Los fieles de Caná junto a toda la Custodia recordaron el primer milagro de Jesús el domingo 14 de enero. Una alegre celebración en la que las parejas renovaron sus promesas matrimoniales.
Una iglesia y una comunidad que recuerdan y testimonian una página del Evangelio. Así podría definir un visitante la parroquia latina de Caná, que el domingo 14 de enero celebró una misa para recordar el primer milagro de Jesús, como explica San Juan, cuando Jesús, invitado a una boda, transformó el agua en vino.
P. DOBROMIR JASZTAL, O.F.M.
Vicario de la Custodia de Tierra Santa
“Con esta fiesta celebramos el inicio de los milagros. Había llegado la hora de Jesús y comenzaba su ministerio. Con este milagro, con este ministerio, comienza a actuar en la vida del hombre, sobre todo comienza a cambiar el corazón del hombre. Por ello toda la importancia de esta fiesta está en la acogida de este mensaje.”
Situar esta fiesta en el calendario litúrgico tras la Epifanía y el Bautismo del Señor se basa en una tradición teológica que ve en el milagro de Caná el inicio de la revelación de la divinidad de Jesús y una alusión a su proyecto de Salvación, que dará cumplimiento en Semana Santa.
Sor HIAM, FCIM
Franciscanas Misioneras de Egipto - Nazaret
“El mensaje de esta fiesta, para mí, como religiosa, es ser el vino nuevo para la gente con la que trabajo, y en la misión que el Señor me confía. Recuerdo también especialmente rezar por las familias.”
Las intervenciones de Jesús y María a favor de la joven pareja hacen de esta página algo especialmente significativo para la familia. Por este motivo durante la celebración las parejas renovaron sus promesas matrimoniales.
AISSAM BILAL
Cristiano de Caná
“Nos casamos hace cuatro años y cada año renovamos las promesas matrimoniales aquí. Es una tradición para mucha gente, también mis padres lo han hecho muchos años. Hemos renovado nuestra fe con la Sagrada Familia, y recibido la bendición sobre nuestro matrimonio y nuestros hijos para ser una familia verdaderamente cristiana según la enseñanza de la Santa Iglesia y de Jesús, nuestro Señor.”
La cercanía de Jesús a los esposos demostrada hace 2.000 años sirve todavía hoy de modelo para la pastoral familiar actual.
P. HAYTHAM HANO, OFM
Párroco latino de Caná
“Aquí la presencia franciscana se centra en el sacramento del matrimonio y en la importancia de la vida de pareja, porque las bodas de Caná representan un punto de partida para la construcción de una familia.”
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