de los hermanos, y nos hace capaces de construir la historia según el designio de Dios»[16].
En la oración, el Señor no quiere apagar únicamente nuestra sed, sino que esa experiencia nos lleve a compartir la alegría del trato con Él. Es lo que sucedió en el corazón de la samaritana: después del encuentro con Jesús, se apresura a darlo a conocer a la gente de su entorno: «Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer que atestiguaba: «Me ha dicho todo lo que he hecho» (Jn 4,39). Señal de la oración auténtica es el deseo de compartir la experiencia de Cristo con los demás, porque «¿qué amor es ese que no siente la necesidad de hablar del ser amado, de mostrarlo, de hacerlo conocer?»[17].
Santa María es Maestra de oración. Ella, que supo guardar las cosas de su Hijo, meditándolas en su corazón (cfr. Lc 2,51), acompaña a los discípulos de Jesús en la oración (cfr. Hch 1,14), mostrándoles el camino para recibir con plenitud el don del Espíritu Santo, que los hará lanzarse a la aventura divina de la evangelización.
Juan Francisco Pozo - Rodolfo Valdés

[1] Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2567.
[2] San Josemaría, Amigos de Dios, n. 67.
[3] F. Ocáriz, Carta pastoral, 14-II-2017, n. 8.
[4] Francisco, Ex. Ap. Evangelii gaudium (24-XI-2013), n. 264.
[5] Ibidem.
[6] Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2560. Cfr. San Agustín, De diversis quaestionibus octoginta tribus, 64, 4: CCL 44 A140 (PL 40, 56).
[7] Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2710.
[8] Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2732.
[9] Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 2725 y ss.
[10] Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2729.
[11] San Josemaría, Surco, 460.
[12] San Josemaría, Forja, 743.
[13] Amigos de Dios, n. 222.
[14] Benedicto XVI, Audiencia general, 16 de mayo de 2012.
[15] Forja, n. 73.
[16] San Juan Pablo II, Carta apostólica Novo millennio ineunte, n. 33.
[17] Francisco, Ex. Ap. Evangelii gaudium (24-XI-2013), n. 264.