jueves, 10 de septiembre de 2015

* A MANUEL JESÚS SÁNCHEZ CASAS: MI HERMANO EN LA FE


Mi querido hermano, mi querido Manolo:

Tan solo unas horas restan para que tu palabra exalte el bendito madero que cobijó el martirizado Cuerpo de Jesús.

Tan solo faltan unas horas para que tu mensaje, que con tanto cuidado has preparado en el texto que contiene tu pregón que es nada más y  nada menos que la Exaltación de la Santa Cruz, arañe todos nuestros corazones y nos pongas de cara a la realidad de lo que fue un patíbulo indigno hasta convertirse en el símbolo que nos identifica a todos los cristianos como seguidores, aspirante a discipulos, de nuestro Amado Jesús.

Tan solo faltan unas horas, aunque poco más de cuarenta y ocho horas, para que defiendas la Cruz que está pasando la misma Iglesia ante tantos ataques interesados dando ofreciendo tu voz y tu cara para desenmascarar a los que se han quedado mudos por miedo a perder prebendas e incluso notoriedad. Esos, querido hermano, también hacen un daño impresionante a nuestra fe.

Tan solo faltan unas horas y me imagino que la tensión ya te habrá cautivado y ese hondo respeto, que es distinto a los nervios, te recorra de los pies a la cabeza.

Tan solo faltan unas horas para que seas la voz de los que no tienen voz simplemente por ser cristianos.

Tienes en tus manos una de las encomiendas más bonitas que puede tener un apóstol, un enamorado de Cristo en toda su grandeza.

Bajan las aguas revueltas para los que profesamos la misma fe en Dios Amor, para los que nos entregamos a corazón abierto por nuestra Madre la Iglesia, para los que defendemos los postulados de Cristo que ayer como hoy es un proscrito para una sociedad demasiado sucia y turbia llena de intereses que la alejan tanto de la única Verdad.

Estamos viviendo tiempos recios, querido hermano, no hace falta ni que te lo diga pues todos los días tenemos noticias de la crueldad y el ensañamiento contra nuestros hermanos los cristianos perseguidos en aquellos países donde el ser apóstol del Señor está penado con la misma muerte.

Sí, ellos también son crucificados a diario por los mismos que crucificaron a Cristo y es que dos mil años parece que no es nada para esos que no se dejan cautivar del Amor más absoluto que existe. ¡Hay que rezar tanto por unos y también por los otros, por los que asesinan degollando que también es una forma de clavar en el madero!

Hay tantos cristianos que son, somos, perseguidos en el primer mundo aunque de otra forma y manera pero con el mismo objetivo: El de quitarnos del medio, el de eliminar el mensaje que cada uno desde su ámbito de actuación realice para llevar la misión evangelizadora que tenemos que realizar como bautizados que somos en la Iglesia de Cristo, la Santa Iglesia Católica.

Hay tantos crucificados por el desprecio del particular Herodes y tantos cobardes que se lavan las manos mirando hacia el otro lado como Poncio Pilatos...

Sí, hermano, hay tantos crucificados por llevar la Cruz.

Y hay tantos crucificados víctimas de una sociedad hedonista, sin valores, donde todo se fija en la consecución material de las cosas dejando lo espiritual, lo sublime, lo trascendente en el arcén del camino o en el baúl de los perdidos recuerdos.

Te ha tocado Exaltar la Cruz donde Cristo murió, donde dejó impregnada su sangre y su piel como el más bendito relicario de Vida Eterna que puede existir.

Cuando me enteré de tu nombramiento por parte de la querida Hermandad de Vera+Cruz me alegré hondamente pues habían elegido a un auténtico cristiano, de los que no hay engaño, además de un hombre que vive entregado con verdadera pasión al apostolado cofrade que en ti viene de generación en generación en torno a nuestra querida Hermandad de los Afligidos.

Si te soy sincero pienso que te mereces como nadie el pregonar a la Santa Cruz porque la vives a diario con gozo, como un verdadero discípulo, porque eres un cofrade señero a pesar de estar viviendo los mejores años de la madurez.

Y pienso, sabes que me suelo expresar siempre con total libertad, que eres un inmejorable candidato para pregonar la Semana Santa de San Fernando pues como cofrade has vivido y tienes experiencia en todos los palos, conoces de primera mano lo que es y significa para los que amamos este inmenso caudal devocional y de fe popular en nuestra bendita Isla de León.

Me has invitado a tu Pregón a la Santa Cruz de este próximo sábado y he recibido con mucho cariño este detalle no de cortesía sino de verdadero hermano aunque te diré que no podré estar físicamente contigo pues estoy a kilómetros de distancia de San Fernando, lugar de mis orígenes y que nunca pierdo de la memoria, en mi bendito pueblo de adopción que como bien sabes es Villaluenga del Rosario y da la causalidad, como diría el querido Padre Loring, que ese preciso día es el día que Hetepheres celebra su santo. Espero que me sepas disculpar.

Aunque no te acompañe físicamente ten por seguro que estaré contigo, con tu querida Familia, con todos los hermanos que te acompañen, espiritualmente y que ofrezco mis oraciones para que mi querido hermano en la fe y en el Amor de Cristo Jesús la tarde-noche del sábado 12 de septiembre sea la voz de todos los cristianos, de todos los que cogemos nuestra Cruz de cada día y nos ponemos a caminar en pos del Señor.

Mi fraterna enhorabuena querido Manolo, hermano y buen cofrade de esta bendita Isla de San Fernando así como a la antigua y señera Hermandad de la Vera+Cruz por la designación de un pregonero de tanta categoría. La antigua Hermandad Crucera del Cristo Viejo que también está pasando su particular Cruz.

Dios te bendice hermano. Recibe un fraternal abrazo y mis oraciones,

Jesús Rodríguez Arias

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