jueves, 15 de junio de 2017

* A MODO DE CONFESIÓN...



Antes, he de reconocerlo, cuando algo me parecía mal o simplemente me provocaban saltaba y contestaba con cierto ardor. Antes cuando era más joven, más inexperto, me dejaba llevar por eso que llaman orgullo e incluso la soberbia hacía una desvastadora mella en mí. 

Antes no pensaba como ahora y es normal pues no había vivido lo que he vivido, no había sufrido lo que he sufrido, no había bebido en ese pozo tan amargo o tan dulce como es la soledad.

Me he equivocado mil millones de veces y algunas no he pedido ni siquiera perdón. Hoy a mis años y con la experiencia de vida que tengo cuando echo la vista atrás y veo el daño que he podido causar por no tener esa dosis necesaria, imprescindible, de humildad miro al Señor y pido perdón con todo el alma aunque sé que el daño causado es muy difícil de restituir.

He ido cambiando con el pasar de los años y  no sé si soy mejor, lo digo desde la máxima humildad, lo que sé que he madurado como persona y sobre todo como cristiano.

Y todo mi cambio empieza y termina en el Sagrario.

Es difícil de comprender por los que todavía no se han dejado cautivar por Jesús que en Presencia Viva nos espera cada día, cada hora, cada segundo, a que vayamos a verlo, a visitarlo, para hablar, callar o dejar simplemente que Él nos hable.

Jesús en el Sagrario ha sido el que ha ido moldeando mi ser, haciéndome más sencillo de corazón, más manso y humilde, más huidizo de honores, privilegios, panegíricos o medallas. Me ha enseñado que el único camino de verdad, el que cambia mi corazón y por tanto el de los demás es simplemente el AMOR.

¡El Amor...!

Qué fácil y sencillo de decir, que difícil y complicado de realizar.

¿Cómo se puede vivir en modo de Amor?

¡No es tan fácil pero cuando se consigue que sencillo es todo!

Amor es Perdón: Perdonar y perdonarte.

Amor es Esperanza.

Amor es Comprensión.

Amor es Fidelidad.

Amor es Generosidad, Servicio, Entrega...

Amor es no responder a los demás con "ojo por ojo y diente por diente" sino todo lo contrario, es dar la mano, ofrecer tu abrazo.

Amor es no responder a las injurias, a los insultos, a los menosprecios que nos puedan hacer.

Amor por la Humanidad, por tu Tierra. 

En mi caso muy particular Amor por España, por una Provincia única como Cádiz, por La Isla de mis orígenes y por Villaluenga del Rosario que es el lugar que Dios me ha dado como el mayor regalo de la vida.

Amor es entender que todos no pueden pensar como tú ni como yo, es dejarle libertad para que lo hagan como quieran.

Amor es Libertad.

AMOR ES CARIDAD que  nunca se nos olvide.

Amor es Cristo Jesús que nos espera en ese Sagrario de esa imponente Catedral o en esa pequeña Iglesia que parece casi abandonada por su sencillez.

Sí, os puedo decir a mis 47 años bien cumplidos que Jesús ha obrado en mí un milagro porque ha convertido mi indolencia, soberbia e ingratitud en mansedumbre, humildad y Fe.

No puedo negar que algunas veces me revelo y sale lo peor de mí aunque ahora me dura un tiempo muy determinado pues al poco recapacito y veo lo mal que he actuado, el sufrimiento innecesario que he podido causar y el inmenso dolor que eso me produce.

Os puedo garantizar que vale la pena vivir en Paz y en el acogedor Amor que nos ofrece Jesús que cada día, cada hora, cada instante, nos espera con los brazos abiertos que vayamos a visitarlo al Sagrario o en esas Capillas de Adoración Perpetua donde nos espera sin descanso.

Jesús Rodríguez Arias 

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