martes, 24 de abril de 2018

EXTRAORDINARIO ANÁLISIS DE LA MASONERÍA POR PARTE DEL PADRE MANUEL GUERRA

Comparto con vosotros este artículo del Padre Manuel Guerra, referente en el estudio de la Masonería, que publicara en junio de 2016 y en la cual tanto los neófitos como los que no lo son podrán conocer un poco más de esta sociedad secreta de "bienhechores" y que por su interés publico en SED VALIENTES.

Jesús Rodríguez Arias 


ALGUNOS OBJETIVOS DE LA MASONERÍA EN LA CELEBRACIÓN DEL TERCER CENTENARIO DE SU FUNDACIÓN

D. Manuel Guerra
13 junio, 2016
En el año próximo -2017- concurren una serie de centenarios de primerísima categoría, a saber, el primero de la revolución marxista comunista en Rusia (octubre, 1917), el tercero de la fundación de la masonería  y el primero de las apariciones de la Virgen María en Fátima (mayo-octubre, 1917). Son tres acontecimientos relacionados de algún modo entre sí.
  1. LA MASONERÍA CELEBRA SUS CENTENARIOS
Es lógico que la masonería, como cualquiera otra institución, celebre sus centenarios. Evidentemente, como es una asociación secreta, no pública el programa de actos, pero  algo llega a saberse con el paso del tiempo e incluso a veces algo puede entreverse e intuirse antes de su celebración.
1.1. El segundo centenario (1717-1917)
Según la opinión generalizada, la partida de nacimiento de la masonería especulativa o moderna fue expedida el 24 de junio de 1717. Del 28 al 30 de junio de 1917 -segundo centenario- no ocurrió nada reseñable en la vanguardia; solo lo ordinario de la Primera Guerra Mundial. Pero, en la retaguardia, en París,  se estaba celebrando un congreso internacional de las Obediencias masónicas de los países aliados y neutrales. Su presidente, en el discurso inaugural, centró las deliberaciones en dos temas: el Tratado de Paz y la Sociedad de Naciones. El congreso enunció sus conclusiones en trece puntos o propuestas. Woodrow Wilson, uno de los presidentes masones de EE.UU, adoptó básicamente esos trece puntos, a los que añadió el último de sus famosos “Catorce puntos”. En él anunció “la creación de la Sociedad de Naciones”, que ha sido llamada “criatura de la masonería” (Epiphanius), un “Superestado masónico” (L. de Poncins). La Sociedad de Naciones fue disuelta en abril de 1946 y sus bienes traspasados a la ONU recién creada (cf. mi estudio Masonería, religión y política, Sekotia, Madrid  2013, 5ª edición, pp. 382-386).
1.2. ¿Qué proyecta la masonería para la celebración de su   tercer                        centenario (1717-2017)?
Soy consciente de que los masones reaccionarán como impulsados por un resorte: no puede hablarse de “la masonería”, pues no es un bloque homogéneo. Es lo que hace el masón francés Jean-Claude Féraud-Gargantini en el texto que envió al papa Francisco el 8 de marzo de este año, 2016, objeto del comentario y análisis de esta bitácora. En este supuesto tampoco podría hablarse de ninguna abstracción o idea universal como puede ser “el hombre, la naranja”, ni de ninguna otra realidad e idea universal. Como se verá, las distintas ramas (“Obediencias, Potencias” en su léxico) del árbol masónico coinciden en sus raíces y en el tronco. Son mucho más homogéneas de lo que a veces se piensa, se dice y hasta se escribe.
Por eso, después de trescientos años de actividad más bien silenciosa, secreta, la masonería está logrando transformar la circunstanclalidad sociocultural de los países tradicionalmente cristianos, a saber los occidentales (Europa, América) y los occidentalizados (Filipinas, Australia, etc.,), que están dejando -en gran medida- de ser cristianos y haciéndose relativistas, laicistas, gnósticos, dominados por una nueva ética sexual, etc., es decir, masónicos. Es el Nuevo Orden Mundial (cf. Masonería, religión y…, 327-408).
A juzgar por varios síntomas y algunas manifestaciones, con ocasión del tercer centenario de su fundación, entre otros objetivos la masonería aspira a eliminar el obstáculo, tal vez el único consistente y resistente hasta ahora, que frena el desbordamiento de lo masónico y la consecuente inundación e impregnación de todos los sectores y estratos de la sociedad y de la humanidad. Me refiero a la Iglesia católica en su unidad interna y en su rechazo de los principios masónicos. Pretende conseguirlo mediante la instauración del diálogo oficial entre la Iglesia y la masonería, así como por medio de la anulación de la Declaración sobre las asociaciones masónicas, promulgada por la Congregación de Doctrina de la Fe con la aprobación de san Juan Pablo II Magno

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