viernes, 14 de noviembre de 2014

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER.


EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "El que pretenda guardarse su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará. (Evangelio del día). Vamos, más de lo que se debía, por este mundo con estrés, con prisas, con tensiones, dejándonos el "pellejo" y arriesgándonos a un "infarto". Y dejamos pocas cosas –y poco tiempo– al Señor. En el fondo deseamos conservar la vida pero la vamos perdiendo, irremediablemente, poco a poco. Pero éste no es el sentido de este versículo. Yo entiendo que lo que Dios desea comunicarnos es que  no debemos "apegarnos" tanto a lo mundano, porque es muy pasajero y muy poco reconfortante y "apegarnos" a su Espíritu. Que nos "entreguemos" a su misión, que descansemos en Él. Hacernos entender que mi vida "mundana" –y de pecado (no porque sea mundana)– no me dará la vida en plenitud. Tengo una "envidia santa" a los sacerdotes y consagrados porque  parece que lo tienen, aparentemente, más fácil. Son duras las palabras de Jesus "Donde está el cadáver se reunirán los buitres". Pero necesitamos este revulsivo para hacernos ver que lo mundano es "cadáver" y que absurdamente somos "buitres". Y, cuando te paras, piensas, meditas te das cuenta que tienes una vocación, en mi caso, a la familia y deseas "escapar" de tanta mediocridad para entregarte a esta vocación, a esta misión. Pues que Jesús y María nos siga animando a seguir el camino que nos traza. Santa María de Caná, ruega por nosotros.
Una posdata de la Salmodia del Oficio: "...y pienso: «¡Quién me diera alas de paloma para volar y posarme! Emigraría lejos, habitaría en el desierto".

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