Dolorosamente impresionado por la inesperada noticia del fallecimiento del artista isleño Alfonso Berraquero, al que mucho quería y admiraba. Son momentos en que uno no sabe cómo reaccionar justo al recibir este triste mazazo. Sin duda será recordado por su personalidad única, arrolladora e irrepetible; por su libertad y alegría de vivir; por su cordialidad que contagiaba a todos, por su generosidad que desparramaba con todos; por su arte personalísimo que queda como indiscutible legado para la ciudad de San Fernando. El Ayuntamiento le homenajeó hace pocos años nombrándole, con toda justicia, Hijo Predilecto. Yo le recordaré siempre con mucho cariño y profunda gratitud. Doy gracias por haberle conocido y haber disfrutado de su amistad. Ruego por su alma. Descansa en paz, querido y admirado Alfonso.
Fernando Mósig
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