Hace tan solo unas horas cuando la noche se iba haciendo madrugada leí este poema, esta oración poética, de mi siempre querido y admirado Jesús Devesa Molina que embriagó mi corazón pues latía con los mismos sentimientos y palabras.
Hoy me atrevo a publicar sus palabras en SED VALIENTES porque así lo siento.
Gracias por tanto mi querido Jesús. Un abrazo hermano,
Jesús Rodríguez Arias
Y un año más te saludo de la única forma que sé.
Yo nunca fui rociero
ni jamás salté la reja,
yo jamás posé a tu vera
presumiendo ser romero,
yo jamás llevé sombrero
ni jamás toqué el flautín,
ni me enganché el tamboril
ni porté tu simpecado,
y en las carretas montado
jamás me vieron subir.
ni jamás salté la reja,
yo jamás posé a tu vera
presumiendo ser romero,
yo jamás llevé sombrero
ni jamás toqué el flautín,
ni me enganché el tamboril
ni porté tu simpecado,
y en las carretas montado
jamás me vieron subir.
Pero sé que tu mirada
sobrepasa el universo,
y hoy te entrego con mi verso
mi confesión meditada,
que a mi me llegan al alma
los rayos de tu corona,
y tu mirada me asombra
con las cosas del destino,
yo que nunca hice el camino
y hoy te busco a todas horas.
sobrepasa el universo,
y hoy te entrego con mi verso
mi confesión meditada,
que a mi me llegan al alma
los rayos de tu corona,
y tu mirada me asombra
con las cosas del destino,
yo que nunca hice el camino
y hoy te busco a todas horas.
Yo nunca fui rociero
yo jamás salté la reja,
ni me encontré tu silueta
bendiciendo el firmamento,
en los carriles de albero
que conducen a la gloria,
yo jamás te vi a la aurora
de regreso hacia la Ermita,
ni te esperé en las esquinas
cargando con las alforjas.
yo jamás salté la reja,
ni me encontré tu silueta
bendiciendo el firmamento,
en los carriles de albero
que conducen a la gloria,
yo jamás te vi a la aurora
de regreso hacia la Ermita,
ni te esperé en las esquinas
cargando con las alforjas.
Pero yo sé que a mi forma
sé rezarte sin medidas,
y sin cantar maravillas
sé muy bien cual es tu aroma,
es aquel que sabe a rosa
a romero y a tomillo,
al polvillo del camino
que nos honra y nos bautiza,
el que llega con la brisa
y se va con cielo limpio.
sé rezarte sin medidas,
y sin cantar maravillas
sé muy bien cual es tu aroma,
es aquel que sabe a rosa
a romero y a tomillo,
al polvillo del camino
que nos honra y nos bautiza,
el que llega con la brisa
y se va con cielo limpio.
Yo no sé si son tus ritos
los que me atraen y seducen,
pero algo se produce
cuando le rezo a tu hijo,
será el poder infinito
o su mirada de cielo,
que sin llevar el sombrero
ante los dos me descubro,
y mi ambición no la oculto;
de sentirme rociero.
los que me atraen y seducen,
pero algo se produce
cuando le rezo a tu hijo,
será el poder infinito
o su mirada de cielo,
que sin llevar el sombrero
ante los dos me descubro,
y mi ambición no la oculto;
de sentirme rociero.
JDM (Los Los Versos De Un Cofrade)
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