Comparto con vosotros el primer artículo de este nuevo año 2016 que publico en exclusiva en INFORMACIÓN en el apartado que dirige y coordina mi buen hermano Pepe Moreno Fraile.
Lleva por título "Adorad al Niño" y es una reflexión escrita a modo de opinión de lo que debe ser la actitud del cristiano ante los ataques que estamos recibiendo de los que quieren quitar el verdadero sentido de la Navidad.
Asimismo os deseo que Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente sean verdaderamente generosos con todos vosotros.
Jesús Rodríguez Arias
ADORAD AL NIÑO

He leído unas declaraciones de Riccardo Muti el cual decía que “la
Navidad no es un tiempo de regalos sino la base de nuestra civilización”. ¡Y es
verdad!
Europa, y con ella España, quiere olvidar como sea sus propias raíces que
se basan en el cristianismo por más que le duelan a algún retrógrado vestido
con el disfraz de “progresista”.
Ahora parece ser que se lleva eso de aniquilar no nuestras tradiciones,
nuestras costumbres, sino nuestras propias raíces olvidando y obviando que
Jesús es el centro de la Navidad y que sin Él no existiría. La Navidad, lo
siento para el que así lo crea, no es regalos, consumismo atroz, elfos y renos
sino una celebración eminentemente religiosa que se basa en la Fe y la
Familia.
Religión y Familia son los pilares a los que hay que aniquilar para
llegar a ese “mundo feliz” donde se mire por donde se mire crea demasiados
desgraciados. El consumismo crea una barrera entre los que tienen y no, los que
pueden comprar y los que no lo pueden hacer. Una sociedad sin Dios es una
sociedad abocada al fracaso donde los débiles son las víctimas propiciatorias
en el gran sacrificio a realizar.
Una vez expuesta esta pequeña observación voy a escribir de Jesús Niño
que es el centro y origen de nuestra vida, de la propia Navidad en la que
todavía nos encontramos.
Hay muchos lugares de nuestra incierta España que quieren aniquilar la
presencia de Jesús y del mensaje de Esperanza que nos trae. Ahí está que haya
desaparecido del espacio público todo vestigio que pueda indicarnos que estas
fechas se celebran porque Él ha Nacido. Algunos se sacan de la manga esa catetada
del solsticio de invierno. Bien decía Chesterton que quien no cree en Dios es
que cree en cualquier cosa.
Hay otros que simplemente han intentado arrinconar al Niño Jesús no
sabiendo que siendo el verdadero protagonista no importa en el lugar que se
encuentre ya que el mismo se convierte en el lugar principal. Ya podrán poner,
e imponer, lo que quieran en el espacio principal o más destacado que siempre
será lo secundario pues lo verdaderamente importante porque es la clave y
centro de la propia Navidad es donde se encuentre el Portal de Belén y en el
mismo la figura que representa al Niño Jesús.
Muchos de los que hoy nos desgobiernan en esta España de rumbo perdido no
quieren oír nada que suene a cristiano y
menos católicos. Ya hay lugares donde las cabalgatas de Sus Majestades los
Reyes Magos se está pensando borrar de un plumazo todo lo que tenga que ver con
la creencia, con la fe, de la inmensa mayoría de los españoles. Son una mala
imitación del despostismo ilustrado: “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”.
¡Y así nos va o les van”.
Y ante esta “provocación” yo os sugiero que nuestra actitud sea de
Adoración. Adoración al Niño Jesús, centro de nuestra vida, de nuestra fe, y
por supuesto de la Navidad. Si la cabalgata con los Magos de Oriente pasa de
largo donde está instalado el Belén nosotros tenemos que acompañar al Niño, si
los poderes públicos aíslan al que es fundamento de nuestra propia fe, nosotros
tenemos que responderles como verdaderos cristianos, si los que representan a
esos Sabios que recorrieron kilómetros y kilómetros para adorar a Jesús para
ofrecerle oro, incienso y mirra no se detienen nosotros si tenemos que hacerlo,
debemos detener nuestros pasos y acercarnos al lugar donde el Niño Dios esté y
ofrecerle el incienso, la mirra y oro que llevamos en el corazón que no es otra
cosa que el Amor que Jesús nos ofrece a diario. Si el “itinerario” no contempla
a Cristo pensemos que ese no es nuestro “itinerario”. De esta forma le
demostraremos a los hoy gobiernan que no mandan en nuestras vidas y menos en
nuestra fe.
Os invito a Adorar a Jesús que aparece en ese pobre Portal, entre
pañales, porque si no lo hacemos, si lo obviamos como quieren que lo hagamos,
si convertimos nosotros la Navidad en una época de “compra y venta” después no
nos quejemos de lo que pueda venir.
Hoy es el Portal de Belén y mañana puede ser nuestra Semana Santa porque
el verdadero protagonista es el mismo: Jesús que se ha convertido en el
“enemigo” a batir.
Os hago una propuesta: Adorad al Niño pese a quien pese y pase lo que
pase.
Jesús Rodríguez Arias
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