NAVARRA, 16 Feb. 17 / 08:17 pm (ACI).- El Papa Francisco ha concedido a la Archidiócesis de Pamplona la celebración de un “Año Santo Sanferminero” que comenzará el 7 de julio de 2017 y que concluirá en la misma fecha en 2018.
El Arzobispo de Pamplona, Mons. Francisco Pérez González, solicitó este Año Santo a la Santa Sede por los 300 años de la construcción y consagración de la Capilla de San Fermín que se encuentra en la iglesia de San Lorenzo de Pamplona.
Según precisan desde la Archidiócesis, esperan recibir próximamente el decreto de la Penitenzieria Apostolica “en el que se darán a conocer las condiciones para la celebración de este Año Santo”.
También se creará una Comisión de preparación y celebración del Año Santo con el fin de “difundir la devoción a San Fermín y el reconocimiento de su figura y su historia”.
De esta manera la diócesis organizará visitas a la catedral de Pamplona, la reapertura del tesoro de San Fermín, situado junto a la capilla, así como peregrinaciones a lugares vinculados con el santo navarro como son las ciudades francesas de Toulousse, donde fue ordenado sacerdote, y Armiens, localidad de la que fue Obispo y en donde murió.
Este Año Santo llega un año después de que el grupo municipal Aranzadi, plataforma en donde se integra el partido Podemos, pidiera eliminar cualquier signo religioso de las fiestas de San Fermín, conocidas internacionalmente como los Sanfermines.
Reafirmación de la religiosidad de la fiesta
El párroco de la Iglesia de San Lorenzo, donde se encuentra la capilla de San Fermín, declaró al semanario Alfa y Omega que con la concesión de este Año Santo Sanferminero se pretende “ir más al fondo para recuperar desde una óptica cristiana la figura y el contenido de San Fermín: creyente, comprometido y primer obispo de esta diócesis”.
El grupo Aranzadi pidió durante el año 2016 que la procesión de San Fermín el 7 de julio en Pamplona, se llamara Desfile del Día Grande de las fiestas de la ciudad y que se retirara cualquier referencia religiosa en los actos públicos. Además precisaron que los trajes de gala que utilizan los ediles en el día de San Fermín muestran “una visión sexista y discriminatoria”.
Esta petición no tuvo mayor repercusión social, pero con la concesión de este Año Santo, el Vaticano ha confirmado el carácter religioso de estas fiestas en honor al patrón de Navarra junto con San Francisco Javier.
El P. Leoz subrayó que de este modo se pretende que con el tradicional grito de “¡Viva San Fermín!” lo que se haga sea “gritar con nuestra propia vida lo que él creyó y vivió, y preguntarnos también si nuestra vida va en clave evangélica o demasiado a la carta. Este año nos invita a la Eucaristía, a la caridad, al perdón y a la gracia que la Iglesia pone a nuestro alcance”.
San Fermín fue un obispo que murió mártir. Fue decapitado por negarse a dejar de anunciar el Evangelio en una época de mucho paganismo. Predicó al Señor con mucho fruto en Navarra y Pamplona.
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