Henchida la mañana en emociones,
intenso el sol en el cielo adherido,
y la Virgen que con flores se ha vestido,
se asoma a una legión de corazones.
Las calles se convierten en canciones
que siembran nota a nota su sonido,
cosechando enamorados los latidos
de los hijos que suspiran por sus dones.
Y en el tul de su pupila poderosa
se concentran los destellos más selectos,
que conducen hacia el divino escenario.
Nadie puede acompañar la mejor rosa,
ni sentirse sus hijos más predilectos,
que en Villaluenga y con la Virgen del Rosario.
...Cuando el sol cae y la oscuridad se hace noche la Santísima Virgen del Rosario alumbra a toda Villaluenga como Madre de todos los payoyos buenos que en multitud la acompañan mientras otros permanecen en sus casas consolados en su desconsuelo mientras sus corazones penan por no estar con la Reina de los Cielos que en esta noche de septiembre ha henchido todos los corazones con Amor de Madre de los payoyos de todas partes y también de los siempre eternos.
Jesús Rodríguez Arias
Tu Amor me quema Madre,
Tu Amor y Bondad Infinita,
Tu Amor que no deja a nadie,
huérfano de Madre Sencilla
Todos tus hijos en Hermandad,
nos plegamos bajo Tu Manto,
que nadie nos quite la Verdad,
que representas con encanto.
Que nadie nos quite la Hermandad,
donde todos somos en Ti hermanos,
hijos de Tu Amor y Majestad,
Rosario del Pueblo Soberano
(Del pregón de la Feria y Fiestas de Villaluenga del Rosario 2015)




























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