Ha concluido con gran éxito el proyecto “In Perfetta Letizia” (“En Perfecta Alegría”) realizado con motivo de los 800 años de presencia franciscana en Tierra Santa y en recuerdo del encuentro histórico en Damieta, Egipto, entre San Francisco y el sultán Malik al Kamel. Un proyecto importante, un recorrido itinerante, para revivir y difundir el espíritu de amor y paz del pobrecillo de Asís, San Francisco.
Fray Ibrahim Faltas, creador del proyecto, ha escrito un diario de viaje, del que ofrecemos algunos fragmentos
Del 26 de junio al 7 de julio fuimos en peregrinación a varias ciudades italianas, llevando nuestro mensaje a través de canciones, testimonios, oración y encuentros con muchas personas, sorprendidas de ver a un grupo como el nuestro, que representaba lugares desconocidos para muchos, pero famosos por las crónicas de guerras y conflictos. Nuestra peregrinación tuvo algunos protagonistas realmente especiales, testigos de lugares donde la presencia franciscana todavía vive hoy con pasión y amor su servicio y su misión. De Egipto estaba fray Botros Daniel, de la iglesia de San José del Cairo, desde Siria fray Shadi Bader, de Líbano fray Samahar Ishak, y también yo, fray Ibrahim Faltas, desde Tierra Santa. Queríamos hacer de esta peregrinación algo vivo llevando como símbolo la expresión de las florecillas de San Francisco: “In Perfetta Letizia” – “En Perfecta Alegría”. Representando a Palestina el cantante Yacoub Shaanen y el joven Milad Fatouleh, de Belén. Junto a ellos, el viaje también tuvo como protagonista al grupo de la coral egipcia de El Cairo.
El coro egipcio nace en 1989 bajo la prestigiosa dirección de Fray Botros Daniel, de la iglesia de San José del Cairo y de Magdouline Michel. La coral actuó en 2017 durante el viaje apostólico de su Santidad el papa Francisco a El Cairo, en presencia de su Santidad el papa Tawadros.
Son muchas las personas que han contribuido a este proyecto: el obispo de Grosseto Rodolfo Cetolini, don Emilio Lingiardi, don Antonio de Chiusi, la Fundación Juan Pablo II, la Fundación Brunello y Federica Cucinelli, junto con la “Extraña Compañía” de Orvieto de Stefano Cimicchi, Oasis de Paz y Diomira Travel de Adriana Sigilli, que ha coordinado todo el proyecto, seguido y acompañado a la coral egipcia en todos los actos italianos.
Nuestro primer encuentro importante fue en Roma, en la plaza de San Pedro donde, encabezados por S.E. Rodolfo Cetoloni, obispo de Grosseto, fuimos recibidos en audiencia por el papa Francisco. Para gran alegría nuestra, el Santo Padre se hizo una foto con nosotros y recibimos su bendición, para continuar llevando lejos en nuestro viaje la Alegría Perfecta que San Francisco dejó al mundo. Le entregamos al papa Francisco un regalo precioso, un icono que representa el encuentro de San Francisco y el sultán, realizado por el taller de nácar de Belén con un proceso de fabricación que se remonta a hace 250 años y que se vuelve a utilizar con gran éxito: ¡una verdadera obra maestra!.
La coral egipcia se presentó en su primer concierto en Solomeo, cerca de Perugia, en la iglesia de San Bartolomé, invitados por la Fundación Brunello Cucinelli, con un programa musical rico y canciones en diferentes idiomas.
Nuestro viaje continuó en Asís. Una jornada intensa y llena de emoción en la ciudad del Pobrecillo, la ciudad de la Paz, donde celebramos la santa misa en la basílica inferior y rezamos en la tumba de San Francisco, guiados en la espiritualidad franciscana por fray Domenico Paoletti, vicario del sagrado convento.
En Milán, en la diócesis italiana más grande e importante, nos recibió el arzobispo S.E. Mario Delpini, que nos brindó una especial bienvenida, bendiciendo nuestro proyecto para que pueda seguir construyendo diálogos de conocimiento y de paz, derribando todos los prejuicios y difundiendo la alegría de la vida cristiana.
Nuestra peregrinación nos llevó a la pequeña pero alegre y acogedora ciudad de Crema, invitados por don Emilio Lingiardi. Además de las reuniones institucionales con la alcaldesa de Crema, Stefania Bonaldi, y con el obispo Daniele Giannotti, que nos dieron la bienvenida, la experiencia de Crema se caracterizó por la oración durante las misas cantadas y por el testimonio de los frailes franciscanos.
Nos recibió en Chiusi don Antonio, que nos había preparado una gran sorpresa. Asistimos, junto con los habitantes del lugar y en presencia del obispo Stefano Manetti, a la fiesta patronal de Santa Mustiola.
Y después de haber recorrido un largo camino desde Roma, Asís, Perugia, Milán, Crema y Chiusi, aquí estamos, en la última etapa de nuestra especial peregrinación: Orvieto. Nuestro viaje en Perfecta Alegría ha concluido entre arte, naturaleza, belleza y espiritualidad, acogidos por Stefano Cimicchi y por la “Extraña Compañía”. Antes del concierto en la catedral, dos frailes de la Custodia de Tierra Santa expresaron sus testimonios: fray Shadi Bader, fraile jordano que actualmente vive en Latakia, en Siria, y fray Samhar Ishak, joven sirio que, tras la experiencia de Alepo, hoy realiza su misión en Líbano, en el ámbito formativo espiritual y cuya vida está dedicada a los jóvenes refugiados sirios. El mensaje que fray Shadi y fray Samhar trasmitieron fue muy impresionante, porque desde la sencillez y la alegría de ser franciscanos, a la luz del Evangelio, se pueden convertir los días oscuros en días de luz y esperanza.
Como conclusión de esta experiencia me gustaría recordar que el encuentro histórico entre San Francisco y el sultán de Egipto, que ocurrió en Damieta, cerca de El Cairo, fue uno de los gestos de paz más extraordinarios de la Historia, aún significativo y actual hoy en día para el diálogo interreligioso, tanto como para seguir siendo el hecho exclusivo que indica la ruta de la que arrancar para buscar el entendimiento y la armonía entre Oriente y Occidente. Todavía en la actualidad, como todos sabemos, la hostilidad y la enemistad continúan. Si queremos un mundo nuevo de diálogo, hoy más que nunca, debemos comenzar de nuevo desde el Pobrecillo de Asís.
Fr. Ibrahim Faltas, OFM
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