domingo, 26 de junio de 2016

OBRAS DEL PADRE RUPNIK: IGLESIA DE SAN MARCOS EVANGELISTA EN CAPOSDISTRIA/KOPER



Iglesia de San Marcos Evangelista en Capodistria/Koper
Kvedrova 17, 6103 Koper – Sv. Marko, Eslovenia

La iglesia parroquial está dedicada a san Marcos.
Puesto que la Iglesia siente hoy toda la urgencia de una evangelización renovada, la representación del presbítero expresa alguna dimensión fundamental de nuestra fe. El tiempo de la nueva evangelización es el momento de las cosas esenciales, y no de los detalles aislados. Es el tiempo en el que poco a poco debería mostrarse una síntesis.
La representación artística querría comunicar, de modo fuerte y convincente, el misterio de la vida de Dios, suficientemente articulado desde un punto de vista teológico de manera que pueda ser al mismo tiempo presentado a los fieles como algo hermoso, atractivo y estimulante desde un punto de vista intelectual. Por eso, se propuso representar, del evangelio según san Marcos, algo muy característico y original. Sin embargo, se debe considerar siempre que esto no puede ser un detalle.
La característica más grande del evangelio de Marcos, según la opinión de algunos Padres de la Iglesia, así como de algunos exegetas modernos, es el paralelismo entre la Pascua judía de Moisés y la de Cristo, paralelo que ayuda a comprender la riqueza inagotable de la Pascua de Cristo para toda la humanidad. Tal vez sea precisamente ésta la imagen de Dios en la historia de la salvación debe buscar más que cualquier otra el hombre de hoy. Y también la imagen del hombre, capturada en la historia de la salvación, hoy la que más alienta y atrae de todas.
El mosaico - realizado en 2003 - vincula el presbiterio con la «sala» de la iglesia, porque quiere mostrar que la Iglesia es una comunidad reunida alrededor del altar, que glorifica a su Señor y Salvador. Con esto, el mosaico en su complejidad se convierte en parte del rito mismo. De esta manera la iconografía ayuda a revelar lo que sucede durante el rito.
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Vista panorámica
Iglesia de San Marcos
Koper - Sv. Marko - Eslovenia
Agosto 2003

El mosaico presenta tres escenas:
A partir de la pared izquierda, que conecta el ábside semicircular, están el cordero pascual ofrecido, Moisés que atraviesa el Mar Rojo, y delante de él la columna de fuego. Se hace un paralelismo entre el cordero y Moisés con Cristo. Igual que la sangre del cordero da la salvación a medida que pasa el ángel exterminador para matar a los primogénitos, así la sangre de Cristo nos salva de la muerte y del sufrimiento eterno. Al igual que Moisés sacó al pueblo de la esclavitud en Egipto, así también Cristo nos ha salvado de la esclavitud del pecado y de la muerte. Por eso, los rostros de Moisés y de Jesús en la cruz son muy parecidos entre sí. El paso del Mar Rojo representa el bautismo, y por eso se ha colocado cerca la pila bautismal. Igual que los israelitas con este paso se salvaron para siempre de la esclavitud de los egipcios, así los cristianos son salvados mediante el bautismo para una nueva vida.
La columna de fuego y la nube guiaron a Moisés. San Pablo dice que la nube y la columna de fuego son figuras del Espíritu Santo. En efecto, sólo el Espíritu Santo nos revela el significado de la muerte y de la resurrección de Jesucristo. Él nos hace partícipes de este inmenso amor de la Trinidad. Él mismo, precisamente a la luz de este Amor, también da sentido a nuestro sufrimiento, a la injusticia, al dolor e incluso a la muerte.
Desde la figura de Moisés hasta el crucificado está el desierto, símbolo de la vida no salvada.
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Moisés en el Mar Rojo. A la izquierda el cordero de la Antigua Alianza. A la derecha la nube de fuego que guía al pueblo.
Iglesia de San Marcos
Koper - Sv. Marko - Eslovenia
Agosto 2003

Si nos trasladamos desde la pared hacia el ábside semicircular, encontramos la Crucifixión.
Los textos patrísticos abundan en comentarios sobre el costado traspasado de Cristo en la cruz. En el relato de Juan, el golpe de la lanza no es necesario para verificar la muerte, puesto que ya se había constatado; más bien es un gesto de encarnizamiento gratuito. Pero para el evangelista es una imagen -símbolo que sintetiza el sentido de la vida de Jesús: al odio que lleva a la muerte, Cristo responde con el don que brota de una fuente profunda - el amor, la vida, la efusión del Espíritu, por el cual la humanidad puede ser curada. Cristo en la cruz, con los ojos abiertos, mira al mundo en la paz, precisamente para hacer ver que Dios se ha dejado matar para mostrarnos cuánto nos ama.
La cruz es como un árbol. Precisamente del mal que ha llegado desde el árbol del cielo, Cristo nos ha redimido con su propia muerte en el árbol de la cruz.
Del costado brotan sangre y agua. El costado envía al costado de Adán, de donde Eva fue sacada. De la costilla de Adán vino la muerte, de la costilla de Cristo la vida, la nueva Eva, la nueva madre de los vivientes, es decir, la Iglesia. La lanza nos remonta a la espada del querubín que custodiaba el Paraíso después de la expulsión de nuestros primeros padres, y el brote de la sangre y del agua se ve en referencia al agua bautismal y a la Eucaristía.
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La crucifixión. Longinos traspasa el costado de Cristo.
Iglesia de San Marcos
Koper - Sv. Marko - Eslovenia
Agosto 2003

El rito siro-occidental del bautismo tiene esta oración en la pila bautismal: «Que tu Espíritu Santo descienda y habite en esta agua, la santifique y la haga semejante al agua que salió del costado de tu Hijo unigénito en la cruz».
La lanza que atraviesa el costado de Cristo quita así la espada del querubín que guardaba el paraíso, y podemos volver, bañados por el agua que brota del costado. Pero si el bautismo es un regreso al paraíso, este paraíso no es sólo el paraíso primordial del Génesis, es también el paraíso escatológico del reino. El bautismo nos hace entrar en el paraíso escatológico y nos hace poseer las «arras» del reino; realizar ya en la tierra esta posible entrada en el reino es la meta de la vida cristiana, que se manifiesta como un proceso de continua purificación y santificación que culmina en la divinización del hombre.
Sigue la escena de Cristo que está salvando a Adán y Eva de la muerte..
La tumba se abre. Jesús no es un fugitivo, no huye de la muerte, sino que ha abierto la tumba desde abajo, yendo a la búsqueda de todas las demás tumbas. El amor es activo. Jesús entra en la oscuridad de la muerte. Se agacha hasta el fondo para salvar a Adán y Eva - es decir, para salvar a toda la humanidad. Así que Jesús tiende las manos a cualquiera que quiera, puesto que él es el buen Pastor.
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El descenso a los Infiernos. Cristo desciende y, cogiéndolos de la mano, hace salir a Adán y Eva de la tumba.
Iglesia de San Marcos
Koper - Sv. Marko - Eslovenia
Agosto 2003

En el centro, escondido en una sábana, según una tradición antigua, se representa a san Marcos, al cual se ha dedicado la iglesia. «Todos, entonces, abandonándolo, huyeron. Un joven, sin embargo, le seguía, cubierto sólo por una sábana, y lo detuvieron. Pero él, dejando la sábana, escapó desnudo» (Mc 14,50-52).
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San Marcos (cf Mc 14, 51-52)
Iglesia de San Marcos
Koper - Sv. Marko - Eslovenia
Agosto 2003

En la pared, que baja hacia la sala, en el extremo derecho del ábside semicircular, se encuentra, en cambio, Pentecostés. El fuego y el viento del Espíritu Santo bajan sobre la Iglesia, representada como María, Madre de Dios. Y toda la creación (cordero, plantas) revive fuertemente.
Encima de María hay doce paneles de color, es decir, los doce apóstoles. Dios viene en el mundo mediante los apóstoles y sus sucesores.
Junto a María, hay otro cordero, el cordero que pace en regueros de agua viva.
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Pentecostés. Arriba simbólicamente representados los 12 apóstoles; a la derecha el cordero del Nuevo Testamento, la Iglesia viva, nacida de Cristo resucitado.
Iglesia de San Marcos
Koper - Sv. Marko - Eslovenia
Agosto 2003

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