martes, 19 de enero de 2016

LA CALLE REAL EN 16 CAPÍTULOS: OMISIONES; POR JOSÉ MARÍA VIEYTES BEIRA

DEL CAPÍTULO (VI) AL CAPÍTULO (VIII).

EN EL CAPÍTULO (VI):




  








La Farmacia de Rodríguez Prada.


La Farmacia de Rodríguez Prada cuando se instaló en frente de donde estaba, justo en la esquina de la calle Albina del Puente con Real y próxima al Centro de Salud Almirante Lahulé… Omití decir en el párrafo 5º renglón 53… Qué en su lugar anteriormente estuvo los almacenes de materiales de obras de los hermanos José y Luis Luque Beira (primos hermanos míos) cuyos materiales antes de su traslado, lo tenían en la Yesería de El Nazareno, que se encontraba enfrente y al final de la calle González Hontoria, más conocida por Vidal o la calle de los arbolitos, en cuyo lugar se encuentra hoy la Plaza de Jesús de Medinaceli.



… Aparte de omitir algunas de las Casas de la Calle Real abajo en dónde vivieron los doctores Pérez Gener, Alfonso y Antonio Núñez, el constructor Rafael Cruceira, el representante Lara de los célebres caramelos ‘Tucán’ de la época y que protagonizó a la sazón un movimiento ciudadano simpático y extraordinario, consistente en la consecución de un premio importante, al que logrará averiguar o identificar al caballero invisible, previas las características anunciadas de cómo iría vestido el citado personaje.

Y sucedió que yo sufrí en mis propias carnes la avalancha de aquel público desbordado Calle Real abajo en busca del citado personaje, que  confundieron con mi padre, porque al parecer las características que anunciaron coincidía con las de él, razón por la cual le abordaron multitudinariamente.

Así como otros etcéteras, que se hacen constar  más adelante en el Capítulo XII, y con ello se aclara esta circunstancia, haciendo referencia de tales ausencias.

EN EL CAPÍTULO (VII):










Aucaria.



Se omitió sin recordar también además de las otras casas ya citadas, la Casa de Eulogio González Ortiz,  conocido Capitán de Navío de la Armada por su apariencia de arrogante, cuya arrogancia no era tal, sino que se confundía por su particular  forma que tenía de andar. Casa que fue derribada para construir luego un bloque de Pisos, que hoy alberga en su planta baja un Bazar y un Mesón. Casa que fue objeto de una gran polémica porque en el jardín interior de dicha casa existía una -Aucaria- como la de la foto de considerable altura que se veía desde la calle y que también fue derribada junto con la casa, siendo ésta una especie protegida y por tanto, el motivo de la citada polémica.











  Iglesia Mayor y la imágen de un padre con su hijo explicándole algo


Más adelante en este mismo Capítulo  cuando se cita delante de la Iglesia Mayor en el suelo hay colocada una placa metálica que dice: -Todo empezó aquí- y debo aclarar que ‘esto’ es lo que dice  el texto de la citada placa cuando en realidad, según algunos autores y ciudadanos consultados debió decir  -todo- empezó en la Compañía de María y luego se trasladó aquí. 

Por tanto ‘esta’ en este caso, simplemente es una aclaración más que un error u omisión. Otra curiosidad -ésta sí omitida- es la referida a la situación y emplazamiento de nuestro primer templo parroquial, nuestra simbólica catedral, nuestra Iglesia Mayor, una  de las señas  de identidad  más genuina de nuestra querida Isla con sus dos torres gemelas teñidas de azul en la Plaza de la Iglesia como la conocemos hoy, pero anteriormente fue rotulada con los nombres de Plaza de Castelar y Plaza del Ejército como ya ha sido comentado en el capítulo (II). Y por último añadir otro dato curioso con respeto a su asentamiento sobre el suelo y es que se encuentra a 10 metros sobre el nivel del mar.


  






  El Paso de los Afligidos frente a la Casa de Ignacio Bustamante


Y en el párrafo sexto al referirme al Callejón Nicolás Carrillo y a la hermandad de los Afligidos… Añadir… que pertenezco a dicha hermandad desde mi infancia y en la actualidad conservo en estos momentos el número 15 de su nómina de hermanos. Fui  miembro de su Junta de Gobierno como vocal, segundo mayordomo, primer mayordomo y por último,  hermano mayor en el periodo comprendido de 1995 a 2000.

Año significativo con el que se acaba el Siglo XX y se inicia  el Siglo XXI en el que nos encontramos. Y seguimos caminando hacia el  tercer Milenio.

Y haciendo otra referencia a la hermandad de los Afligidos (razón de la cita anterior y de la fotografía  de arriba dedicada al hilo de estas puntualizaciones) se muestra su magnífico Paso,  cuando en la pasada Semana Santa, se desvió de su itinerario para pasar intencionadamente por la Casa donde vivió el  conocido cofrade, que fuera hermano mayor del Huerto y presidente del Consejo de Hermandades y Cofradía, Ignacio Bustamante Morejón.

La citada fotografía recoge el momento emocionante cuando el  Paso se vuelve frente a su domicilio para tributarle un homenaje  a su memoria después del triste accidente ferroviario del Avía  en el que falleció camino de Santiago de Compostela. 


EN EL CAPÍTULO (VIII):










  Centro de Congresos


Al principio de este Capítulo y en el renglón doce se hace alusión al Centro de Congresos y Exposiciones de la Real Isla de León en el reformado edificio que fue -Cine Almirante- de feliz recuerdo para muchos isleños. 

Y en el suelo delante de las puertas de dicho edificio, se omitió decir que se colocó  una de las placas metálicas igual que la colocada en la  puerta de la Iglesia Mayor, que se citó oportunamente en el Capítulo VII como otras tantas  distribuidas por ambas aceras del resto de la Calle hasta la Alameda.
Placas que se instalaron con motivo del Bicentenario de la Constitución de 1810, de las cuales, algunas se omitieron y aunque no sea motivo de justificación,  ciertamente unas más que otras pasan inadvertidas y ahora se rectifica como se verán en este caso y en otros más adelante.

La placa en cuestión que figura delante de este  edificio contiene una cita de Mario Vargas Llosa, premio de Literatura 2010 y dice textualmente: ‘La libertad de expresión desaparece… las demás libertades no tardan en estar amenazadas’.














 La Cafetería y Pastelería de la Mallorquina


En el párrafo sexto donde dice… la Casa de planta alta y baja donde vivieron los Valeros, primitivos dueños de la Mallorquina… Debió decir… que el primer dueño del citado establecimiento allá por el año 1910 fue… José Quirós Pérez y no Valero.

Y fue el propio Quirós quien le puso su nombre copiado de la Mallorquina cercana a la Puerta del Sol de Madrid. Luego pasó a la familia de los Peralta y a continuación a la de los Valero Avezuela. Y por último a Gervasio Urrejola, que fue también propietario del Bar y Restaurante de las Delicias del Pasaje en la población de San Carlos.

 Y a Gervasio le sucedió su hijo Luciano y ahora sigue administrada por los nietos de Gervasio. Y no entiendo como cometí el error de adjudicarle la primera autoría de la Mallorquina a los Valeros y no  a Quirós como queda aclarado ahora.

Tal vez fue el hecho que precisamente conociera la Mallorquina como establecimiento a partir de los Valeros con su célebre dependiente ‘Joselito’ y más íntimamente a través de Fernando.
Fernando era  uno de los hijos del propietario, que fue compañero de estudio en el Liceo, razón por la cual, cada mañana pasaba por su casa para recoger a Fernando  y juntos asistir a clases (casa que se ha citado anteriormente, entonces en la planta baja, porque en la planta alta tenía la consulta el dentista Salvador Mora).

Fernando  era el tercer hijo de los ocho hermanos que tenía la familia de los Valero. Y terminado sus estudios. Ingresó en el Arma de la Aviación Española. Y estaba destinado en Morón de la Frontera en el Ala 21.

Alcanzó la categoría de Comandante y estaba próximo a ascender a Teniente Coronel y se resistía en dejar de volar de manera activa, evitando ocupar puestos burocráticos.

Sin embargo  el 9 de Septiembre de 1982 a los 59 años de edad, se estrelló su F-5 por razones desconocidas mientras realizaba prácticas de Tiro en Las Bardenas Reales. Curiosamente otro hermano suyo, Juan que había ingresado en la Escuela de Guardiamarinas, también falleció triste y repentinamente en 1961 a los 19 años de edad.










 Miguel Ángel Valero (Piraña)



Tanta desgracia en esta familia, se vio contrarrestada si cabe, sólo por el recuerdo de algo menos triste debido a las escenas tan divertidas, llenas de sentimientos, amor y compañerismo como fiel reflejo de una época añorada, que nos proporcionó ‘el piraña’ (Miguel Ángel Valero)  en aquella célebre serie  televisiva de Verano Azul.

El Piraña es  hijo de Miguel, el segundo de los hermanos varones de Fernando, por cierto también fallecido. Fernando además tenía a José Manuel, como hermano mayor y a Guillermo y Alfonso más pequeño que él, los tres afortunadamente vivos. Y hago esta apreciación porque también  tenía dos hermanas, María Dolores y María de la O, también presentes, Así como su madre que aún vive a los 103 años de edad con buena salud  a la hora de escribir estos relatos.

Hoy ‘El Piraña’ es Ingeniero de Telecomunicaciones. Fue profesor de la Universidad Politécnica de Madrid y en la actualidad  según los datos recogidos de años anteriores supongo que sigue como Director del Centro de Referencia Estatal de Autonomía personal y Ayudas Técnicas (CEAPAT) del Ministerio de Sanidad de España.


















 Cristo de Jesús de Medinaceli de La Isla


En el párrafo nueve… al citar las placas de la Calle Cervantes, colocadas en la esquina de la fachada de la sede del partido político CxlI… Añadir… que precisamente en esa Casa vivió Francisco de Paula Nieto Castañeda, conocido funcionario civil de la Administración Militar y también  del  Mundo Cofrade, que fue el propietario de la Imagen de Jesús de Medinaceli. Imagen que de manera generosa  la donó a dicha hermandad.

Así como también fue el vestidor durante muchos años de la hermandad de los Afligidos. Sin embargo mientras tanto ejercía de vestidor de dicha hermandad, curiosamente eran Camaristas  de la hermandad de Jesús de  Medinaceli, las devotas señoras, Cristobalina Reyes y su hija Maruja, abuela y madre respectivamente de Antonio Sanz Reyes (citado también en el próximo Capítulo IX y siguiente de estas omisiones) que además de su devoción, ayudaron y colaboraron cuanto pudieron tanto física como económicamente a dicha hermandad.


  









Un kiosco parecido a este existía en la esquina de la Calle Real con General Serrano. Y otro de techo más puntiagudo enfrente de la Calle Cervantes.


En este capítulo también no se debió omitir  por su singularidad  estos dos kioscos parecidos a los de la fotografía (no se han encontrados las originales), que se conocían popularmente por el lápiz y la goma. La goma se le adjudicaba al situado enfrente de la calle General Serrano dentro de la amplia acera que entonces tenía la Calle Real y en él se vendía las entradas para el Teatro de Las Cortes, tanto para las representaciones teatrales: comedias, revistas, zarzuelas, etcéteras como para el cine.

Y el lápiz, que se conocía también como el kiosco de Emilio Prieto (que era el nombre de su propietario) y se dedicaba a la venta de  prensa, revistas, novelas y cambios de novelas; es decir se entregaba una y te llevaba otra por un módico precio sin tener que comprarla si no se deseaba. Así como tabaco rubio, mecheros, piedras de mecheros, líquido de carga para mecheros, pilas, chucherías y otros menesteres… Continuará…

José María Vieytes Beira

San Fernando, 19 de enero de 2016

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